No, señoras y señores, en absoluto Canarias es España. Ni siquiera Canarias es Europa. ¿No me creían ustedes capaz de un titular independentista, verdad…? Pues ahí lo tienen.
Lo que pasa es que los independentistas canarios, que ahora prefieren que los llamen soberanistas por vaya usted a saber, tras un titular como este reclamarían la independencia de Canarias… Sí o sí. Para los aficionados al independentismo canario, Canarias sería una maravilla, uno de los estados más ricos de la galaxia incluso, con la independencia. Ataríamos a los perros con longanizas y todo, en caso de ser independientes de, como dicen ellos, la nación que nos coloniza, oprime y somete a vejaciones apoteósicas desde el “holocausto” que nos causaron hace seiscientos años las tropas españolas. ¡Qué cabronas, las tropas españolas! Tropas que ni siquiera sabían en ese entonces, que pertenecían a algo llamado España. Pero bueno.
Pero pasa que un servidor con este titular, lo que pretende reclamar es bien distinto. Para nada quiero la independencia de Canarias de España, porque lo considero una guanajada del carajo para arriba. Lo que un servidor quiere para sus islas Canarias, es que fueran españolas de verdad… Y también europeas de verdad… O sea ser un español y un europeo con todas sus ventajas e inconvenientes… Pero no. Esto no es así. En absoluto. Les cuento:
A un familiar directo de un servidor –tan directo que se trata de una de mis adorables hijas que está en Chipre, Europa, tratando de buscarse la vida por consejo expreso de los políticos nacionalistas canarios, que han solicitado a nuestros jóvenes que emigren, mejor hoy que mañana, porque los puestos de trabajo que puedan salir aquí, en Canarias, los tienen ellos reservados para sus familiares–, resulta que le ofreció un amigo un ordenador portatil de segunda mano, bastante bien de precio. Quinientos euros.
Y entonces me lo ofreció: “¡Papi, que es una ganga!”. Bien, pues vale, pero le dije que no, porque con el que tengo, aunque sea una porquería, me apaño. Pero ella se lo dijo a su hermana, mi otra adorable hija, Dios las guarde, que cayó en la tentación. O sea que venga, adelante, mándanos el ordenador, que te mandaremos las perras. Y entonces contrató a una empresa internacional de envíos internacionales para la faena de mandar el ordenador de segunda mano. De segunda mano, ¿eh…? Lo que significa que ha pagado todos los impuestos habidos y por haber para entrar en Europa, porque es de fabricación japonesa.
Encuentra un precio razonable para el envío, y lo manda. La empresa es muy responsable, y permite que usted haga el seguimiento del envío. En menos de un par de días ponen el ordenador en Madrid, tras pasar por Londres… Pero ahí se para la cosa… Si usted, receptor del paquete que contiene un ordenador de segunda mano que ha pagado todos los impuestos habidos y por haber es español, el paquete le llega en pocas horas a su domicilio directamente y sin más… Pero Canarias no es España. Los canarios, no somos españoles. En absoluto.
Y entonces al cabo de cinco días más, me llaman de la compañía de transporte para decirme que el ordenador está bloqueado por tener como destino Canarias… Que si se tratara de cualquier otra comunidad española, ya lo tendría en mi poder. Pero que pasa que si quiero el ordenador, deberé pagar 130 euros más al Gobierno de Canarias… Por la cara… Por su puñetera jeta, el Gobierno de Canarias nos discrimina, como españoles y europeos, a los canarios…
Y encima resulta que el Gobierno de Canarias está en manos de nacionalistas que no hacen otra cosa que lamentarse de la insularidad ante el Gobierno de Madrid. Dicen no sé qué gilipolleces de nuestra idiosincrasia y de los costes de la insularidad y ultraperiferia… Pero la realidad es que, precisamente el Gobierno nacionalista de Canarias, es que el más jode a los canarios con estos impuestos por la jeta. Por la jeta nacionalista. Y no hay derecho.
O sea, que quiero que Canarias sea España y Europa, por fa. Pero de verdad. Y a los nacionalistas estos que padecemos, que les vayan dando. Más que nada por mentirosos, aprovechados e incluso sinvergüenzas.
PD cabreada: ¡No hay derecho que los canarios paguemos más impuestos que el resto de los españoles!
