El comisario Villarejo tiene patas arriba a muchos políticos y empresarios, y la cosa parece que será para rato. (La dirección de la cárcel de Estremera castiga al comisario Villarejo dos meses sin hablar con su mujer).
Las carpetas de documentos de trabajo del equipo del comisario Villarejo para el BBVA desvelan que éste adquirió un sofisticado equipo de intercepción de llamadas de teléfono.
Varias conversaciones transcritas en estos informes confirman el acceso de los servicios de espionaje de Villarejo a este tipo de herramientas. (El comisario Villarejo amenaza a Pedro Sánchez: «Si no me dejan salir de la cárcel, te echo abajo el tenderete»)
En la documentación que publica Joaquín Vidal en MONCLOA.COM aparecen incluso las gestiones para la compra de esta herramienta, llamada ITC y que en la jerga se conoce como «la maleta». Estos dispositivos son ilegales en España. Fuentes de los servicios secretos han informado a este diario que el precio en el mercado clandestino de este tipo de dispositivos ronda los 500.000 euros.
Esta documentación aparece en una carpeta llamada «Gestiones». Los documentos fechados sobre todo en enero de 2005, llevan la denominación común de «Big».
«Big» es como Villarejo llamaba al comisario Enrique García Castaño, alias ‘El Gordo’, jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía, es decir, el jefe de la unidad que se encarga de dispositivos electrónicos de espionaje tales como balizas de seguimiento o interceptadores de llamadas.
A García Castaño se le tiene como el máximo experto de la Policía en este tipo de dispositivos, ya que ha pasado más de una década al mando de esta unidad, decisiva en operaciones antirterroristas y contra la delincuencia organizada, que ya es la que dota de medios tecnológicos a las unidades de investigación.
José Manuel Villarejo, a tenor de la batería de borradores de contratos para costear su guerra sucia para el BBVA, marcó exigencias ilegales que, fueran atendidas o no, no le hicieron perder la confianza del cliente, según la documentación a la que ha tenido acceso MONCLOA.COM.
En la conversación transcrita entre Miguel Sebastián, la entonces vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y el directivo del Santander Ignacio Rupérez aparece una nota final en la que se explica que se ha tenido que interrumpir la interceptación de la llamada por temor a ser descubiertos: «Hemos tenido que abandonar la zona».
Del mismo modo, en otros documentos el equipo de Villarejo detalla que sus dispositivos electrónicos de intervención de llamadas han sido averiados por las contramedidas electrónicas de los servicios de seguridad de la Presidencia del Gobierno, cuando se trataba de controlar el teléfono móvil de Miguel Sebastián, entonces jefe de la Oficina Económica de Zapatero. Detalla que dos equipos electrónicos fueron averiados por La Moncloa mientras trataban de «pinchar» el móvil de Sebastián.
La «maleta» o ITC es un dispositivo que se suele utilizar embarcado en un vehículo, que en realidad actúa como una antena de telefonía. Los móviles del área bajo su influencia se conectan a esta antena como si fuera de una compañía de teléfonos convencional. Es cuando se consigue interceptar la llamada. También es utilizado para descubrir el móvil que usa la persona investigada, que puede no estar a su nombre.
En el documento «Big-Maleta 4-1-05» Villarejo detalla la empresa a las que estudia adquirir el ITC. Se trata de la compañía Retemsa. La nota dice textualmente: «Otro posible contacto para adquirir el ICT, es una empresa llamada RETEMSA (al parecer amigos de RALI). Figra (sic) como HARRY 1.0. Contactaron el 4.6.03 Oferta JHR030604-47». A esta nota acompaña una detallada ficha sobre la empresa, radicada en Leganés (Madrid) y sus posibilidades tecnológicas.
Esta empresa, subraya el informe, pertenece al Grupo SIA. Se trata de un grupo de compañías de alta tecnología creado en 1989, que se define como suministradora de «servicios y soluciones en el área de informática corporativa». Esto quiere decir todo tipo de infraestructuras de seguridad, comunicaciones y firma electrónica. De hecho, en el informe «Big-Maleta 4-1-05» se explicita que «La División de Seguridad de Lógica de la empresa de redes de Telefonía Móvil SA (Retemsa) ha sido adjudicataria del suministro de equipos gestores de claves para el Piloto de Firma Electrónica de la Red de propósito General del Ministerio de Defensa».
Retemsa, especializada en redes telefónicas, fue adquirida en 2009 por Tecnobit, una de las principales empresas de la industria de Defensa de España. Se trata de una compañía de muy alto nivel tecnológico que ha logrado excelentes resultados en campos como el de los inhibidores de frecuencia, básicos en cuestiones como la protección contra artefactos explosivos improvisados, los temidos IED que han sufrido las tropas españolas en zonas de operaciones. Su sede actual está en la localidad madrileña de Alcorcón.
En un informe sucesivo, llamado «Big-Maleta 4-1-05a», se relatan las gestiones previas de compra de este dispositivo, que se hacen de forma clandestina y con fuertes medidas de seguridad, en «abril-mayo de 2004». Según se explica con detalle, el encuentro tuvo lugar en un hotel de Majadahonda (Madrid), probablemente en el Hotel Majadahonda, en un parque comercial en la periferia de la ciudad. El equipo de Villarejo explica que se presentaron dos individuos para la negociación, a los que fotografían («hay foto digital de los dos» especifica el informe).
El equipo de Villarejo que va a la negociación localiza también el vehículo en que acuden los vendedores, un Mercedes que según ellos está a nombre de la empresa Poligon. A continuación se refiere el nombre del administrador de esta compañía, Antonio de la Piedra, del que se rastrean el resto de sus cargos societarios. No obstante, a pie del informe se aclara que «ninguno de los que aparecen en la foto es Antonio de la Piedra».
Pero el propósito de adquirir los maletines es firme. Ya en un informe fechado el 22 de diciembre de 2004, llamado «Blas-Gest», aparecen las siguientes anotaciones: «Saber el nombre del comprador de la «máquina». Oficina de Kroll en Madrid y nombre del responsable. Control TC empresas (catálogo, si es CIFRA u otro representante, precio…) Tfno. de BASALTE – Paris (preguntar nuevo precio…, también opción israelí). Tfno. pedido con urgencia por Ant.As. Sociedades de Andorra de BB (parece ser que había dos)».
A principio del informe aparece la siguiente nota: «Mirar posibilidad de teléfonos (sic) Sociedades Andorra, Suiza…». A continuación, un listado con los nombres y datos personales (domicilio y números de teléfono fijos y móviles personales) de Miguel Sebastián, Luis del Rivero, Juan María Aguirre Gonzalo, Juan Abelló, su esposa Ana Gamazo, Carlos Arenillas y Carlos Loring Martínez de Irujo.
Otro informe, datado el 17 de enero de 2005, en la misma carpeta llamada «Gestiones», refleja los intentos del control de las comunicaciones y un posible contacto con la agencia Kroll. Bajo el epígrafe «CC Ratreo» (CC es control de comunicaciones en las claves de Villarejo), aparece el siguiente listado:
El espionaje de llamadas del equipo montado por Villarejo para el BBVA se basaba en la identificación de titulares, el análisis de las llamadas entre ellos y a terceros, y finalmente en la interceptación de algunas llamadas, lo que se conoce como «pinchazos». En estos figuraría la interceptada de un teléfono de la Presidencia del Gobierno entre Sebastián, De La Vega y el directivo del Santander.
El alto precio de este tipo de dispositivos electrónicos, medio millón de euros, plantea dudas sobre quién pagó este material. Según los datos obtenidos hasta ahora por MONCLOA.COM, el equipo montado por Villarejo cobró en torno a esos 500.000 euros al BBVA. Por lo tanto, parece difícil que esta compra de material haya sido sufragada por el mismo Villarejo.
LA PRINGOSA CONVERSACIÓN
Que Villarejo contó el apoyo interesado de García Castaño, el mayor experto de comunicaciones dentro de la Policía al que las compañías telefónicas daban datos confidenciales sin preguntar para qué los necesitaba, es bastante e3vidente.
Paradójiocamente ha sido el propio Villarejo, en desquiciada obsesión por grabar a todos para ‘tenerlos agarrados’, el que tenía en su arhico, entre muchas otras, esta conversación entre ambos del año 2005:
-Enrique García Castaño: «Mañana te doy lo del BB, y lo de FG, lo de FG también lo voy a sacar, lo que pasa es que lo de FG está difícil (inentendible) que te cagas, macho. ¿No se dará cuenta Julio?».
-Villarejo: «Cómo se va a dar cuenta macho, no me jodas…Si es más que nada para saber cuántos chascarrillos del ‘bo, bo, bo’ para tenerlo entretenido».
-Enrique García Castaño: «Claro».
-Villarejo: «Si mañana me das lo del BB y lo de tal…».
-Enrique García Castaño: «Ahí se ve que llaman a todo cristo. Están confiados y llaman a todo cristo».
-Villarejo: «Por eso, si yo lo que quiero es, en base a eso, tener alguna de esas…y de cara al futuro tenemos que ir estructurando la forma de captar información por alguna vía adecuada y ya está. Teniendo los contactos».
-Enrique García Castaño: «No, si eso da igual, teniendo los contactos y teniendo los rastreos, son amiguetes».
-Villarejo: «Para tener con ellos algún acuerdito o algo».
-Enrique García Castaño: «Si son gente que les invitas a comer y ya está».
El director de Seguridad del BBVA, Julio Corrochano, conocía bien a Villarejo y a Enrique García Castaño por haber coincidido con ellos en el Cuerpo, donde fue Jefe de la Policía Judicial. De ahí el miedo de García Castaño (en activo) ante el descubrimiento de que era él quien proporcionaba datos confidenciales a Villarejo para el trabajo que el propio Corrochano le habría encargado.
La «maleta» israelí
De la conversación entre ambos a la que ha accedido este diario también se desprende la obsesión de Villarejo por hacerse con tecnología de última generación para acceder a los teléfonos de las personas a su alrededor.
Conversación entre El Gordo y Villarejo (II) Carmen Suárez
García Castaño habla a Villarejo de un aparato que «me regalan los americanos para chupar teléfonos». Un dispositivo que permitiría conocer «el IMSI, el IMEI y todo» de cualquier persona que «se siente a tu lado».
Se refieren a un dispositivo de tecnología punta con forma de maleta fabricada en Israel y prohibido en España, valorado en 500.000 euros. Según ha publicado este lunes el diario Moncloa.com, Villarejo habría adquirido finalmente uno de esos sofisticados equipos de interceptación de llamadas de teléfono con la mediación de ‘Big’, Enrique García Castaño, según los documentos en manos del equipo de trabajo de Villarejo a los que ha tenido acceso el citado medio.
Ésta es la conversación íntegra entre García Castaño y Villarejo sobre los medios tecnológicos que tanto les preocupaban:
Villarejo: «Luego, el tema me cago en la puta lo del tema de los teléfonos de las empresas, esos, lo de las cifras…».
Enrique García Castaño: «Estás obsesionado con eso cabrón».
Villarejo: «Es que como no tenemos pelas para librar el gordo del millón de euros, macho…pues por lo menos con lo otro…es que yo creo que eso, a nivel interno, operativamente estás todo el día hablando. Yo estoy en el meollo, macho. Estoy en un sitio que tengo to’ la chica, macho, es que eso nos alegraría la vida».
Enrique García Castaño: «Me regalan los americanos uno pero para chupar teléfonos nada más».
Villarejo: «Si te piras de ahí no lo dejes, macho. A nivel operativo…».
Enrique García Castaño: «Una polla lo voy a dejar ahí. Eso me lo llevo yo, vale 6 millones de pesetas».
Villarejo: «Eso de los teléfonos, ¿qué quiere decir? ¿Que estás en un sitio…?».
Enrique García Castaño: «Tú llevas un teléfono».
Villarejo: «Éste, por ejemplo».
Enrique García Castaño: «Y quieres saber qué numero es…».
Villarejo: «Y te pones al lado y te lo saca».
Enrique García Castaño: «Y te lo saca. Te saca el número que tienes. Te saca el IMSI, te saca el IMEI y te saca todo».
Villarejo: «Y luego lo de la mochila esa que estás comiendo».
Enrique García Castaño: «Lo de la mochila también».
Villarejo: «Eso dime como tal, eso me dijiste que valía un kilo». «Pues…o lo mangas o…».
Enrique García Castaño: «No, eso vale mu barato. Me parece que eran 16.000 o 17.000 euros, no me acuerdo. Lo tengo ahí en la oficina. Eso es cojonudo. Eso también lo puedo mangar. Si ahí hay muchas cosas que son de los americanos que me lo han dejado a mí».
Villarejo: «Pues eso cuando llegue el momento, nos vamos tú y yo una noche y arramplamos».
Enrique García Castaño: «Yo de ahí…me voy a llevar…me voy a llevar cosas…Me llevo…no se, ¿algún micrófono? ¿Pero un micrófono, para qué?».
Villarejo: «Si, micros siempre van bien. Si este tipo de cosas normalmente no se hacen pero cuando surge algo puntual, hay que adornarlo un poco».
Enrique García Castaño: Lo bueno que me voy a arramplar es una grabadora de esas.
Villarejo: «Una grabadora de esas de puta madre…».
Enrique García Castaño: «Eso además se programa en un ordenador, puedes programar para 20 horas, tú lo dejas en un sitio y le dices…enciéndete de 9 a 14 después de 17 a 20 y la puedes dejar ahí unos días y después es llevártela y guardártela y a tomar por culo, es como un micro. Aparte que después la gente que tengo allí, es de confianza».
Villarejo: «Oye no, y si hay alguna gente de confianza ahí».