Danilo Diazgranados: «Y así llegamos a junio… Y sigue la incertidumbre»

Danilo Diazgranados: "Y así llegamos a junio… Y sigue la incertidumbre"

El informe del Fondo Monetario Internacional, publicado en abril pasado, vaticinaba una contracción de la economía mundial de -3% aproximadamente, peor a la registrada durante la crisis financiera global en 2008, que tuvo parte de su origen en el colapso en la “burbuja inmobiliaria” en Estados Unidos.

Además, indicaba que, si la situación mejoraba y la pandemia se minimizaba durante el segundo semestre de 2020, para el siguiente año podría revertirse la cifra negativa y pronosticar un escenario de crecimiento de 5,8% para el 2021.

Pero esos resultados están atados a algunos condicionantes… Contrario a lo que se esperaba, la región latinoamericana ha visto mermadas sus oportunidades de crecimiento y con ello el sumar puntos a la evaluación de desempeño de la economía mundial, en razón de que se ha convertido en el nuevo foco de la pandemia.
Tal situación ha sido el resultado de la no oportuna aplicación de políticas públicas sanitarias, destinadas a evitar el contagio y/o propagación del Covid-19. Y ello trae consecuencias importantes que se trasladan al ámbito financiero.

En Estados Unidos, el impacto económico de la pandemia se ha hecho sentir fuertemente. Crece el desempleo, aumenta el endeudamiento y con ello la morosidad crediticia. El futuro se torna incierto.

Mientras tanto en Europa, aunque aparentemente ya pasó lo peor, comienza a hacerse la evaluación de los daños que sigue dejando a su paso la pandemia. El cambio en los patrones de consumo, las variaciones en el gasto público, la escasez de recursos fiscales, los cambios en los flujos de capital, son tan solo algunos de los efectos perniciosos de este periodo de inamovilidad de la actividad económica en el viejo continente.

A ciencia cierta no se conocen cuáles serán los efectos de esta coyuntura en el escenario económico mundial. Lo cierto del caso es que no obstante los pronósticos favorables del FMI, el devenir financiero no está tan claro como parece.

El organismo multilateral exhorta a la implementación de urgentes medidas enfocadas en los aspectos fiscal, monetario y financiero, con lo cual se brinda un importante aliciente para mejorar la situación de hogares y empresas.

Posterior a ello, sugiere el diseño urgente de políticas tendentes a reactivar el consumo, la actividad productiva y adoptar la “nueva normalidad” que la situación impone. De igual manera recomiendan, además de las medidas ya adoptadas por los bancos centrales (las cuales comprenden impulsos monetarios y servicios de liquidez para reducir la tensión sistémica), mantener una fuerte cooperación multilateral.

Lo anterior es fundamental si se requiere contar con apoyo extra en aquellas naciones que presentan fuertes restricciones financieras con un doble impacto: sanitario y de financiamiento.

La incertidumbre se impone. El ambiente aún está denso. Algunos países apenas empiezan a reabrir tímidamente sus fronteras y con ello la actividad industrial y comercial, lo que hace muy corto el margen para vaticinar lo que nos deparará el futuro inmediato, sobre todo en términos de crecimiento de la economía mundial.

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