Albert Rivera rompe la actualidad política enquistadísima in extremis este 16 de septiembre de 2019, aunque parece poco probable que su proposición triunfe: va a pedirle al PP la abstención conjunta para que gobierne Pedro Sánchez a cambio de tres condiciones.
Rivera quiere un acuerdo a tres, una suerte de ‘pacto constitucionalista’, para que el presidente en funciones se comprometa a tres grandes cuestiones:
- Romper directamente con el acuerdo para el gobierno de Navarra.
- Montar una mesa para el 155 en Cataluña y el compromiso de no indultar a ningún preso político.
- El acuerdo de un programa económico con la línea roja de no subir impuestos.
Hacía tiempo que el líder de Ciudadanos no se ponía de rabiosa actualidad política por una acción a priori con cierta inteligencia: el de Ciudadanos, con este gesto, cambia la baraja, se sitúa él mismo en el centro del interés y sobre todo, pone en un aprieto a Sánchez. Si Pablo Casado acepta esta idea, todo el peso recaería sobre Pedro Sánchez, cuya nueva convocatoria de elecciones le dejaría más tocado que antes de este pseudo-pacto con la derecha.
Esto se puede solventar en 30 segundos para que haya legislatura, si Pedro Sánchez dice sí.
A priori podría parecer que Albert Rivera hace un movimiento con sentido de Estado e inteligente también para sus propios intereses, pero quién sabe si todo sea una vez más solo un movimiento por ganar el relato.