Dice un viejo refrán español que ‘la cabra tira al monte’ y está ha salido por donde se esperaba.
De forma ambigua, sin aclarar nada, intentando salvar su enorme culo, pero por la senda que más puede perjudicar a España y al Estado de derecho.
Barcelona votará el referéndum ilegal del 1 de octubre, según ha asegurado este jueves la alcaldesa Ada Colau.
La antisistema puntualiza confusa que será «sin riesgo para la institución ni para los funcionarios».
Se trata de un nuevo giro en el discurso de Colau sobre el referéndum secesionista.
La alcaldesa se mostró inicialmente favorable a realizarlo en la Ciudad Condal pero después optó por una posición más neutra: no se cederían espacios locales si no había garantías para que no corriese peligro ni la institución ni los funcionarios que en ella trabajan.
Todavía hoy hay quien basa su legitimidad en el número de asistentes a una convocatoria. pic.twitter.com/6ZefsdqUMh
— Philmore A. Mellows (@PhilAMellows) 22 de octubre de 2014
Aquellas palabras fueron acogidas este mismo miércoles por el secretario del Ayuntamiento de Barcelona, que recomentadaba acatar la providencia del Tribunal Constitucional y no colaborar con la consulta ilegal del 1-O cedienco colegios porque podría conllevar consecuencias penales.
Sin embargo, parece que la alcaldesa no está dispuesta a hacerle caso y asegura que se podrá votar en la Ciudad Condal, aunque continúa sin aclarar si se hará en recintos públicos.
Bona notícia! https://t.co/l8NnOpbS9O
— Carles Puigdemont (@KRLS) 14 de septiembre de 2017
En la entrevista-masaje que le hizo este miércoles TV3 al independentista Puigdemont, este ya anunció el acuerdo al subrayar que en la capital catalana, así como en muchas otras poblaciones cuyos ayuntamientos no cederán locales, la Generalitat ya había previsto alternativas para que fuera posible acudir a las urnas.
Incluso se mostró comprensivo con Colau y su posición.
«Lo que la señora Colau pidió fue muy lógico, respetar a los funcionarios. Que nadie se inquiete, en Barcelona se podrá votar y yo responderé a la alcaldesa que del modo en el que lo haremos se respetarán a funcionarios e instituciones».
Cataluña y el Titanic: el independentismo llega a Hollywood