Descubre la provincia donde el agua esculpe paisajes, cultura y una forma de vida, invitándote a una experiencia sensorial única lejos de las rutas masificadas

El Encanto del Agua de Jiangsu: Un Viaje a la China que Fluye

De los canales serenos de Suzhou a la grandeza imperial de Nanjing, un recorrido por los paisajes líquidos que han inspirado poetas y emperadores durante siglos

Provincia de Jiangsu . Río Fengcheng

Hay una China que no sale en las guías convencionales. Una China donde el tiempo sigue el compás de los remos en el agua y la belleza se esconde en el recodo de un canal. Donde la gastronomía es un arte y los jardines son poemas filosóficos. Esta China tiene nombre y apellido: Jiangsu.

Si tuviera que definir esta provincia con una sola palabra, sería fluir. Ubicada en la costa este de China, Jiangsu tiene en el agua su seña de identidad. El río Yangtsé la atraviesa, el Gran Canal de China serpentea por su territorio y el lago Taihu actúa como un espejo que duplica la belleza de sus orillas. Pero esto no es solo geografía. El agua aquí ha moldeado la cultura, la economía, la arquitectura y, especialmente, la forma de entender la vida.

Shuzhou Jardin

El Centro de Promoción de Turismo de Jiangsu en España quiere que descubramos este rincón único. No como un destino más, sino como una experiencia sensorial. Para aquellos viajeros que ya conocen Pekín o Shanghái y buscan una China más íntima y sutil. «Para quienes prefieren el susurro de un canal al bullicio de una avenida».

Shuzhou suelos

Índice de contenidos
  1. Suzhou: Donde el Agua se Convierte en Poesía
    1. El Pueblo acuático antiguo de Tongli
    2. De vuelta en la ciudad, la Calle antigua de Shantang
    3. Pero si hay algo por lo que Suzhou es famosa, es por sus jardines
    4. Para ponerlo todo en contexto, el Museo de Suzhou
    5. No podemos irnos de Suzhou sin subir a la Colina del Tigre
  2. Taizhou: El Bienestar que Nace de la Naturaleza
    1. Comenzamos el día con una visita al museo dedicado al gran maestro del teatro de Beijing es el Museo Conmemorativo de Mei Lanfang
    2. Luego, la naturaleza se adueña de todos los sentidos en el Parque Nacional de Humedales de Qinhu
    3. El día en Taizhou se despide con un crucero nocturno por el río Fengcheng
  3. Yangzhou: Donde el Gran Canal Escribió su Historia
    1. Comenzamos el día con una experiencia que redefine el concepto de desayuno: un Te matutino en una elegante Casa de Té tradicional.
    2. Para entender su razón de ser, hay que visitar el Museo del Gran Canal de China
    3. Después de la lección, toca el placer. El Lago Delgado del Oeste (Slender West Lake)
    4. Muy cerca, el Jardín Ge
  4. Nanjing: La Capital que Lleva la Historia a Cuestas
    1. Comenzamos en el Museo del Patrimonio Cultural Inmaterial de Qinhuai
    2. A su lado, el Jardín Zhanyuan
    3. Y desde el jardín, se accede a la obra arquitectónica más imponente de Nanjing: la Muralla de la antigua ciudad de la dinastía Ming
    4. Pero el alma de Nanjing late con fuerza al caer la tarde en la zona del Templo de Confucio
    5. Y desde allí, la experiencia obligada: un paseo en barco por el río Qinhuai
    6. Al día siguiente, tocamos el cielo en el Palacio Usnisa
  5. De Regreso a Shanghái: Un Epílogo entre Gigantes
    1. Visitamos el Memorial del Dr. Sun Yat-sen
    2. Y para cerrar el círculo de manera perfecta, la Tumba Ming (Xiaoling)

Suzhou: Donde el Agua se Convierte en Poesía

Nuestro viaje comienza en Suzhou, la ciudad que desafía cualquier comparación con Venecia. Su encanto es más profundo, más meditado. Se basa en una armonía entre el hombre y la naturaleza que roza la perfección.

El Pueblo acuático antiguo de Tongli

Shuzhou Tongli

Es nuestra primera inmersión. Al llegar, el mundo moderno se desvanece. Aquí los coches no existen. Las calles son canales y las autopistas, los puentes de piedra que los cruzan. Las fachadas blancas y los aleros grises de las casas se reflejan en el agua verde. Es un lugar vivo, no un decorado. Puedes sentarte en una taberna junto al canal, pedir una taza de té y ver cómo pasan las barcas de los pescadores. Aquí, el tiempo parece haberse detenido hace varios siglos.

Shuzhou Tongli rio

La arquitectura en Tongli es un libro abierto de las dinastías Ming y Qing. Las residencias señoriales como las Tres Viviendas Clásicas muestran la estructura tradicional de la región: patios sucesivos que se abren unos a otros, celosías de madera tallada con motivos naturales, y muros blancos coronados por los característicos aleros volados de color gris oscuro. Cada elemento tiene su función práctica y estética. Los patios abiertos permiten la circulación del aire en el húmedo verano, mientras que las celosías filtran la luz creando juegos de sombras que cambian con el paso de las horas.

Shuzhou residencias

De vuelta en la ciudad, la Calle antigua de Shantang

Te devuelve a la Suzhou comercial de antaño. Mandada construir por el poeta Bai Juyi en el año 825 d.C., esta calle canal ha sido durante más de mil años el centro neurálgico de la ciudad. El propio Bai Juyi, uno de los poetas más celebrados de la dinastía Tang, la concibió como una obra de infraestructura vital para drenar las marismas y conectar la ciudad con el comercio fluvial.

Shuzhou Shantang

Hoy sigue siéndolo. El olor a comida callejera se mezcla con el aroma de la seda y el té. Artesanos trabajan la madera y la tela en pequeños talleres abiertos. Es un caos ordenado y fascinante.

Shuzhou Shantang

Pero si hay algo por lo que Suzhou es famosa, es por sus jardines

Shuzhou Jardin Administrador Humilde

Y el Jardín del Administrador Humilde es su obra maestra. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este jardín no es un simple parque. Es un poema filosófico escrito con rocas, agua y plantas. Creado en 1513 por el exfuncionario Wang Xianchen, su nombre refleja una actitud humilde hacia la vida. Cada rincón está colocado con una intención.

Shuzhou Jardin Administrador Humilde

El diseño sigue el principio chino del yin y yang, equilibrando elementos verticales (rocas, árboles) con horizontales (agua, puentes). No se trata de llenar el espacio, sino de crear la ilusión de un mundo natural infinito. Pasear por él es una lección de paciencia y belleza. Te invita a sentarte en un pabellón, a observar el juego de luz en el estanque de lotos, simplemente respirar.

Para ponerlo todo en contexto, el Museo de Suzhou

Suzhou Museo

Diseñado por el arquitecto Ieoh Ming Pei, es la parada perfecta. El propio Pei, de origen suzhounés, concibió el edificio como un homenaje a su ciudad natal. La arquitectura fusiona elementos modernos con la tradición local. Los muros blancos recuerdan a las viviendas tradicionales, los patrones geométricos de las celosías evocan los jardines, y el uso de pozos de luz natural crea una atmósfera serena que dialoga perfectamente con los jardines clásicos. Dentro, su colección de sedas y cerámicas te explica la historia de esta ciudad de artesanos.

Suzhou ventanas Museo

No podemos irnos de Suzhou sin subir a la Colina del Tigre

Suzhou Colina Tigre

Es un lugar envuelto en leyenda, donde se dice que está enterrado el rey Helü de Wu con su espada mágica. Más allá del mito, es un parque agradable coronado por la Pagoda Yunyan, una torre de ladrillo del año 961 d.C. que se inclina con una gracia anciana. Esta pagoda con sus siete pisos octogonales construidos de este material, es un raro ejemplo de arquitectura en ladrillo de la dinastía Song. Las vistas de la ciudad desde aquí son el broche final perfecto.

Suzhou Pagoda COlina Tigre

Taizhou: El Bienestar que Nace de la Naturaleza

Dejamos la elegancia refinada de Suzhou para adentrarnos en el Taizhou más natural y terapéutico. Aquí el viaje se vuelve íntimo, un regreso a lo esencial.

Comenzamos el día con una visita al museo dedicado al gran maestro del teatro de Beijing es el Museo Conmemorativo de Mei Lanfang

Taizhou Museo de Mei Lanfang

Mei Lanfang (1894-1961) fue el artista más célebre de la Ópera de Beijing del siglo XX, especialmente famoso por sus roles dan (personajes femeninos). Originario de Taizhou el museo incluye un teatro, una sala de exposiciones y un jardín conmemorativo

Luego, la naturaleza se adueña de todos los sentidos en el Parque Nacional de Humedales de Qinhu

Taizhou Parque Nacional de Humedales de Qinhu

Este laberinto de agua, islas y juncos es un santuario de vida. Es uno de los humedales de agua dulce más importantes del Yangtsé y un paraíso para las aves. La forma de explorarlo es en una barca de madera que se desliza en silencio. El paisaje es plano, infinito, de una tranquilidad abrumadora. Al atardecer, y si el tiempo acompaña, se puede presenciar el «termal de Qinhu», un espectáculo en el que miles de aves vuelan en formaciones cambiantes contra el cielo. Es pura poesía visual.

El día en Taizhou se despide con un crucero nocturno por el río Fengcheng

Taizhou río Fengcheng

La ciudad se viste de gala. Las luces se encienden y reflejan en el agua oscura, iluminando los contornos de templos y puentes antiguos. El sonido de la ciudad se apaga, reemplazado por el zumbar lejano y la suave brisa. Es un momento de calma, para recordar todo lo vivido.

Taizhou Río Fengcheng

Yangzhou: Donde el Gran Canal Escribió su Historia

Nuestro camino nos lleva a Yangzhou, una ciudad cuyo nombre es sinónimo de prosperidad pasada. En los siglos XVIII y XIX, fue el centro del comercio de la sal, y su riqueza se volcó en un refinamiento cultural extraordinario.

Comenzamos el día con una experiencia que redefine el concepto de desayuno: un Te matutino en una elegante Casa de Té tradicional.

Yangzhou Te maturino

Esto no es tomar una taza de té. Es un ritual. En una sala con muebles de madera oscura y una atmósfera de paz, el maestro de té prepara la infusión con movimientos precisos y ceremoniosos. El agua caliente, las hojas de té, el tiempo de infusionado… todo cuenta. No es solo beber, es aprender a saborear, a apreciar los matices. Fue aquí donde comprendí que en Jiangsu la gastronomía no es solo alimento, sino una forma de arte, una expresión de identidad.

Yangzhou Te maturino

Para entender su razón de ser, hay que visitar el Museo del Gran Canal de China

Museo Gran Canal

Este no es un museo cualquiera. Es un espacio moderno, interactivo y fascinante. Pero para apreciarlo plenamente, hay que entender la magnitud de lo que representa. El Gran Canal de China no es solo una vía fluvial. Es la obra de ingeniería hidráulica más larga del mundo, con sus 1.794 kilómetros de longitud. Su construcción comenzó en el siglo V a.C., pero fue durante la dinastía Sui (581-618 d.C.) cuando se realizó el esfuerzo monumental de unir los tramos existentes para crear una arteria continua que conectara el norte y el sur del imperio.

Gran Canal Museo

El emperador Yang Guang de la dinastía Sui movilizó a millones de trabajadores para esta faraónica obra. El costo humano fue inmenso, pero el resultado transformó China para siempre. El Canal permitió el transporte eficiente de grano desde las fértiles tierras del sur hasta las capitales del norte, estabilizando el suministro de alimentos y consolidando el control imperial. Durante la dinastía Tang, se calcula que hasta 150.000 toneladas de grano circulaban anualmente por el canal. Yangzhou, estratégicamente situada en la confluencia del Canal con el río Yangtsé, se convirtió en una de las ciudades más prósperas y cosmopolitas del imperio. Por sus muelles pasaban no solo mercancías, sino también ideas, tecnologías y culturas.

Museo Gran Canal

A través de maquetas gigantes y pantallas inmersivas, el museo te explica esta épica construcción. Aprendes cómo se resolvieron desafíos de ingeniería como el desnivel de 42 metros entre Hangzhou y Pekín mediante esclusas ingeniosas. Cómo se controlaban las crecidas de los ríos y se mantenía la profundidad del canal. Sales de allí comprendiendo que el agua que ves en los canales es la misma que ha escrito la historia de China.

Después de la lección, toca el placer. El Lago Delgado del Oeste (Slender West Lake)

Yangzhou Slender west Lake

Es la materialización de ese placer. Es un lago largo y sinuoso, un jardín paisajístico a escala monumental. Pasear por su orilla es un deleite constante. Cada pocos pasos, una vista nueva, un puente curvo, un pabellón elegante. El Puente de los Cinco Pabellones es su icono, una estructura única que parece flotar sobre el agua.

Yangzhou Slender west Lake

Muy cerca, el Jardín Ge

Ofrece una experiencia más íntima pero igual de profunda. Creado en 1818 por el comerciante de sal Huang Yingtai, es famoso por su colección de rocas, dispuestas para representar las cuatro estaciones. Caminar por él es un juego: adivinar qué rocas simbolizan la fuerza del otoño o la quietud del invierno. Es un ejercicio de imaginación que te hace partícipe de la creación. Su silencio, solo roto por el crujir de la grava bajo los pies, es medicinal.

Yangzhou jardin Ge

Nanjing: La Capital que Lleva la Historia a Cuestas

Llegamos a Nankín (Nanjing), una ciudad con el peso de la historia sobre los hombros. Fue capital de seis dinastías y de la China republicana. Se nota. Su ambiente es más solemne, pero su belleza, más grandiosa. La arquitectura aquí habla de poder, defensa y espiritualidad.

Comenzamos en el Museo del Patrimonio Cultural Inmaterial de Qinhuai

Aquí no solo ves objetos detrás de un cristal. Ves la cultura viva. Artesanos tallando sellos de piedra con una precisión milimétrica, tejiendo faroles de seda o dando vida a marionetas. Es un recordatorio de que la tradición no es algo del pasado, sino un oficio que se transmite de manos a manos.

Jiangsu ventanas jardines

A su lado, el Jardín Zhanyuan

Ofrece un respiro. Es uno de los jardines más antiguos de la ciudad, con orígenes que se remontan a la dinastía Ming. Su diseño sigue los principios del feng shui, con colinas artificiales que protegen del viento del norte y estanques que acumulan energía positiva (qi). Los corredores cubiertos conectan los pabellones creando un flujo armonioso, mientras las ventanas recortadas en forma de flor de ciruelo o de luna llena enmarcan vistas cuidadosamente compuestas.

Y desde el jardín, se accede a la obra arquitectónica más imponente de Nanjing: la Muralla de la antigua ciudad de la dinastía Ming

Nanjing Muralla

Construida entre 1366 y 1386 por orden del emperador Hongwu, fundador de la dinastía Ming, es la muralla urbana más larga del mundo. Sus más de 25 kilómetros conservados (de los originales 35) no son solo una pared defensiva, sino una obra maestra de ingeniería. Lo más fascinante es el sistema de control de calidad que implementaron: cada ladrillo lleva inscrito el nombre del alfarero y del oficial responsable. Así, cualquier defecto podía ser rastreado hasta su origen.

Nanjing Muralla ladrillo

Esta muralla se construyó con una base de piedra, un núcleo de tierra compactada y un revestimiento de ladrillos cocidos unidos con argamasa de cal, arena y arcilla viscosa de arroz. La Puerta Zhonghua, la mejor conservada, es un complejo sistema defensivo con cuatro líneas de murallas consecutivas y túneles donde podían esconderse hasta 3.000 soldados. Caminar por su cima, de 12 metros de ancho, es sentir la escala colosal del poder Ming.

Pero el alma de Nanjing late con fuerza al caer la tarde en la zona del Templo de Confucio

Nanjing

Este laberinto de calles peatonales se transforma. Se encienden los faroles rojos, los puestos de comida callejera desprenden aromas tentadores. Es el lugar perfecto para probar especialidades.

Y desde allí, la experiencia obligada: un paseo en barco por el río Qinhuai

Nanjing río Qinhuai

Deslizarse por sus aguas oscuras, bajo los puentes iluminados, es navegar por el corazón romántico de la China clásica. Es un viaje en el tiempo, una estampa que se graba a fuego en la memoria.

Al día siguiente, tocamos el cielo en el Palacio Usnisa

Nanjing Palacio Usnisa

Este templo moderno, inaugurado en 2015, representa una evolución de la arquitectura religiosa budista en China. Su gran cúpula blanca, de 45 metros de diámetro, se inspira en la arquitectura tradicional pero con técnicas modernas. El interior es abrumador: columnas doradas, miles de figuras budistas en las paredes y un ambiente de recogimiento profundo. Fue construido específicamente para custodiar la reliquia del cráneo de Buda, descubierta en una cripta cercana. La atmósfera te envuelve nada más entrar. Es un lugar de una espiritualidad palpable.

Nanjing Palacio Usnisa

La tarde tiene un carácter más profesional con el Seminario sobre la Promoción del Turismo de Jiangsu para el Mercado Español. Un evento donde, con código formal, se tienden puentes entre dos culturas. Es la constatación de que Jiangsu está listo para recibir a los viajeros españoles.

De Regreso a Shanghái: Un Epílogo entre Gigantes

De camino al aeropuerto, hacemos una última parada de significado profundo.

Visitamos el Memorial del Dr. Sun Yat-sen

Nanjing Memorial del Dr. Sun Yat-sen

Un vasto complejo en la ladera de la montaña. Diseñado por el arquitecto Lü Yanzhi e inaugurado en 1929, combina elementos tradicionales chinos con influencias occidentales. La subida por los 392 escalones simboliza el arduo camino hacia la revolución. El edificio principal, de estilo palaciego, tiene tejados azules de cerámica vidriada que contrastan con el blanco de los muros. Subir sus escalones es un acto de respeto hacia el hombre que cambió el destino de China.

Y para cerrar el círculo de manera perfecta, la Tumba Ming (Xiaoling)

Tumba Ming (Xiaoling)

 

Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es la tumba del primer emperador Ming, Hongwu. El camino hasta ella, la «Avenida de los Espíritus», flanqueado por 24 estatuas de animales míticos y 4 de oficiales civiles y militares, es solemne y poderoso. Estas esculturas, talladas en bloques únicos de piedra durante el siglo XIV, custodian el sueño eterno del emperador. La tumba estableció el patrón arquitectónico que seguirían los mausoleos Ming posteriores, incluidos los de Pekín: una avenida procesional sagrada, edificios ceremoniales y un túmulo funerario (minglou) precedido por la Torre del Alma. El silencio solo se rompe con el canto de los pájaros. Es un lugar para la reflexión final sobre el legado de esta dinastía que tanto marcó a Jiangsu.

Nanjing Avenida de los Espíritus

Jiangsu no es un destino, es una sensación persistente. Es la calma de un jardín donde cada roca fue colocada con intención filosófica, el asombro ante una muralla cuyos ladrillos guardan los nombres de sus creadores, el sabor de un té perfectamente preparado en una casa centenaria y el peso solemne de la historia que fluye por sus canales. Es un viaje que se hace sin prisas, porque su verdadero lujo es el tiempo. Tiempo para pasear, para observar los detalles arquitectónicos que cuentan siglos de historia, para saborear.

El «Encanto Acuático de Jiangsu» no es un eslogan vacío. Es una invitación a vivir una China profunda, auténtica e inolvidable. Una China que fluye a través de sus canales, sus tradiciones y su arquitectura, y que te invita a fluir con ella. Para los viajeros españoles que buscan algo más que un viaje, que anhelan comprender el alma de un lugar a través de sus piedras y sus aguas, esta es la respuesta.

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Ana Rojo

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