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El programa de espionaje que enfrenta a Sánchez con los independentistas

"No hace falta que sea un delito inminente, puede ser el hilo del que tirar, el empujón que necesita alguien para salir de un callejón sin salida en una investigación"

El programa de espionaje que enfrenta a Sánchez con los independentistas

Como ya se sabe desde hace tiempo, nadie está seguro en Internet y mucho menos la información que se comparte en la red. Tampoco es nuevo que un Estado democrático espíe a sus ciudadanos o que ciertas empresas comercialicen la información de los usuarios por un elevado precio. Como ocurrió con los datos personales de 1.500 millones de personas que Facebook vendió en un foro de ‘hackers’.

El espionaje cibernético está a la orden del día desde que existe Internet y es una amenaza aún mayor para todos quienes tienen cierta relevancia en la sociedad. Por esto, muchos altos cargos de gobierno o personas poderosas intentan que sea prácticamente imposible espiarles. En el medio digital, El Debate, mencionan algunos casos como el de Obama que, cuando llegó a la presidencia de Estados Unidos, se negó a usar un teléfono que no fuese su Blackberry, o como María Dolores de Cospedal probó un teléfono inteligente de máxima seguridad proporcionado por una compañía sueca que se implantó en un Sony Xperia X y que, ahora, casi todos los altos cargos del Gobierno español están obligados a utilizarlo, aunque no todos lo hagan.

La investigación ‘Cómo las democracias espían a sus ciudadanos‘ publicada por la revista The New Yorker, revela que hasta 60 teléfonos de políticos, abogados y activistas catalanes como Quim Torra, Artur Mas, el círculo de Puigdemont, líderes de Junts, la CUP o EH Bildu fueron espiados desde que intentaron celebrar el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 para conseguir el independentismo catalán.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, exige al Gobierno de Sánchez que dé explicaciones acerca de lo revelado por la revista estadounidense, aunque no hay detalles de quién estuvo detrás de quién pudo solicitar este espionaje.

NSO Group, la empresa que lo hace posible

Este espionaje está en manos de la compañía NSO Group. Empresa fundada por Niv Carmi, Omri Lave y Shalev Hulio, en enero de 2010 para vender un software espía, Pegasus. Este software permite la vigilancia de manera remota de los teléfono inteligentes de cualquier persona. Es la tecnología más sofisticada que existe en el mercado actualmente. La sede de la empresa se encuentra en Herzliya, Israel.

Pegasus no tiene que hacer absolutamente nada para acceder a la información ‘jugosa’ porque los hackers aprovechan las vulnerabilidades de los códigos de los sistemas operativos para obtener lo que necesiten para más tarde vender esa información a quien esté dispuesto a pagarla, explican en El Debate.

“Pero Pegasus come en la mesa de los elegidos para el espionaje. Lo mejor de cada casa al servicio de quienes quieran información de calidad. No hace falta que sea un delito inminente, puede ser el hilo del que tirar, el empujón que necesita alguien para salir de un callejón sin salida en una investigación. Algo así como el Villarejo de los spyware

El líder de NSO Group, Shalev Hulio, no tiene pensado frenar este negocio que, seguramente, le esté haciendo ganar mucho dinero.

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