OPINIÓN

Jose María Manrique Garcia: «Ucrania y Marruecos tentáculos de la OTAN. ¿Quién dirige la NATO? – I»

Jose María Manrique Garcia: "Ucrania y Marruecos tentáculos de la OTAN. ¿Quién dirige la NATO? – I"

En estos momentos en que el Canciller de Rusia habla de la muy posible guerra nuclear mundial, no quiero dejar de dar mi modesto testimonio respecto a dos grandes acontecimientos de trascendencia inmensa para España: la guerra de Ucrania y la insufrible agresión personalizada por Marruecos. Para no ser muy gravoso al sufrido lector, trataré de sintetizar y plasmar ideas con gráficos.

Ucrania

Para empezar, como síntesis de la historia de Ucrania, y sin olvidar el Rus de Kíev (origen de Rusia) y el reino Jázaro que encabezan estas líneas, la adjunta ilustración muestra las peculiaridades sociológicas de la Ucrania contemporánea, engrandecida por Rusia/URSS a lo largo del s.XX. Y ello no sin citar de pasada los nunca respetados Acuerdos de Minsk (y Aquí) y los ucranianos prorrusos muertos en los ocho años de la guerra civil (y Aquí) antes de la invasión rusa. También el que pudo ser plan inicial ruso, frustrado, aparentemente, por las deficiencias de información y por la resistencia ucraniana montada en base a la ingente, antigua y siempre impulsada por Usa/UK/UE. La actual situación de los frentes dibujan, con aparente claridad, cuál va a ser el final de esta fase del ataque ruso: el dominio del Sur y Este de Ucrania, donde son mayoría casi generalizada las poblaciones son prorrusas (y más tras los desplazamientos de los nacionalistas ucranianos y las retiradas/derrotas de sus fuerzas), y quizá, al final, con frontera fluvial con la Ucrania residual, fundamentalmente, en el Diéneper, y con Moldavia al Oeste en el Diénester.

En cuanto a la marcha de la guerra hay que tener presente que Ucrania, una nación comparable en extensión y población con la nuestra, contaba, sobre el papel y según fuentes norteamericanas, con el ejército convencional más numeroso y potente de Europa. Sus posibles deficiencias en tecnologías punta, y armamento “no convencional”, eran compensadas con las ingentes y apenas secretas ayudas norteamericanas, y su experiencia de combate en la guerra civil, además de unas milicias muy politizadas, autodenominadas nazis (sin duda, muy infiltradas y manipuladas) y que representaban casi la mitad de los efectivos totales (más de 100.000 hombres). Ejemplos de la participación en la guerra de la OTAN son la probable captura del Teniente General yanqui Roger Cloutier en Mariopul y el hundimiento del crucero “Moscú”, este último, al parecer, a consecuencia de impactos en la banda que no daba a la costa; ambas cosas no han sido reconocidas por Rusia, pues, sin ningún género de dudas, llevarían a la guerra total con la OTAN.

En relación a las “milicias nazis”, la labor de la OTAN/Ucrania es impresionante y casi increíble: han sido capaces enfrentar a muerte dos pueblos hermanos e instrumentalizar una ideología que supuestamente detestan, como es el nacional-socialismo alemán, en favor de sus intereses. Hay que recordar que tanto Zelensky, y muchos de sus colaboradores, como Boris Johnson (el Primer Ministro inglés) son judíos askenazis reconocidos, y, seguramente, Úrsula Von der Leyen, dado su origen e inclinaciones (también lo es la ex canciller Ángela Merkel).

Los últimos apuntes gráficos son ejemplos de la manipulación mediática que nos inocula la maravillosa personalidad de Zelenski y el no menos ejemplar comportamiento (democrático y ético) de sus fuerzas, sin olvidar el de la OTAN y sus aliados. Zelenski ha suprimido todos los partidos políticos y medios de comunicación y dado, al menos, rienda libre a los grupos paramilitares que han asesinado a 11 alcaldes e innumerables ciudadanos ucranianos de cualquier sexo y edad; y eso por no hablar de masacres de bandera falsa (Bucha, Kramatorsk, etc).

En Bucha los cadáveres aparecieron tras la retirada rusa (es impensable que dejaran esas “pruebas” tan a la vista … y algunas autopsias lo demuestran). El nº de serie del “misil ruso” en Kramatorsk era ucraniano (como otros caídos en ciudades del Donbass). Y lo que no ofrece dudas es el ingente número de vídeos de milicianos y soldados ucranianos torturando y matando a soldados rusos, compatriotas suyos prorrusos y periodistas occidentales independientes.

No puede sorprendernos, al menos no desde la uniformidad tiránica de la manipulación asociada al Covid, que prácticamente todos los Gobiernos y Media apoyen el discurso oficial “atlantista” (sajón), eludan la mínima búsqueda de la verdad e impongan una censura casi imposible de superar. Y, en relación a la mínima equidad y ética, no es que se demonice a Rusia, es que se da carta blanca para cualquier desafuero/crimen no solo a Ucrania, sino a esa alianza atlántico-global que nos tiraniza y, mire usted por donde, no le ha salido nunca eso de defender Ceuta y Melilla, e incluso Canarias. Y lo mismo hay que decir de la Unión Europea, una de cuyas principales fronteras son esas tierras españolas. Para estos aliados, que seguramente nos llevan de cabeza a una guerra nuclear, no hace falta enemigos.

Pero esa historia africana es digna de un trabajo propio posterior.

Gaudium cum pace, Felices (y atrasadas) Pascuas de Resurrección.
J.Mª. Manrique

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