«Amor. Llevo tu pashmina. Es como sentirte a mi lado. Me cuida. Me protege. Cuento las horas para volver a vernos. Amarte. Salir de aquí. Tuya». Este texto junto a una antigua foto de la hoy Reina Letizia modo selfie tomada frente a un espejo sirvieron para que el domingo 3 de diciembre se revolucionaran las redes sociales. El mensaje de texto era rescatado en modo de publicación Twitter (hoy X) por el destinatario, Jaime del Burgo, íntimo de la consorte de Felipe VI y durante un tiempo su cuñado.

Tweet de Jaime del Burgo.
El mensaje, que rápidamente se viralizó, llegaba días después de la publicación del libro Letizia y Yo (Almuzara) de Jaime Peñafiel. Por el titulo podría parecer que el veterano periodista se centraba en su relación con la Reina. Y sí, el granadino relata sus desencuentros con la asturiana, pero el groso del libro son las confesiones de del Burgo. El navarro relata que su relación con la Letizia Ortiz se desarrolló en tres etapas: la primera antes de casarse con el entonces Príncipe de Asturias y que se rompió cuando ella le anunció su intención de unirse con Felipe de Borbón, una segunda entre 2010 y 2011 y la última como amistad cuando él se casa con la hermana de la reina. Telma Ortiz.
Una petición de mano frustrada y la intervención del CNI
En el citado libro de Peñafiel, del Burgo cuenta como su relación con la Reina le pasó factura, hasta tal punto de que, según él, su casa en Suiza habría sido asaltada por agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). ¿Qué interés tendrían los servicios secretos españoles en la residencia suiza de Jaime del Burgo? Posiblemente la clave la da el propio del Burgo en el libro asegurando que tiene «fotografías, vídeos, móviles, SMS» en una caja fuerte de un banco sobre sus años de relación con la Reina. Así lo expone de forma meridiana en el libro de Peñafiel:
«Lo que siempre estuvo y sigue custodiado en una caja fuerte de una institución financiera con la orden expresa de ser entregado al defensor de mi memoria en caso de muerte accidental o prematura, ese día, digo, también me comporté a la vista de toda mi intimidad vilipendiada»
Según del Burgo, en su segunda etapa amorosa, entre 2010 y 2011, Letizia y él llegaron a planear su futuro juntos que pasaba por el divorcio de Felipe e instalarse en Nueva York para huir de la presión política y mediática. Lo cierto es que en esos años, la prensa del corazón especulaba mucho con la salud del matrimonio principesco y no faltaron voces que veían en esos rumores una campaña para manchar la imagen de la Princesa. Hasta Raúl del Pozo llegó a publicar un artículo casi en clave en El Mundo. Por su parte, ¡Hola!, el boletín oficioso de la monarquía, llegó a publicar un curioso reportaje titulado ‘La princesa de los contrastes’. Hay que recordar que en esos años se vivía una enfrentamiento intramuros de Zarzuela por la abdicación de Juan Carlos I.
Sin embargo, los planes de ‘fuga’ entre Letizia y del Burgo se frustraron porque, siempre según del Burgo, Letizia lo dejó por teléfono. «En agosto de 2011, cuando estaba en Londres, Letizia me llamó y acabó la relación: ‘No podemos seguir viéndonos’. Y colgó».
Según del Burgo, estuvo muy presente en las reuniones para firmar las capitulaciones matrimoniales entre Felipe y Letizia:
«Felipe prometió a Letizia que, en caso de que el matrimonio no llegara a buen término, cuidaría de ella y respetaría sus derechos como madre si para entonces tenían descendencia. […] Más tarde vendría la segunda promesa, todavía y siempre en vigor, la mía propia hacia Letizia. Consistente en que, en caso de no cumplir Felipe, lo haría yo por él en cuanto al cuidado de su bienestar y la protección de su persona. Y que impugnaríamos, si llegaban a darse las circunstancias, los términos de la regulación de la custodia».
Un matrimonio, el principesco, que pudo no haberse celebrado de haber salido todo tal y como relata del Burgo en el citado libro de Jaime Peñafiel. Según el navarro, en su primera etapa sentimental con Letizia, la entonces locutora de Televisión Española jugaba a tres bandas y se salía con su compañero David Tejera (del que se quedó embarazada) y con el Príncipe de Asturias. Jaime del Burgo supuestamente desconocía esta realidad y quedó en un día de 2003 con ella para pedirle la mano en la cafetería del Hotel Ritz de Madrid. Llevaba el anillo de compromiso en el bolsillo de la chaqueta pero nunca lo llegó a sacar ya que el verdadero motivo de la cita, que él desconocía, era que Letizia le anunciara su próximo compromiso con Felipe de Borbón y Grecia. Así, del Burgo decidió abortar una petición de mano que podría haber cambiado la Historia reciente de España.