Pregonero de sus bandos,
Cuando tiene la ocasión
De tocar el violón
Del que él tiene los mandos,
Entonces sale al balcón
A ponerse la medalla,
Que en esto él nunca falla,
De los éxitos ajenos;
Pero para poner frenos
A sus fiascos, … ¡no da la talla!;
Él convierte su defensa
En usar armas de ataque,
Unas veces con su jaque
Al Rey, y otras a la Prensa,
Tele y Radio, almanaque
Dispuesto a destruir,
Si en él no se le hace oír,
Ver y leer tantas falacias,
Como otras verbigracias,
Que nos ponen a parir;
En sus manos de este modo,
Tan sutil y tan astuto,
El vil Poder Absoluto,
España pisará el lodo
Y le rendirá tributo
A quien sin más que su don
Para pocos, un pendón
Para muchos y un leño
Seco a la Vida es Sueño
Y los sueños, sueños son …
Señor Sánchez: ¡atención!;
Ya lo dijo Calderón
Antes que su violón
Tocara sin ton ni son:
Que usted ni gallo espolón,
Ni gallina huevos pon.