El socialista Emiliano García-Page incumple su palabra, no cesa a su número 2, y avala de esa forma el infame pacto con Otegui.
A las 20:00 horas de este 14 de julio de 2022 se produjo «la votación de la infamia». En el Congreso de los Diputados se aprobó la ley Bildu -blanqueada con la denominación Ley de Memoria Democrática- que redactaron conjuntamente el PSOE y Bildu.
Salió adelante gracias al voto favorable de los 9 diputados nacionales del PSOE de Castilla-La Mancha, a los que su jefe, el socialista Emiliano García-Page, les ha ordenado que traicionaran, de esta forma, la palabra dada.
Si grave es quedar retratados como unos políticos sin credibilidad alguna, más aún lo es que haya sido a costa de sacar adelante una barbaridad como la ley Bildu que establece que los terroristas de ETA son víctimas con derecho a recibir una indemnización, una ley que reconoce a los salvajes etarras por haber luchado por la consolidación de la democracia, los derechos fundamentales y los valores democráticos.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto a su banda de diputados nacionales han sido los artífices de que ya sea una realidad la ley Bildu, que impugna la existencia de la Transición, legitimando de esa forma, los casi 400 asesinatos que ETA cometió salvajemente desde el año 1975 hasta 1983 y, no menos relevante, condenan al PSOE de Felipe González que llegó al Gobierno de España un año antes, en 1982.
Aún quedaba algún iluso que confiaba en que García-Page era creíble, que su palabra tenía valor y que por tanto no iba a consentir que saliera adelante la ley Bildu: la que blanquea la cruel y bárbara historia de la banda terrorista ETA: con el asesinato de casi 1.000 personas, con 3.000 atentados y más de 7.000 víctimas.
Pero la realidad ha destrozado los continuos titulares que el socialista Page ha soltado en los medios de comunicación intentando vender a un «socialista moderado», a un «díscolo de Pedro Sánchez», a un «barón con autonomía».
Es un día de la infamia para toda España, y también en particular para Castilla-La Mancha, pues esta ley Bildu, en toda la región ha generado asco y un absoluto rechazo. Asco pues insulta directamente a 8 castellano manchegos asesinados por ETA desde el año 1975 a 1983: 5 guardias civiles, un coronel retirado, un vendedor ambulante y un teniente de la Policía Nacional.
Muy difícil explicación tendrán la banda de diputados nacionales del PSOE de Castilla-La Mancha que han hecho posible, con sus votos, que algo así salga adelante.
Banda de la infamia que encabeza el número 2 de Page, su secretario de Organización, el toledano Sergio Gutierrez. Quien, manteniéndose en su puesto avala que es su jefe Emiliano García-Page quien le ha obligado a tomar esa tétrica decisión.
Y el resto de la banda coaligada a Bildu, la también toledana Esther Padilla; los conquenses Luis Carlos Sahuquillo y Mariana de Gracia Canales; la guadalajareña Magdalena Valerio; los ciudadrealeños Manuel González y Cristina López; y los albaceteños María Luisa Vilches y José Carlos Díaz.
