El caso es no tirar eo dinero (10 ideas tan geniales que cuesta creer que no se hayan implementado aún en todos lados).
Y para ayudarte, hemos recopilado una serie de medidas que permiten obtener un ahorro de más de 1.200 euros al año, pero en este caso sí son necesarias las inversiones y reformas en el hogar:
Aislar la casa. Conviene revisar el aislamiento de la casa con el objetivo de ahorrar hasta 460 euros anuales y conseguir una reducción del 20% al 30% de las necesidades de calefacción en invierno y de refrigeración en verano mediante la inslación de burletes, dobles ventanas y la colocación de alfombras, cortinas y persianas para proteger la vivienda del frío y dejar entrar la luz solar en las horas más cálidas del día.
Temmperatura estable. Instalar un termostato es fundamental para mantener un a temperatura estable que no debe exceder de los 21 grados en invierno. Esto supone un ahorro de entre el 8 y el 13% del consumo, una cantidad que asciende a unos 60 euros al año.
Sin calefacción por la noche. Si la vivienda no se ubica en una zona de frío extremo, es conveniente apagar la calefacción de noche y cuando salgamos de casa. Sin embargo, si solo estaremos fuera un par de horas es recomendable ajustar la temperatura a unos 16 grados para que no baje demasiado y la caldera no tenga que arrancar por completo de nuevo.
Vigilar el mantenimiento. Consiste en purgar los radiadores al menos una vez al año para evitar acumulaciones de aire y cerrar los de las habitaciones que no se usen para evitar un consumo innecesario.
Elegir una caldera eficiente. Instalar una caldera de condensación permite un rendimiento energético superior al 100% y ayuda a conseguir un ahorro de unos 200 euros anuales con respecto a un equipo no eficiente.
Renovar los electrodomésticos. Aquellos que tengan la etiqueta A+, A++ ó A+++ permitirán alcanzar un mayor ahorro en la factura eléctrica, aunque en un principio signifiquen una mayor inversión. Esta medida puede significar un ahorro en el consumo de hasta el 50%, alrededor de 100 euros al año.
Usar eficientemente los electrodomésticos. Lavar la ropa a 40ºC en vez de a 60ºC puede ahorrar hasta un 55% de energía. Igualmente, una correcta elección del programa de lavado proporcionará ahorro de energía, de agua y una mayor duración de las prendas. Esta medida supondrá, en total, un ahorro de 40 euros a final de año.
Ajustar la temperatura del frigorífico y usarlo eficientemente. Es importante no comprar un frigorífico más grande de lo necesario, colocarlo en un lugar fresco y regular su temperatura interior entre 3ºC y 7ºC (la del congelador entre -20ºC y -18ºC). Hay que mantener la parte trasera ventilada y sin polvo, además de eliminar la escarcha, ya que bastan 2 milímetros para aumentar un 10% el consumo de energía. Esta medida permitiría ahorrar unos 17 euros anuales.
Duchas de bajo consumo. Se necesitan unos 100 litros de agua para una ducha y unos 250 litros para un baño, lo que significa que ducharse supone un ahorro medio de 400 litros por día y persona, lo que daría lugar a un ahorro de 174 euros anuales.
Cerrar grifos y reducir el caudal. Se pueden malgastar hasta 30 litros de agua por usuario y día. Un buen uso del agua, por ejemplo, al afeitarse o lavarse los dientes, podría permitir ahorrar 34 euros anuales.
Reparar las posibles fugas. Un inodoro con una fuga puede gastar hasta 200.000 litros al año. Además, un grifo que gotee puede suponer un desperdicio de 30 litros al día, lo que se traduciría en 17,5 euros anuales de gasto innecesario.
Colocar aireadores en los grifos y cisternas de doble descarga. Esta medida puede permitir un ahorro de entre un 40% y un 50% en el consumo de agua, lo que puede llegar a unos 80 euros al año.
Utilizar en la cocina recipientes adaptados al tamaño de cada quemador para no desperdiciar calor y a pagar el fuego cinco minutos antes y terminar la cocción con el calor residual. También es más eficiente utilizar la olla exprés para reducir el tiempo de cocción.Tampoco convierne abrir la puerta del horno antes de terminar de cocinar, ya que se pierde el 25% de la energía acumulada.
Sustituir bombillas tradicionales por otras de bajo consumo o por lámparas LED. Tras la prohibición de las bombillas halógenas en septiembre de 2018, las bombillas LED se han convertido en la mejor opción para iluminar el hogar. Estas lámparas son más eficientes, ya que convierten el 90% de la energía en luz. Gracias a ello, el ahorro energético puede alcanzar hasta 156 euros anuales4, aunque requiera un desembolso inicial.
Utilizar cortinas de colores claros y tejidos ligeros que permitan el paso de la luz natural.
Mantener las bombillas y lámparas limpias puede suponer un ahorro del 20% en el consumo.
Evitar el «stand-by» ahorra hasta 100 euros al año. Dejar los electrodomésticos con el piloto encendido, aunque no se estén utilizando, supone un gasto energético que supera al del uso del ordenador, el lavavajillas o el horno. Concentra más del 2% del gasto energético de una casa, una cifra importante si tenemos en cuenta que se trata del consumo de aparatos que no se están utilizando.