Qué difícil es que una persona buena se considere así mismo como tal.
Tan solo los autoindulgentes ´buenistas´, seguramente por meterse ellos en el paquete, opinan que todo el mundo es bueno salvo unas pocas excepciones, cuando en realidad es justo al revés.
Jesucristo que nos conocía bien, nos llamaba –entre otras lindezas- ´raza de víboras´, y hasta al propio apóstol Pedro, le llamó ´satanás´ [Mateo, 16:23].
En este orden de cosas y para concluir, tan solo recordar otro pasaje del Evangelio: Se ponía ya en camino (Jesús) cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?
Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios [Marcos, 10:17-18].
NOTA: El presente artículo tan solo va dirigido como reflexión para aquellos ´buenistas´ que se consideran cristianos. El resto de ´buenistas´, que son legión, desde su inflada y poco justificada superioridad moral, que hagan lo que les dé la real gana; están en su derecho, amén de que nadie les podrá tachar de incoherentes con sus creencias y descreencias, aunque sí de hipócritas.