MADRID, 24 (OTR/PRESS)
Si fuera el caso de potenciar la economía a través de personas creativas habría que contar, necesariamente, con el secretario personal del alcalde de Baena (Córdoba). La Guardia Civil maneja grabaciones de este sujeto en las que desvía fondos públicos para laminarlos en un local de alterne de Marbella y los camufla bien como gastos en «comidas» o donativos a la Virgen de los Desamparados. De momento el alcalde socialista y también senador, Luis Moreno, cree en la buena fe de su «desamparado» secretario. En las grabaciones se le escucha decir a Rafael Santano que a él le «da apuro gastar mi dinero en esas cosas», un poco más adelante se le escucha conversar con una telefonista del prostíbulo al que pregunta por una brasileña que está «muu buena», (literal).
Se trata del último eslabón conocido del descaro nacional, de la golfería de la entrepierna, de un «Rinconete y Cortadillo» que seguro no ha leído nunca a Cervantes. De nuevo «celtiberia» en estado puro. A este paso le van a quitar a Berlanga y a José Luis Cuerda el mérito de haber narrado la España profunda. Sabido es que en la excelsa semana santa de Baeza existen dos cofradías importantes: los «coliblancos» y los «colinegros» (divididos en función de sus túnicas), pues ahora han aparecido los «coli-largos» que gastan en lujuria exótica el presupuesto municipal. Luego dirán que hay abstención y que el pueblo se aleja de la clase política porque los tienen por seres de otra galaxia. Más que un código ético como pedía el líder de la oposición aquí hace falta un par de escobazos para barrer tanta miseria escondida tras los cristales tintados de un coche oficial.
En otro pasaje de la conversación grabada por la Benemérita se escucha como el secretario del alcalde habla con una persona que le dice que semejantes gastos no se pueden meter en los presupuestos, pero él erre que erre porque le sigue dando «cosa» usar dinero suyo para encamarse con una señora brasileña de la que recuerda sus curvas pero de la que ignora su nombre porque debe ser de los que van al bulto como toro manso.
Lo pavoroso de este nuevo episodio del «trinque» es que habrá quien sonría y apoye el comportamiento de este sujeto. Sólo desde la idea de que la desfachatez está extendida se pueden entender comportamientos tan amorales. El colmo es utilizar a la Virgen de los Desamparados para cuadrar unas noches de champán en el «Miladys Palace» que no es precisamente la biblioteca municipal de Marbella. Y, lo más triste, que un alcalde que además es senador haga de muro de contención de unos gañanes de celo perpetuo que en los viajes oficiales usan camisa de Torrente.