MADRID, 25 (OTR/PRESS)
La economía española ofrece cada día estadísticas de su evolución. Unas han mejorado claramente y otras no tanto. Es indiscutible que el cáncer ha sido estirpado, la medicación parece la adecuada y que el cuadro médico evoluciona favorablemente. Claro que algunas constantes vitales aún no han notado totalmente la mejoría y que los ciudadanos están lejos de estar satisfechos. El número de parados es aún muy alto y muchos han agotado sus prestaciones o lo van a hacer en los próximos meses. Sin embargo, hemos ganado la confianza como país suficiente para financiarnos holgadamente, se han pagado las facturas atrasadas evitando muchos cierres de empresas y muchos despidos; el sector exterior ha vuelto ha tomar aire y otras variables como la demanda interna se animan. Estamos lejos de abandonar el hospital y si no se sigue con las reformas puede que volvamos si no a la UCI si a planta. Además, fuera hace frío. Europa camina lenta y las perspectivas políticas en España no son las mejores para la calma y el trabajo pausado.
En todo caso, se ha producido un hecho paradigmático que debe hacernos reflexionar y tener algo más de confianza de las que estamos demostrando. Siempre se ha dicho que lo que más vertebraba España era El Corte Inglés que da empleo a centenares de miles de personas. Bien pues esta gran empresa ha tomado en los últimos días dos decisiones que deberían hacernos pensar. Por un lado, ha anunciado que para estas Navidades va a contratar a cientos de trabajadores. Hacía años que no contrataba a tanta gente. Lo ha decidido este gran comercio y otros muchos. De hecho, se espera que estas Navidades más de 600.000 personas tengan un puesto de trabajo que les hará entrar en el mercado laboral. Ya veremos cuántos y por cuánto tiempo lograrán quedarse. Pero es una oportunidad. Y la segunda gran decisión de El Corte Inglés tiene que ver con la compra de unos terrenos de Adif en plena Castellana de Madrid. La idea es levantar el mayor gran almacén del mundo. 13.000 metros cuadrados por importe de 136 millones de euros. ¿Alguien piensa que una empresa como El Corte Inglés se embarcaría en una operación de este tamaño si no viera que la evolución de la economía española ofrece síntomas de mejoría en los próximos años? Algo positivo habrá visto esta gran empresa para embarcarse en semejante proyecto. Es lógico que los españoles estemos hartos de esta crisis que se ha llevado por delante miles de empresas y de puestos de trabajo. Sin embargo, cada vez son más los síntomas de que se ha enderezado la situación, con todas las cautelas presentes y futuras. Pero, hay confianza en España, en su futuro, y muchas empresas españolas y extranjeras están invirtiendo y poniendo sus ojos en España. Sería bueno que nos quitáramos esa especie de fatalismo de que todo está mal, de que somos un desastre, que no tenemos solución. Hay mucha gente trabajando y esforzándose por un futuro mejor, con dificultades y miedo y cabreo también, pero buscando soluciones y arriesgando.
