Hay un compatriota, aunque de patriota creemos no tiene nada, que ha de estar muy contento, pues ha conseguido algo con lo que sin duda soñaba desde hace años, dado su egocentrismo y narcisismo, que no es ni más ni menos que pasar a la historia como el número uno en algo. Si, lo ha logrado.
Creemos que se habrán dado cuenta, al menos sospechado, que nos referimos a “cum fraude”. Efectivamente ha entrado en la historia, pero estimamos que de una manera vergonzosa, pues se le recordará como el más nefasto gobernante, y con mucho, que ha tenido España desde que existe como tal. Hasta ha logrado hacer bueno, lo que parecía imposible, al rey felón.
En cualquier caso al interfecto seguro que le da igual, incluso estará orgulloso de que se le recuerde, aunque sea por ser el desastre número uno.
Esta persona puede estar contenta. Ha logrado ser el mayor fracaso tanto en política interior como exterior. Las consecuencias las pagaremos durante bastante tiempo todos los españoles. Él tranquilo. Cuando pierda su puesto, esperemos que sea cuanto antes, gozará el resto de su vida de una buena pensión, que le pagaremos sus víctimas, es decir, todos los españoles, y si las cosas se le ponen demasiado feas aquí, sabe que será acogido con los brazos abiertos en cualquier república chavista.
En política interior acaba de lograr un máximo histórico, pues la electricidad ha subido un cuarenta y cinco por cien en quince días. Cuando estaba en la oposición criticaba su precio y aseguró que él la bajaría; no le culpemos, es débil de memoria.
Siguiendo con asuntos internos, parece que no se ha enterado de la grandiosa manifestación en contra de los indultos, o quizás sí, pero como los que protestaban eran unos fachas, ni caso. No nos extrañaría nada que esté maquinando como modificar la legislación, para que los golpistas catalanes huidos, puedan regresar tranquilamente a nuestra patria y darse un baño de multitudes entre sus fanáticos.
Hay que comprenderlo, nuestra Constitución aboga por la concordia, la reconciliación, el respeto, etc., pero “cum fraude” olvida que en su artículo segundo dice “se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española”.
En cuanto a política exterior, ¿qué vamos a decir? Todos los mandatarios estadounidenses nos visitaron. Hubo alguno que eligió nuestro país como su primera visita al exterior. Sin embargo el actual, ni siquiera se dignó hablar con “cum fraude” por teléfono, aunque ha llamado a sesenta y cinco mandatarios.. Es más, viene a Europa, visita a países menos importantes, al menos hasta ahora, que el nuestro, y de nosotros se olvida. Está claro, nos considera “un don nadie”, “un cero a la izquierda”. ¿A quién tenemos que agradecérselo? Adivínenlo.
Como vamos estupendamente y nos sobra el dinero, se gasta seis con tres millones de dinero de los españoles en un proyecto de la vicepresidenta americana, (aunque solo ha atendido, después de bastante tiempo, a la quinta parte de las peticiones del ingreso vital mínimo), para así lograr que su presidente le permita acompañarle unos breves instantes, veintinueve segundos.
Así es, todos vimos a nuestro jefe que durante veinte metros, y a la debida distancia, perseguía al americano. Este último muy tieso y sin mirarlo, salvo un instante al final, se ve que iba a lo suyo. Aún así para nuestra vergüenza asegura que hablaron de defensa, de Latinoamérica y de la agenda progresista. ¡Es increíble!, pero es lo que por desgracia tenemos, o mejor dicho sufrimos.
Lo expuesto, y mucho más que podríamos comentar, nos autoriza a asegurar que, “cum frade” ha logrado su objetivo, pasar a la historia como el número uno, aunque sea de los peores gobernantes.