Durante el régimen franquista uno de los ministros más populares encargado de transmitir a los ciudadanos los logros obtenidos por Franco, en una de sus popularísimas intervenciones dijo más o menos lo siguiente: “En este año y por fin hemos logrado que cada español se haya comido un pollo” Entre los vítores de la concurrencia la mano de un ciudadano se levantó y solicitó ser escuchado. – Adelante- dijo el ministro. Diga lo que tenga que decir – “Señor ministro, tengo que decir que algún sinvergüenza a la chita callando se ha comido dos pollos, el suyo correspondiente y el mío, porque yo, se lo juro por mi madre, ni este año, ni en ninguno que recuerde he comido pollo, mucho menos, un pollo entero”.
El desaparecido señor ministro de Agricultura, Luis Planas ha salido por fin a la palestra para mostrarnos el informe del consumo alimentario en España en el año 2018. Según este informe cada español – no cada familia – gastó en ese año 2.526 euros en comer, de los cuales 1.000 los gastó fuera de casa, es decir en bares y restaurantes. Yo levanto la mano como aquel ciudadano de la época franquista y digo: – “Señor ministro hay algún sinvergüenza por ahí que se está comiendo mis 2.526 euros porque – puedo jurárselo por lo más sagrado – que yo no he gastado esa cantidad ni por pienso y que, muchísimo menos, he gastado 1.000 euros en bares y restaurantes a los que llevo sin entrar “in illo témpore” porque mi presupuesto de pensionista me viene bastante estrecho y no puedo permitirme el lujo de gastar parte de él en comer y beber fuera de casa. Así que, señor ministro, le ruego ponga en búsqueda y captura a ese desvergonzado que se está metiendo entre pecho y espalda mis 2.526 euros o, al menos, los 1000 de bares y restaurantes” Y ahora permítame hacerle una pregunta: ¿Cómo hacen ustedes esas encuestas y a quien se las hacen porque a mí jamás me han hecho ninguna? Debe de ser que no visito bares y restaurante que es el lugar donde deben haber hecho la encuesta. Gracias, señor ministro.
