Este 1 mayo 2014 Antonio Gala titula Un día común su sección La tronera en el diario El Mundo.
De vez en cuando, una ciudad, una nación, la humanidad entera se plantean breves proyectos voluntarios de amor o compasión. Son el día del hambre, el del amor fraterno, el del niño, el del padre, el de la madre, el de los enamorados, o, como hoy, el Día del Trabajo…
Añade:
Son cómodos y espaciados recordatorios que llaman sin mucha urgencia a las puertas del corazón (que anda quizá embebido en sus cosas, o que quizá ya no anda). Sin embargo, hay instantes en que a una ciudad, a una nación, a la Humanidad entera las sacude un acontecimiento no previsto.
Y concluye:
De ahí que el Trabajo, con mayúscula, sea una buena razón de compañerismo y solidaridad.
