MADRID, 28 (OTR/PRESS)
Solbes y Zapatero han tenido oportunidad, en la jornada de este lunes, de sondear a los partidos de cara al debate y votación de los presupuestos generales del Estado que deberá efectuarse en el comienzo de las nuevas tareas parlamentarias, tras el verano.
Solbes se enfrentaba «a casi todos» en el debate parlamentario sobre las medidas contra la crisis. Y el jefe del Gobierno daba también por terminados los trabajos previos a las vacaciones con su reunión con los representantes de todos los grupos parlamentarios, ya también todos ellos a punto de iniciar sus vacaciones parlamentarias.
Con toda probabilidad, tras los correspondientes encuentros en el Congreso y en la Moncloa, Solbes y Zapatero habrán podido llegar a la misma conclusión: Descontando la eventual «rebelión» que algunos alientan para que los socialistas catalanes voten contra estos presupuestos, esos presupuestos deberán conseguir seis o siete votos más de los que tienen ahora mismo.
¿De dónde, cómo obtener esa media docena más de votos? Saben Solbes y Zapatero que no resultará sencilla la obtención de esos votos «ajenos», tal y como están «el mercado» y la opinión pública. Uno y otra son conscientes de que Solbes, como los buenos toreros, deberá «aproximarse mucho» a los problemas y sus costes de los grupos políticos.
De momento, se ha empezado a conocer la actitud que podrían mantener. Probablemente la novedad de mayor relieve es la del portavoz del PNV, Josu Erkoreka, que solicita «un pacto de mínimos de todos frente a la crisis».
Ya se sabe que, al disponer de Concierto y Cupo, el País Vasco se puede permitir una contemplación más beatífica e imparcial ante los presupuestos. Por cierto, que hoy se asegura en La Gaceta de los Negocios que «extender el Cupo vasco a Cataluña» -después de todo, la gran aspiración de todas las autonomías: limitarse a pagar una cuota a Madrid y administrar el resto-, costaría 14.000 millones de euros anuales.
Pues bien, con esa excepción del portavoz vasco, los restantes grupos son generalmente reacios: Durán i Lleida, de CiU, anticipa que «no parece claro un horizonte de acuerdos»; Llamazares dice que es muy difícil un acuerdo con el PSOE sobre economía: Ridao y Herrera, de ERC e ICV, reclaman «más izquierdismo» al Gobierno, dice la portavoz de Coalición Canaria que será difícil que una mayoría apoye los presupuestos, y sólo el BNG se muestra dispuesto a alcanzar un acuerdo sobre las cuentas, se supone que «previo pago»…
Es decir, que Solbes y Zapatero deberán atender las reclamaciones o solicitudes que se les realicen ante los difíciles presupuestos de 2009, posiblemente los más difíciles que corresponderá defender al partido socialista, salvo que se atendieran las reclamaciones que este lunes habrán expresado.
Es evidente que el Gobierno deberá buscar, y a ser posible hallar, ese acuerdo. Y no se duda de que tendrá recursos para hacerlo, como ha sucedido en ocasiones anteriores. Desde luego, la posición más feliz para el Gobierno sería la que hiciera llegar a todos los grupos al entendimiento de la conveniencia de un pacto de mínimos de todos frente a la crisis.
JOSE CAVERO
