El socialista Pedro Sánchez y sus amiguetes

España va muy bien, pero solo para algunos

Abalos, Pepiño Blanco, Zapatero, Iglesias...

España va muy bien, pero solo para algunos

La corrupción es un gigantesco iceberg, que amenaza con llevarse a España por delante…

Al igual que sucede con los icebergs, sólo aflora el diez por ciento, de forma que podemos decir, sin temor a equivocarnos, que conocemos muy poco de lo que realmente sucede en nuestra Patria.

Y para muestra, unos pocos ejemplos:

El presidente del gobierno concede una subvención a la empresa de sus padres, de 701.000 euros, es decir, se auto subvenciona, en diferido.

Pero nadie se escandaliza; faltaría más.

El gobierno tiene nombrados a dedo 1.200 asesores, cada uno de los cuales nos cuesta de media cien mil euros al año, entre sueldos, pagas extras, cotizaciones a la seguridad social, etc., para que luego redacten unas cartas llenas de faltas de ortografía, y le digan al presimiento –no es un error-, lo que quiere oír.

En realidad los “asesores”, la mayoría de los cuales no tienen idea de nada, son meros comisarios políticos, a los que se da un puesto en el pesebre de los presupuestos públicos,  del que puedan comer, mientras se dedican a hacer política.

Y lo mismo sucede en las autonomías, diputaciones provinciales –absolutamente prescindibles-, ayuntamientos, etc.

Nadie se queja, o denuncia esta situación, ante semejante despilfarro del escaso dinero público.

Felipe González y Bono se nacionalizan en la República Dominicana.

Ellos sabrán por qué.

El esposo de Nadia Calviño, vicepresidenta económica del gobierno, monta una empresa para “gestionar” las ayudas que vienen de la UE, y dárselas –supongo-, a los que más paguen por ellas.

A todo el mundo le parece normal, o, por lo menos, callan como los cobardes que son.

La pareja de la fiscala general del gobierno, que no del Estado, firma un contrato con Venezuela, por el que le pagarán nueve millones de euros por “coordinar las relaciones con la fiscalía general española”, o algo así.

Por supuesto el contrato lo firma por medio de una sociedad, que es la titular del despacho de abogados, o despecho de influencias, que tiene en Madrid.

Se trata de Baltasar Garzón, juez condenado por prevaricación.

A continuación se compra un suntuoso chalet, en una urbanización de lujo, y parece ser que se vaya a vivir allí con la fiscala generala del gobierno.

Todo muy normal…

Nadie se escandaliza.

Nuestra capacidad de asombro ha desaparecido…

Mientras tanto, Lola de Garzón y del  PSOE, siguiendo las órdenes del aspirante a dictador, Pedro Sánchez, pergeña un nuevo reglamento de la carrera fiscal, para atar corto a los fiscales, que algunos piensan que están para perseguir la corrupción y los delitos cometidos por los políticos, ¡y eso no se puede permitir!

A todo el mundo le parece “estupendo” que se maniate a los fiscales, que los hay muy chulos, y se creen que están para aplicar el Derecho. ¿Y dónde se ha visto eso…?

Pepiño Blanco, que creo aún anda por primero de Derecho, después de muchos años de no estudiar nada, aunque creo que hasta aprobó una asignatura – aprobado p. c., es decir, por caridad cristiana-, crea una empresa para gestionar las ayudas de la UE… (A un panal de rica miel, cien mis moscas acudieron, como decía Samaniego…).

A todo el mundo le parece “bien”.

Creo que es eurodiputado, pero para este gene no hay incompatibilidades.

Hacen lo que les da la gana, porque ellos lo valen…

Ayuso compró 250.000 mascarillas, en plena pandemia, supongo que para los sanitarios y funcionarios de la Comunidad de Madrid, a una empresa el que trabaja su hermano, y se monta la mundial… Le denuncian en todas partes, hasta en la fiscalía europea, y como ella dice con su particular gracejo, sólo falta que la ONU la investigue.

Pero Ábalos compró 13.000.000 de mascarillas, que se dice pronto, por más de cuarenta millones de euros –cada mascarilla nos costó más de tres euros, IVA incluido-, a China, faltaría más, de baja calidad, y defectuosas –varios carteros murieron, “gracias” a esas mascarillas-, y más de 4.000.000 millones se almacenaron en el  Ministerio de Transportes, Fomento y pelotazos al por mayor, y no pasa nada…

La fiscalía provincial de Zaragoza se negó a investigar los hechos, y la Sala Segunda del Tribunal Supremo, dada la condición de aforado de Ábalos, también, pues dijo que la legislación excepcional que el  gobierno dictó en su propio beneficio, le permitía hacer lo que le diera la gana.

España es ansí.

Y ansí nos va.

Como colofón, ha muerto mi convecino de avenida, don Luís Roldán, ex director general de la guardia civil, y “socialisto” de pro, condenado a 31 años de cárcel por numerosos delitos.

Pero los más tres mil millones de las antiguas pesetas, unos veinte millones de euros actuales, que robó del dinero público, según los tribunales…, han “desaparecido”.

Y, por supuesto, no se ha restituido nada al erario público.

Faltaría más. ¡`Hasta ahí podríamos llegar!

También los tres millones de euros que dicen obtuvo de la venta de un lujosísimo chalet en una isla caribeña en el Caribe, aprovechando que la audiencia nacional, “casualmente” se olvidó de renovar el embargo…

El hombre no era una inteligencia superior, pero sí muy listo, y cuándo el  chalet quedó libre del embargo, rápidamente lo vendió, y se embolsó el dinero, que supongo puso a buen recaudo, en algún paraíso fiscal.

Descanse en paz, y que Dios le perdone.

Ramiro GRAU MORANCHO

Jurista y escritor

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