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Fango a más no poder.
Pedro Sánchez, que llegó a la comisión de investigación del Senado con cara de funeral, trató de marcar territorio desde el primer momento.
¿La táctica?
Tratar de alargar hasta el infinito las respuestas a cada pregunta que se le formulaba.
María Caballero, de Unión del Pueblo Navarro, fue la primera en comprobar las malas artes del presidente del Gobierno.
La senadora navarra, concreta en sus preguntas, vio como el inquilino de La Moncloa se marcaba soliloquios interminables para no dar respuestas.
Caballero arrancó así:
¿Puede aclararnos si ha recibido pagos de dinero en sobres de su partido?
Pedro Sánchez, sin embargo, empezó a hablar de las veces que había comparecido en el Senado y a no responder a lo que se le preguntaba.
Pedro Sánchez llega al Senado para afrontar su calvario pic.twitter.com/MBGHDRNLiJ
— Juan Antonio Alonso Velarde (@juanvelarde72) October 30, 2025
El dirigente del PSOE sí que reconoció que pudo haber cobrado en metálico en alguna ocasión:
Estoy convencido de que en alguna ocasión he podido liquidar gastos, siempre contra fractura, que es lo que se ha dicho por parte de otros responsables como secretario general del Partido Socialista.
🔴 Pedro Sánchez «no recuerda» si conoce a Antxon Alonso, el socio de Cerdán que negoció con Bildu y PNV la moción de censura de 2018. pic.twitter.com/r4Wab0b6K9
— Partido Popular (@ppopular) October 30, 2025
Llegó un momento en el que la estrategia del presidente del Gobierno fue tan evidentemente burda, incluso metiendo en el ajo al presidente de la comisión del ‘caso Koldo’, Eloy Suárez, al que irónicamente llamó «imparcial» que este le tuvo que llamar al orden:
Señor Sánchez, no va a discutir conmigo. Demuestra usted una valentía tremenda sabiendo que yo no me puedo defender.
🚨Comisión Koldo: El presidente de la comisión, Eloy Suarez, obligado a llamar al orden a Sánchez a los pocos minutos de iniciarse la comparecencia pic.twitter.com/4bSlH8FJkH
— Noticias Mediodía (@MediodiaOC) October 30, 2025
María José Caballero llegó a acorralar al jefe del Ejecutivo con preguntas muy precisas.

¿Qué cree que eran las chistorras que aparecen en el informe de la UCO?
El inquilino de La Moncloa volvió a irse por los cerros de Úbeda:
No lo sé, no usamos esos términos, hay otros partidos que usan magdalenas y bizcochos.
También Sánchez recurrió a la ironía y hasta a la burla cuando Caballero le preguntó por quiénes le acompañaron en su recorrido por España a bordo del Peugeot para reconquistar el control del PSOE en las primarias de 2017:
¿Me está preguntando cuántos íbamos en el Peugeot?
En el turno de Ángel Pelayo Gordillo, de VOX, hubo una pregunta que sacó de sus casillas de Pedro Sánchez:
Dígame, señor Sánchez, ¿a cuántos directivos de empresas cotizadas o dependientes de fondos públicos contactó usted personalmente para que recibieran o colaboraran con su esposa?
Sánchez, una vez más, optó por no responder.
En cambio, quien sí estuvo contestando, fiel a su estilo macarruzo, fue Óscar Puente, que desde la red social X se dedicó a colgar mensajes de este tipo:
Si el nivel de la derecha en el Congreso es penoso, lo del Senado ya es para llorar.
— Óscar Puente (@oscar_puente_) October 30, 2025
He visto ridículos grandes en el senado. Pero el de la senadora de UPN de hoy es de los mayores. Le pregunta y antes de que conteste le dice, “tengo que seguir que tengo poco tiempo”. La compareciente es ella.
— Óscar Puente (@oscar_puente_) October 30, 2025
En el turno de los senadores integrados en el Grupo Parlamentario Izquierda Confederal, estos le hicieron el trabajo a Pedro Sánchez sacando cuestiones que nada tenían que ver con el objeto de la comparecencia, hablando de sobresueldos de Alberto Núñez Feijóo (PP), los 7.291 muertos que vende la izquierda en Madrid, el 11-M o la DANA, lo que motivó que el presidente de la comisión, Eloy Suárez, tuviera que llamar al orden a esos políticos.
Hasta tal punto se trató de desviar la cuestión que al senador Enric Xavier Morera se le llamó al orden por tres veces y se le acabó quitando el turno de palabra.
El presidente Sánchez criticó que se hubiesen traspasado varias líneas rojas, pero no con los casos de corrupción, sino por las investigaciones iniciadas por organizaciones como Manos Limpias:
Se han traspasado muchas lineas rojas por parte del sindicato Manos Limpias y tabloides digitales que se han dedicado a propagar fake news. Cuando el fango se seque se verá la verdad: que este es un Gobierno limpio y que cuando ha visto un mínimo atisbo de corrupción ha actuado con contundencia.
Igualmente, Sánchez negó conocer a Koldo García y lo definió como poco menos alguien que pasaba por ahí:
Mi relación con Koldo García era anecdótica.
Y eso a pesar de que el propio presidente del Gobierno no dudó en hacerse varias fotos con él y aún circulan por las redes varios post en lo que elogiaba al asesor de José Luis Ábalos.
No fue tan ‘amable’ el senador de Comisión Canarias, Pedro Sanginés, que hizo énfasis en las responsabilidades políticas que tiene el presidente del Gobierno. “pretender que no hay responsabilidades políticas hasta que no haya penales -a sabiendas que aquí no las puede haber- es trampear trilera y conscientemente el propósito de esta comisión”.
Le recriminó su intento por acabar con las acusaciones populares en las causas judiciales: “Leyes propongo que para mí no antepongo”, le reprochó.
Ante la insistencia del parlamentario, Sánchez tuvo que reconocer su responsabilidad política en los nombramientos de Ábalos y de Cerdán.
Además, tiró de hemeroteca para retratarle, al recordar sus declaraciones en 2021 en las que afirmó que “cualquier atizbo de corrupción en el Gobierno iba a a ser extirpado de raíz, y eso hemos hecho”.
Sobre esto, consideró que lo traicionó el subconsciente y que hacía referencia a Ábalos y su destitución en esas fechas.
Con Eduard Pujol, de Juntos por Cataluña, la principal obsesión de Pedro Sánchez fue recordar que él permanecerá sí o sí hasta 2027 y que después todo dependerá de lo que los ciudadanos elijan en las urnas.
Sin embargo, ahora el ‘enemistado’ representante del partido de Puigdemont le afeó que Ábalos estuviese “más pendiente de transformar Teruel en Las Vegas que de los trenes y del ministerio”.
Sánchez afirmó que no “le constaba” lo de la juerga del Parador de Teruel y aseguró que el exministro cumplió con su labor al frente de la Cartera de Transportes.
“Me parece increíble que vivan en esta burbuja. Dominan el arte de la oratoria pero el de la realidad. Rodalies continua siendo un caos y tuvimos un ministro que durante tres años pues vivía bajo las alucinaciones de las luces de neón”.
Pese a todos los escándalos de corrupción que salpican a su partido, su Ejecutivo y su círculo íntimo, el presidente ha afirmado que “este es el Gobierno más limpio de la historia de la democracia junto con el de Rodríguez Zapatero”.
El independentista también le recriminó que nunca admitiera que tiene la culpa de nada. “Viendo todo esto, uno tiene la sensación que usted nunca tiene la culpa de nada y piensa ‘pobre Pedro Sánchez, en el colegio le robaban el bocadillo’. Si no, no se puede entender”.
Tras la penosa intervención del representante del senador del PSOE, fue el turno del popular Alejo Miranda, que recriminó que desde que estallaron los casos de corrupción que le rodean, no había pisado el Senado.
“No ha venido aquí no porque usted quiera sino porque el Partido Popular le ha arrestado”.
Le hizo tres apreciaciones al inicio de su turno de palabra:
Respetamos la presunción de inocencia; la suya, la de su mujer, la de su hermano, la de su Ábalos, la de su Cerdán. También le afeó la actitud por no dar respuestas concretas: “Nosotros preguntamos y usted responde, no al revés”. La tercera, fue recordarle que mientras muchas personas pasaban momentos críticos -como él mismo que estuvo en una UCI-, sus compañeros socialistas se deciaron a hacer negocios.
A la pregunta de si se avergonzaba de Ábalos, Koldo y Cerdán, Sánchez fue incapaz de responder directamente y echó balones fuera para evitar afirmar o negarlo.
También afirmó que “en absoluto” conoce ni ha tenido relación con Víctor de Aldama.
