Escaño Cero – Que hablen


MADRID, 18 (OTR/PRESS)

El manejo del tiempo es una de las artes de la política. Hay políticos a los que se les considera maestros en tal menester, otros sin embargo han cometido grandes errores precisamente por no calcular bien los momentos para llevar a cabo determinadas acciones.
Ahora asistimos a uno de esos momentos en que el tiempo es fundamental en el gran juego de la política. Artur Mas quiere ver a Mariano Rajoy ya, mañana mismo a ser posible, mientras que el presidente de Gobierno no tiene ninguna prisa por recibir al presidente de la Generalitat.
Para la estrategia de Mas reunirse cuanto antes con Mariano Rajoy sería apuntarse un tanto, una manera de que sus conciudadanos visualicen que la Generalitat y él mismo se mueven y que se están abriendo puertas hacia la controvertida consulta sobre la independencia de Cataluña. Pero seguramente Mariano Rajoy cree que recibir de inmediato a Mas sería ofrecer una muestra de debilidad, de preocupación más allá de lo razonable ante la embestida de los independentistas catalanes. En definitiva, que al decir de los expertos en imagen, Mas al día de hoy desde el punto de vista mediático tiene más que ganar con la entrevista que el mismísimo Mariano Rajoy.
Yo no tengo dudas de que se reunirán, y lo harán porque no tienen más remedio que hacerlo, porque a ambos les entra en el sueldo el mantener una relación aunque sólo sea institucional. Pero es que además en este caso hay demasiado en juego como para que pudieran permitirse el lujo de no sentarse a hablar.
Otra cosa es que lo hagan con más o menos discreción. Seguramente a Mariano Rajoy le gustaría que fuera así, un encuentro discreto, mientras que a Artur Mas le conviene que todo el mundo se entere que pasa por el Palacio de la Moncloa.
Pero más allá de este juego sobre el tiempo, que no deja de ser una cuestión banal, lo importante será que efectivamente en algún momento se sienten frente a frente. No es que esté en juego el futuro de Cataluña, es que está en juego mucho más, el futuro de un viejo país, el más viejo de Europa, el de todos hasta ahora, España.
La política está para solucionar problemas, aunque a veces los políticos son los que los provocan, y para resolverlos no hay otra vía que la del diálogo.
Hay quienes, como el PSOE y el PSC, creen que si se reforma la Constitución y se consagra el Estado federal, el problema catalán desaparecerá. No digo que no, aunque tengo mis dudas. En todo caso esa es una cuestión a la que debería de responder Artur Mas, y que se la debería de hacer, en primer lugar, el Presidente Rajoy. Porque la realidad es que en estos momentos no existe ninguna pulsión en el resto de España encaminada a la reforma de la Carta Magna, de manera que si hubiese que abrir un periodo constituyente tendría que tener un objetivo claro, que no sería otro que Cataluña se sienta bien en España. Pero si se abre un periodo constituyente y para CiU no es suficiente una reforma del Titulo VIII o el definir a España como Estado federal, entonces el viaje no merecería la pena puesto que la inmensa mayoría de los ciudadanos nos sentimos cómodos con la Constitución.
Sí, es evidente que es necesario que Mariano Rajoy se siente a hablar con Artur Mas. Ahora hay que ver como maneja el presidente el arte del tiempo.

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