Le da igual 8 que 80.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, está dispuesto a quebrantar la ley con tal de seguir un cuarto de hora más en la poltrona de La Moncloa, tal y como atinadamente le dijera en octubre de 2018 Albert Rivera.
Este 28 de mayo de 2021 es Federico Jiménez Losantos en su tribuna de El Mundo quien tiene claro que el jefe del Ejecutivo socialcomunista se ha echado definitivamente al monte para contentar a sus socios separatistas y proceder a indultar a los golpistas del 1-O.
El también director de ‘Es la Mañana de Federico’ (esRadio) asegura que Pedro Sánchez «se dispone a hacer lo que le dé la gana» y dice que ha abierto una espita que resulta prácticamente imposible de cerrar.
Y es que el inquilino de La Moncloa, a pesar del informe en contra de Tribunal Supremo sobre los indultos a la banda de Oriol Junqueras y compañía, él está empecinado en seguir por la senda de la ilegalidad:
Que el Gobierno se proclame intérprete del espíritu de la Constitución identifica a Sánchez y a su partido con los caudillos militares o civiles que pueblan la historia del mundo, pero de los que creíamos habernos librado. Y naturalmente lo opone, lo enfrenta en términos de radical exclusión, con la Constitución misma, que es un conjunto de leyes, no de espíritus a gusto del muecín, intérprete, trujamán o mesías que se anuncia a sí mismo y que no ve más soplo del Espíritu que el que hincha las velas de su ambición.
Losantos certifica que el líder del PSOE ha comprado sin disimulo el mismo lenguaje que vienen usando los independentistas para poner de vuelta y media a la Justicia patria:
Sánchez ha usado la misma palabra contra la Justicia española que los golpistas catalanes en el juicio: «Venganza». Y no sólo porque su partida está dominada por otro partido, el PSC, cuya inanidad está a la vista en Cataluña y cuya voracidad brilla en las grandes empresas, sino porque ha asumido que su continuidad en el poder pasa por dejar de ser un escolta del golpismo para ponerse a la cabeza misma del golpe.
Para el periodista de Orihuela del Tremedal (Teruel) ya no cabe duda de que ya no es el golpe ideado y diseñado por el prófugo Carles Puigdemont u Oriol Junqueras, sino que el propio Sánchez ha optado por encabezarlo él mismo:
Ya no estamos ante el golpe de Junqueras o Puigdemont sino del golpe de Sánchez, que actúa con la complicidad del Gobierno, del PSOE y del PSC.
Y no duda en afirmar que esa era la condición indispensable, la de ponerse a liderar el golpismo catalán, para poder permanecer en la poltrona presidencial, que es lo único que parece importar a un Sánchez al que le trae sin cuidado la unidad de España:
Para seguir en el poder, Sánchez se ha puesto a la cabeza del golpe de Estado en Cataluña, extendiéndolo a toda España. Y Sánchez son también su Gobierno y su partido, el PSOE, tan golpistas como él.
