La ‘confirmación’, hablando desde el ámbito religioso, es un sacramento que completa la obra del Bautismo. Por la Confirmación, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo y se une más íntimamente con la Iglesia, ayudándole a ser testigo de Jesucristo y su obra.
Si pasamos al ámbito laico, la ‘confirmación’ adquiere otro sentido. Por ejemplo, la confirmación en el ámbito de las noticias. Leemos una noticia y, a veces, nos parece tan exagerada, o estrambótica, que dejamos en suspenso su aceptación. Esperamos a que pasen los días, a ver si esta noticia inicial se confirma, o no. Creo que esta debería ser la conducta habitual de los ciudadanos.
Entre las muchísimas noticias que me dieron un silencioso mensaje de alerta, recuerdo que hacía referencia al expresidente USA, Donald Trump, ahora ganador de nuevo en las presidenciales. ‘Trump augura un ‘baño de sangre’ si no gana las elecciones en Noviembre’. (Es. Diario/17/marzo/2024.)
La noticia me pareció tan escandalosa que la dejé en suspenso. No podía creer que Trump fuese tan profundamente loco e irresponsable.
Al día siguiente, leí:
‘La frase entrecomillada la dijo en un mitin en Ohio durante un discurso del expresidente sobre el sector del automóvil y el arancel que les pondría a los coches chinos producidos en México, no en relación con lo que pasaría si no es elegido presidente’. (Maldita.es/18/marzo/2024.)
Es sólo un ejemplo. Sin embargo, insisto en la conveniencia de que los ciudadanos sean sanamente escépticos. A la mínima sospecha de la veracidad de una noticia, deberían suspender su aceptación. Esto no significa que la confirmación proporcione una garantía al cien por cien. Pero es una garantía muchísimo mayor que tragar la noticia desde el primer momento. Con la Inteligencia Artificial, aumentarán/perfeccionarán enormemente las noticias falsas. Y será mucho más difícil comprobar su veracidad.
Los ciudadanos tendrían que dedicar mucho tiempo a protegerse de las informaciones falsas. Si no lo hacen, vivirán en un mundo falso, el que las élites (por medio de sus criadas mediáticas) han querido difundir.
Ahora, confirmación de las ideas. ¿Qué es una idea? El Dictionary of Philosophy, de Penguin, en su segunda acepción, dice: ‘… este término se usa, ante todo, para significar que algo existe en la mente. Una idea es un contenido mental, una representación mental’.
Algunos tienen un contenido mental- una representación mental- de algo que no cambia nunca, debido al fanatismo. Por ejemplo, un ‘mundo feliz’. De izquierdas, por supuesto.
Para que se entienda mejor, haré una referencia al destacado filósofo norteamericano W. van Orman Quine. Diccionario Espasa de Filosofía: ‘Si entendemos las teorías científicas como ‘un campo de fuerzas’ compuesto por una serie de círculos concéntricos interconectados parcialmente entre sí, y cuyo círculo exterior es el que está en contacto con la experiencia, comprobamos que el científico tiende siempre, cuando se topa con alguna anomalía, a dejar más o menos inmodificado el grupo de círculos interiores, los que formarían, por ejemplo, los enunciados considerados analíticos, como los de la lógica o algunas intuiciones muy básicas de nuestro sentido común…’
Creo que todos actuamos de forma parecida a estos científicos a los que se refiere Quine. Tenemos algunas creencias periféricas que somos capaces de cambiar- si nos parece justificado-, mientras mantenemos mucho más protegidas- en el interior- algunas creencias que consideramos básicas.
Pero, como dice Quine, ni siquiera los círculos interiores más protegidos, lo están para siempre y bajo cualquier circunstancia. La búsqueda de la verdad debe estar primero. Para la gente decente.
Resumiendo. Hay personas que interiorizan- en los círculos más interiores- algunas ‘verdades absolutas’ que defienden dogmáticamente. Es el comportamiento aborregado de los fanáticos socialistas.
‘El PSOE se moviliza para exaltar a Pedro Sánchez en el Congreso Federal de la semana que viene’. (VozPopuli)
¡Qué asco dan!
Dos comentarios finales. El que interioriza- en los círculos más internos- (‘Somos la izquierda’, los buenos; la ‘fachosfera’, los malos), termina siendo idiota, si ya no lo era. Alberto no entiende la importancia de la ‘batalla cultural’. Y si la entiende, y calla, renuncia a ser alternativa a la izquierda. Sólo ‘gestión y moderación’. Fracaso y ridículo pepero.
Segundo, si este comportamiento sectario/enfermizo está generalizado, la democracia sólo existe de nombre. La democracia requiere- al menos, mayoritariamente- ciudadanos libres, informados y responsables. ‘El PSOE en pie aplaudiendo a Santos Cerdán tras revelar Aldama que le pagó 15.000€ en comisiones’: «No van a vencernos». (VozPopuli)
¡Espectáculo denigrante!¡Con esta tropa no se puede construir una democracia!
A estas alturas del envilecido viaje socialista, y más con las contundentes declaraciones de Aldama, confirmando la corrupción del gobierno, votar al ‘puto amo’, es aplaudir y confirmar la corrupción y la infamia de esta secta socialista sin escrúpulos.
‘’Aldama detalla la corrupción integral con 6 ministros y la cúpula del PSOE: (ElMundo.)