Pablo Casado no se va a mojar en este pringoso asunto (Cospedal encargó «trabajos» a Villarejo, que llegó a Génova en el coche de su marido).
El presidente del PP ha roto su silencio sobre María Dolores de Cospedal, tras hacerse públicas varias grabaciones de la exsecretaria general y su marido con el excomisario José Manuel Villarejo.
Casado ha dejado claro que Cospedal ha dado explicaciones y no ha mentido, pero ha enviado una advertencia: cualquier conducta que se separe de la transparencia, ejemplaridad y rendición de cuentas contará con su absoluto rechazo.
Al cuarto día, Casado se pronunció. No ha sido un apoyo expreso a Cospedal.
Casado se sigue moviendo con la máxima prudencia, consciente de que el culebrón de las cintas de Villarejo no ha acabado y en los próximos días puede haber nuevos audios, aún más polémicos que los anteriores.