Este 14 de julio de 2015, escribe Alfonso Ussía en La Razón una columna titulada ‘Ni una peseta’ en la que arranca diciendo:
Lo he contado. Se celebraba en el Hipódromo de La Zarzuela la Copa del Generalísimo. Aquel año, Franco no pudo asistir y acudió en su nombre el Vicepresidente del Gobierno, Capitán General Agustín Muñoz-Grandes. Se presentó en el Hipódromo conduciendo su propio «Seat 600» y le causó molestia la presencia masiva de coches oficiales.
Añade:
Y concluye:
Y a partir del decenio de los sesenta la Guerra parecía tan lejana como la de Cuba o Filipinas. Se han empeñado en remover una parte de ella. Y olvidado que España, a la muerte de Franco, era una nación con ilusiones y un tejido industrial y laboral admirable. Con grandes obras públicas culminadas. Con livianos impuestos a los trabajadores. La más justa conclusión respecto a la Memoria Histórica de aquel tiempo, es que no se robó. Sencillamente.