El PSOE no termina en Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba. Un tercer candidato, que trabaja en Bruselas y no tiene, al menos por el momento, una proyección pública similar a la de los ex ministros, también aspira a conseguir la Secretaría General del principal partido de la oposición. Antonio Quero, que se ha sometido a una cargada agenda que le lleva a viajar por toda España para reunirse con los militantes socialistas, ha acudido a Periodista Digital para hablar de su proyecto político. El de este extremeño de 44 años es un caso excepcional. A diferencia de sus rivales, no se lanza a la precampaña desde la cúpula de su formación política. Al contrario, surge desde el debate sostenido por parte de la militancia a través de las redes sociales en internet.
He llegado con la política 2.0, Una herramienta que ha permitido que en un desafío tan grande como es este congreso del PSOE, pues poner en conexión la mayor cantidad posible de simpatizantes y militantes de toda España y ponerlo en común elaborando una serie de propuestas, hemos llegado hasta el punto de alimentar y marcar el debate principal que esta teniendo el PSOE en este momento.
Estamos haciendo todo lo posible para que sea factible. Hemos pasado del 2.0 a la realidad, visitando las provincias que podemos. Habíamos hecho un programa pero estamos añadiendo visitas porque así nos lo están pidiendo los delegados y simpatizantes. Donde vamos el Partido nos recibe de igual manera que a otras candidaturas, y reconocen que es una herramienta al servicio de unas propuestas que han sido el eje del debate que se han presentado para Sevilla y merecen tener voz propia en Sevilla y por ahora vamos sumando un número de avales que si siguiera este ritmo en todas las provincias, se llegaría al 20 por ciento.
Esa cifra resulta fundamental, es la proporción de avales necesarios para poder presentar su candidatura en el Congreso Ordinario que el PSOE celebrará en Sevilla. Él se muestra como algo radicalmente diferente a sus rivales:
Una de las motivaciones de este paso es que hasta ahora solo había dos candidaturas pero una sola vía. Ahora podemos ofrecer una segunda vía, podemos ofrecer una opción de cambio, que está conectando con el electorado que se alejó de nosotros, con los militantes que están decepcionados y por eso pensamos que es una asignatura de futuro.
Hemos partido de un diagnóstico y sobre esa base elaborar recetas. Todos teníamos bastante claro que la socialdemocracia ha pecado de incomparecencia ante la crisis y cuando ha empezado a articular respuesta no respondían a los principios y valores de nuestro partido y eso ha sucedido porque tenemos un modelo de partido con insuficiente democracia interna, debate y exigencia de responsabilidad para alimentar la generación de ideas y asegure que esas ideas están en consonancia con nuestros ideales. Queremos presentar un modelo de partido con ideas concretas y contenidos desarrollados sobres participación, procesos de elección abiertos para los candidatos y rendición de cuentas.
Quiere transformar el modo en que funciona el Partido Socialista:
Habíamos empezado en el conjunto del partido, en concreto en el programa electoral, a dar medidas. Los políticos tenemos que servir como ejemplo y estar a la vanguardia. En los partidos políticos no hay esa esa cultura de debate, responsabilidad y que generará respuestas más eficaces porque la gente habrá podido participar. Si dirigiera el PSOE me gustaría hacer una vanguardia de democracia participativa, y servir también con nuestros compañeros europeos.
Defiende que el sistema de primarias basado en ‘un militante, incluso un simpatizante, un voto’ se aplique para elegir al líder del PSOE:
Las otras candidaturas han propuesto que además de que los militantes decidan, puedan hacerlo los electores. Creemos que es incoherente que defendamos eso para elegir al Presidente del Gobierno, pero no para el secretario general del partido. Eso hará que los delegados no se ocupen de ello y puedan dedicarse a debatir en el congreso las enmiendas.
Firme defensor de la UE, reconoce que los ciudadanos sienten desapego hacia la idea de Europa, algo que achaca a la falta de eficiencia de sus líderes:
Habrá que preguntarse si la ineficacia de Europa se debe a Europa en sí, o a los líderes que la dirigen. En un mundo globalizado necesitamos instituciones que son herramientas al servicio de los ciudadanos, para estar equipados y que el poder ciudadano pueda ser soberano por encima del económico, por ejemplo. Las clases políticas nacionales tienen que racionalizar con Europa.
