No se plantea dudas sobre el dogma ni el magisterio

El creyente Antonio Casado, súbdito ideal de cualquier dictadura

Por su fe inamculada ya apareció en VerdadMentira hace unas semanas

El creyente Antonio Casado, súbdito ideal de cualquier dictadura
Mussolini.

Ahí está. Con un par: el chivatazo al jefe de recaudación de ETA no benefició a ETA, "todo lo contrario". Entonces, la perjudicó, ¿no?

¡Cómo se humillan los progres ante los policías! A Antonio Casado ni se le pasa por la cabeza que un policía se haya chivado a ETA. Esta fe en la Fuerzas del Orden Público no la tenían ni las abuelas que vieron a los camaradas de Marcos Ana matar, quemar, robar y violar.

Antonio Casado, como buen fanático creyente en la iglesia progresista, no se plantea dudas sobre el dogma ni el magisterio. En el caso del bar Faisán (mucho más grave que los GAL, perpetrados por otro Gobierno socialista, por cierto) ni se le pasa por la cabeza que un policía avisase a un jefe etarra de una redada. Lo dice y lo repite en las tertulias y tribunas de las que goza este sinsorgo:

Ni se me pasa por la cabeza la posibilidad de que la conducta de un profesional de la policía sirva a la causa de una banda armada.

Por su fe inamculada ya apareció en VerdadMentira hace unas semanas:

Ni se pasa por la cabeza, ni por lo más remoto, pienso que hay un policía haciéndole un favor a un etarra.

Pues a muchos jueces, abogados, policías, periodistas, ciudadanos y políticos si les entra en la cabeza. Quizás haya que abrírsela para sacarles esas calumnias contra el poder progresista.

En Italia las milicias fascistas tenían como uno de sus mandamientos el siguiente:

  • Mussolini siempre tiene razón.

Me imagino a Casado saliendo por las mañanas camino de sus tertulias, después de haber leído el argumentario, y repitiendo: «Mi Duce siempre tiene razón, mi Duce siempre tiene razón». Y ya sabemos quién es su duce, ¿no?

En la foto de abajo podemos ver a Mussolini junto a un Casado de la época construyendo la nueva Italia. Y el Casado murmurando el trilema fascista Creer, obedecer, combatir y añadiendo «¿qué hay de lo mío?».

Al menos Enric Sopena no es tan sumiso como Casado:

Lo del bar Faisán pudo ser un error, pero no fue en absoluto un crimen. Ni nadie de las fuerzas de Seguridad del Estado actuó «para beneficiar a ETA». Todo lo contrario.

Ahí está. Con un par: el chivatazo al jefe de recaudación de ETA no benefició a ETA, «todo lo contrario». Entonces, la perjudicó, ¿no?

Estamos ante alguien que prefiere pasar por malo antes que por tonto. Lo prefiero; al menos te permite hacer gimnasia intelectual y esgrima literaria.

Artículo originalmente publicado en el blog Bokabulario.

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