Los límites al crowfunding se incluyen en una normativa para facilitar el crédito a las empresas
El Gobierno Rajoy dio este viernes el primer paso para regular la aportación colectiva a proyectos a través de la red conocida como crowfunding.
Esta medida, incluida en un anteproyecto para el fomento de la financiación de las pymes, limitará las contribuciones por inversor a 3.000 euros por iniciativa y 6.000 por plataforma.
El objetivo, según el Ministerio de Economía, consiste en:
«Impulsar una nueva herramienta de financiación directa de proyectos empresariales en sus fases iniciales de desarrollo y proteger a los inversores».
«La normativa se ha desarrollado en línea con las consultas realizadas en otros países de nuestro entorno».
Esta fórmula de mecenazgo colectivo, destinada en principio solo al crowfunding empresarial, refleja, en cualquier caso, el intento del Ejecutivo de afianzar vías de financiación no bancaria, «en línea con las consultas realizadas en otros países de nuestro entorno».
Este modelo, ya asentado en el mundo anglosajón, mueve cerca de 900 millones de euros al año, según la consultora Massolution.
El sector, aún incipiente en España, acogió la medida con cierto optimismo de fondo por el simple hecho de que el Gobierno haya decidido regular esta actividad. El crowfunding es un fenómeno relativamente nuevo que nació en Estados Unidos gracias a internet.
En este país es donde se ubican las grandes plataformas del sector, como Kickstarter, la pionera y más importante de las empresas que se dedican a poner en contacto a emprendedores y creadores con los potenciales mecenas.
Su desarrollo ha ido ligado principalmente de la mano de proyectos de creación cultural.
Un reciente ejemplo de ello fue la película española El Cosmonauta, aunque ha tardado cinco años en llegar a la distribución.