José Cavero – Una relación de interés general


MADRID, 15 (OTR/PRESS)
Antes de que se hayan cumplido cinco años del mandato que Zapatero ejerce en la presidencia del Gobierno, el jefe del Gabinete ha mantenido ya diez entrevistas en la Moncloa con el principal dirigente de la Oposición, Mariano Rajoy, dos en la presente legislatura, iniciada en marzo pasado.

Unas han sido, con toda certeza, más difíciles que otras, o más esperanzadoras, o más fructíferas. No siempre después de cada una de ellas han parecido satisfechos ambos interlocutores, sino muy al contrario: en ocasiones el desacuerdo fue patente desde el primer momento. Otras veces, las dificultades apreciables antes del encuentro se vieron desvanecidas cuando esa conversación concluyó.

¿En qué género y clase cabe señalar esta entrevista del martes? Con toda seguridad, los dos políticos consideraron, esta vez, asuntos del mayor interés, posiblemente más trascendentes que nunca antes: los planes de rescate de la crisis económica, la renovación del Tribunal Constitucional, el futuro de la Seguridad Social, las reformas estructurales pendientes, el futuro de los presupuestos para el año que viene…

En unos casos, se habrán dado pasos hacia el futuro, y en otros, el desacuerdo y la falta de entendimiento ha sido notoria desde el primer instante, pero en todo caso, ha quedado clara la voluntad de Rajoy de influir en la política que se hace en el país, y ha quedado igualmente clara la disposición de Zapatero de ceder en algunos asuntos y de dar largas a otros…

Es evidente que la materia esencial, la que reclamaba este encuentro, era el Plan del Gobierno de salir de la crisis mediante el salvamento y solidez de la banca y con el decidido propósito de reanudar el flujo de créditos que tiene bloqueada la economía nacional.

El plan del gobierno, que interesa y compromete nada menos que al 15 por 100 del Producto Interior Bruto, llegaba a la Moncloa con un evidente disgusto y situación incómoda para el PP, que había exigido, recuérdese, que la reunión tuviera una sesión preparatoria con un encuentro de Solbes y Montoro.

Al PP no se había dado la menor oportunidad de intervenir en la elaboración del llamado Plan de Rescate. y se le había dado hecho por completo y sin posibilidad de aportarle nada, entre otras cosas, porque llegaba con las bendiciones del Eurogrupo y de lo que habían decidido, en el mismo sentido, otros cuantos Gobierno de la Europa Unida.

Era el asunto estrella de la reunión, y Rajoy conseguía, en esta materia, y de acuerdo con las insistentes reclamaciones que había venido haciendo para que esa disposición de dinero público a favor de los bancos tuviera controles y vigilancias para un cumplimiento cabal, lograba que el Banco de España supervise estas actuaciones.

A continuación, Rajoy se apuntaba, aunque sin excesivos pormenores, otros cuantos avances en la organización futura del Estado: la próxima convocatoria del Pacto de Toledo para configurar la Seguridad Social de dentro de quince años; las reformas estructurales de las que se viene hablando desde hace otra quincena de años, por lo menos, y unos segundos también para la renovación del tribunal Constitucional, ahora mismo bloqueada por el veto socialista a los dos candidatos del PP, Hernando y López.

Rajoy hizo valer su posición anterior: cada cual tendría l posibilidad de presentar los candidatos que quisiera, sin vetos de ninguna clase. Pero podría producirse alguna modificación en el trámite del Senado: Posiblemente se cambie al candidato López a cambio de modificar también a un candidato socialista, para sacar adelante este acuerdo del anterior encuentro de Zapatero y Rajoy…

José Cavero.

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