Del amor al odio y del odio al amor en menos de un año. Quizá no haya mejor forma de calificar la vuelta de tuerca de Juan Pedro Calvo Peralvo (Renovación Nacionalista Canaria) que, después de los ataque frontales y larvados contra Coalición Canaria, dice ahora que por coherencia y por fortalecer el nacionalismo hay que apoyar a CC, es decir a Paulino Rivero. Quien en agosto se arrogaba la etiqueta del verdadero nacionalismo, ahora vuelve al redil, pero que nadie dude que lo hará en calidad de palmero.
El cambio de estrategia de RNC tiene un argumento claro, que su proyecto ha hecho aguas por los cuatro costados. Los contactos sólidos que habían hecho con Nueva Canarias y con el Centro Canario Nacionalista para ir en comandita a las elecciones del 22 de mayo se fueron al garete una vez que la formación de Ignacio González (CCN) se alía con Coalición Canaria y Román Rodríguez (NC) se une con Socialistas por Tenerife, Izquierda Unida y Los Verdes. A partir de ahí, todo el castillo de naipes se le cae a Calvo Peralvo. Sin querer hacer el chiste fácil, su proyecto estaba cogido por los pelos y el tijeretazo de sus dos ‘presuntos socios’ fue suficiente para quedar al descubierto.
La justificación del líder de RNC es que si lo que defendemos desde hace tiempo es la unidad del nacionalismo, lo que no vamos a hacer es dispersar el voto nacionalista, sobre todo cuando hemos leído el intento de posible acuerdo del PP y del PSOE en favor de crear un grupo estatalista que cercene las posibilidades nacionalistas». Obvia, curiosamente, que también se maneja la misma opción de pacto entre PP y CC o CC y PSOE, a gusto de consumidor.
Eso sí, en el periódico El Día aún tiene los arrestos de esgrimir que los sondeos electorales no les eran desfavorables, pero matiza que «después de valorar las expectativas que teníamos de cara a las elecciones del 22 de mayo, pese a que eran bastante buenas, consideramos que eran insuficientes para lograr los objetivos que nos habíamos marcado, por tanto esos votos iban a ser inútiles».
«Pensamos que lo mejor era no entorpecer y empezar a dispersar de nuevo a los nacionalistas sino hacer todo lo contrario, esto es tratar de aunar a todo aquel que se sintiese nacionalista en pos de una futura federación o incluso de un partido».
Al respecto, reconoció que en la negociación para apoyar a CC-PNC-CCN se acordó que las ideas «se discutirían después», puesto que lo importante ahora era pedir el voto y dar el nuestro a la coalición nacionalista.
De cualquier forma, Calvo defendió que el paso dado por RNC no es una reincorporación a Coalición Canaria, puesto que RNC sigue teniendo «su personalidad, sus ideas y sus criterios», pero incidió en la necesidad de que el nacionalismo tenga un grupo fuerte en el Estado español, «cosa que no ocurre ahora».
El presidente de la formación centrista aseguró, incluso, que ya tenían formalizadas sus candidaturas al Parlamento regional, Cabildo de Tenerife, ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna y otros consistorios de Tenerife, pero «a última hora» se alcanzó el acuerdo con CC de Tenerife, que preside Javier González Ortiz, con la única condición de que «después de las elecciones se revise el pacto y que se cree una comisión integrada por miembros de CC y RNC para que analice cómo va el acuerdo».
