MADRID, 10 (OTR/PRESS)
A Amparo Rubiales como a tantos otros dirigentes socialistas que han pasado la cincuentena Zapatero decidió jubilarla un buen día sin consultarla.
Para esta veterana feminista, la jubilación forzosa supuso un shock; ella, repleta de ideas y de energía, luchadora impenitente por la causa de la igualdad, ella que no había hecho otra cosa desde que era un jovencisima estudiante, de repente se vió apartada de la política.
Pero Amparo no dijo nada, y si alguién escuchó algún lamento este quedó entre el grupo de sus amigos más intimos. Un buen día, alguién decidió que esta abogada feminista, militante primero del Partido Comunista, después del PSOE y con un extensisimo curriculum político, podía encajar a la perfección en el Consejo de Estado, donde ahora está.
En éste tiempo de «exilio» involuntario de la política cotidiana, Amparo Rubiales ha escrito un libro que al que ha titulado «Mujer de Mujeres», un libro que es un recorrido por la reciente Historia de España y en el que cuenta lo sucedido desde su peripecia personal.
En «Mujer de Mujeres» nos agarra de la mano para recorrer con ella el largo camino que han hehco las mujeres españolas para la obtención de derehos elementales, desde poder tener una cuenta corriente sin permiso del marido, a poder compar la famosa «pìldora» en la farmacia sin que eso sea un delito, hasta llegara a la paridad.
Ella que combinaba el teatro con la Universidad, e hizo una Antigona memorable, se ha resistido a que le enviaran a casa, a dejar de luchar, de opinar, de estar, por eso ha escrito este libro, y por eso escribirá muchos más. Y es que Amparo es mucha Amparo, representa a una generaicón de mujeres que ya han cumplido los sesenta años pero que permanecen jovenes, activas, repletas de fuerza e ilusión, y también atractivas, porque hoy día las mujeres de sesenta no son las ancianitas que eran nuestras abuelas.
Es curioso como precisamente un gobierno socialista, ha sido incapaz de apostar por esa fuerza arrolladora no solo de las mujeres, sino de todos aquellos que por razón de edad han acumulado en una roca experiencia en todos los ámbitos de la vida. Zapatero ha hecho de lo «joven» la quintaesencia de su política, como si ser joven fuera un valor en sí mismo y no una circunstancia pasajera.
Fui a la presentación del libro de Amparo y me encontré con un buen número de mujeres socialistas entre los cuarenta y sesenta y tantos años, que en el pasado tuvieron una carrera política y a las que Zapatero ha jubilado o las ha mandado a retiros dorados donde no le molesten. Pensé en la osadía que representa prescindir de tanta fuerza e inteligencia como la de esas mujeres, pero también pensé que peor para él, que él se lo pierde. La pena es que también el resto nos perdemos contar con mujeres como Amparo Rubiales.
Julia Navarro.
