A partir del año 2011, con el desembarco de nuevos empresarios en el sector, las ventas se dispararon y el objetivo pasa ahora por multiplicar incluso por cuatro la producción
Extremadura gana la guerra del cava a Cataluña. El Ministerio de Agricultura ha rechazado la solicitud del Consejo Regulador de esta Denominación de Origen de limitar su producción.
Este organismo, controlado mayoritariamente por los productores catalanes, había pedido al Gobierno que aprobara únicamente la plantación de 168 hectáreas adicionales, lo que había puesto en pie de guerra a los productores extremeños acogidos a la denominación, porque consideraban que cercenaba sus posibilidades de crecimiento.
De hecho, las ventas de las bodegas extremeñas han pasado de tan sólo 200.000 botellas a cinco millones en los últimos años.
Como explican este 19 de enero de 2017 Rafael Daniel y Javier Romera en ‘El Economista’, el Ministerio de Agricultura les da ahora la razón y asegura que no hay lugar alguno a la solicitud del Consejo Regulador.
«Las peticiones tienen que estar justificadas. La demanda registrada el pasado año no justificaba la restricción. Además, se ha tenido en cuenta que es una denominación de origen cuya superficie se mantiene estable desde hace 15 años, en torno a 32.000 hectáreas, y el cava es un producto en el que la evolución de las ventas tiene tendencias positivas».
«Esta decisión no prejuzga la del año que viene, por lo que si entonces afloran motivos para la restricción, sí que se podrían aceptar».
Pese al crecimiento de las bodegas y el cava extremeño y la decisión de Agricultura, la secretaria general del Consejo Regulador, Eugenia Puig, había insistido el pasado 21 de diciembre, en declaraciones a elEconomista, que «actualmente, y con el nivel de ventas que tenemos, no hace falta más producción en ningún caso».
Según Puig «se elabora todo el vino que se necesita y si produjéramos más, lo único que se conseguiría es devaluar el producto».
Crecimiento
Los datos, sin embargo, muestran una realidad distinta. Hasta 2004, Extremadura apenas vendía 75.000 botellas de cava. En 2010 se llegó a 600.000, cuando empezaban a surgir movimientos de boicot frente al cava catalán, en pleno auge del independentismo.
A partir del año 2011, con el desembarco de nuevos empresarios en el sector, las ventas se dispararon y el objetivo pasa ahora por multiplicar incluso por cuatro la producción.
La decisión del Consejo Regulador había provocado, por ello, que tanto el Ayuntamiento de Almendralejo (Badajoz), el único municipio de la región autorizado para la producción de cava, como la Junta de Extramadura se movilizaran. El presidente autonómico, Guillermo Fernández Vara, viajó de hecho a Madrid para reunirse con la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina.
Según aseguró José García Lobato, alcalde de Almendralejo, la única localidad extremeña autorizada para producir cava, «Cataluña tiene miedo del producto extremeño, porque está creciendo con mucha fuerza y podemos vender además´s a la mitad de precio con una calidad similar».
Las bodegas catalanas querían limitar la producción porque controlan ya el 97% y, según los productores extremeños, podrían perder cuota de mercado.
La del cava no es, sin embargo, la única limitación rechazada por la Dirección de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio, que hará pública su decisión a finales de mes.
Igual ha ocurrido con las denominaciones de Cariñena y Navarra, que habían solicitado restricciones, potestad que ofrece la nueva reglamentación los Consejos Reguladores siempre que se motiven por razones de desestabilización del mercado por exceso de producción o degradación de la imagen de marca.
La Denominación de Navarra había pedido la limitación a 54 hectáreas, la de Cariñena a 100 hectáreas. En estos dos casos, el rechazo se debe a que la demanda de nuevas autorizaciones en 2016 han estado muy por debajo del nivel de restricción que pedían para este año, por lo que no tiene sentido reducir, explican desde el Ministerio de Agricultura.
Limitaciones aceptadas
Por el contrario, sí se han aceptado las limitaciones solicitadas por Chacolí Getaria y Bizcaia (4 hectáreas y 3,96 hectáreas), Ribera del Duero (500 hectáreas), Rioja (645 hectáreas) y Rueda (68 hectáreas).
A finales de enero, el Ministerio hará pública la limitación total de la superficie de viñedo en toda España.
Aunque inicialmente el Mapama había propuesto un 1% de la superficie total plantada, lo que supondría unas 9.500 hectáreas, rebajará este porcentaje en torno al 4,3% que se autorizó el pasado año, ejercicio en el que se permitieron plantar 4.373 hectáreas.
El departamento que dirige García Tejerina atiende así la recomendación enviada por Organización Interprofesional del Vino Español (OIVE).