El 1 de junio de 2011, Jorge Javier Vázquez leyó en directo en ‘Sálvame’ la desgarradora y dura carta que un primo de Carlos Parra, el hombre que perdió la vida en el accidente de Ortega Cano, le había remitido al colaborador del programa, Kiko Hernández. De esta manera, la familia del fallecido se pronuncia ante la posibilidad de que el torero estuviese ebrio mientras conducía y pone en duda la investigación policial.
‘SÁLVAME’, EN EL OJO DEL HURACÁN
El 28 de mayo de 2011, el torero -y viudo de Rocío Jurado- José Ortega Cano ingresó en la UCI del Hospital Macarena de Sevilla tras la colisión frontal que sufrió su coche con otro vehículo cuyo conductor murió en el acto.
Tras el accidente, el papel de Telecinco, y en concreto el de ‘Sálvame’, ha sido polémico. La familia de Ortega Cano ha hecho pública su intención de demandar tanto a la cadena como al programa por insinuar que el viudo de Rocío Jurado era un «borracho» y un «alcohólico».
Es cierto que Kiko Hernández ha hecho referencia a la supuesta adicción del diestro y a su tendencia sexual, pero lo hizo antes del accidente. De hecho. El propio Ortega Cano llamó al magacine para pedir el cese de tales comentarios y el asunto terminó amigablemente.
«EN LA FAMILIA ESTAMOS TODOS CALLADOS»
El 1 de junio de 2011, Jorge Javier Vázquez leyó en directo la carta que un primo del hombre que murió en el accidente le había enviado a Kiko Hernández (y que ofrece, íntegra, Telecinco.es). El texto pone en manifiesto la actitud de la familia de Carlos Parra ante la tragedia:
Soy un primo de Carlos, sólo quería decirte que mi familia, la familia de Carlos Parra Castillo, estamos todos callados, no hemos hecho ningún comentario hacia Ortega Cano. Lo único que se ha dicho es que en el pueblo había comentarios de que ese día estuvo tomando algunas copas por el pueblo. Nosotros nos mantenemos callados, esperando los resultados de la investigación del accidente. Pero quiero explicarte que esto es un pueblo pequeño que cualquiera llama y dice que es de la familia y comenta cosas que no tienen sentido.
Para que veas hasta donde llega todo esto, estos días se ha dicho en algunos medios que la mujer de mi primo había fallecido, que era su madre la que había fallecido… y cosas de ese tipo. Todas por desconocimiento de los medios porque cuando se les dice que no se va a comentar nada ellos se dedican a preguntar por el pueblo.
Nosotros estamos en el derecho de dudar del estado en el que se encontraba Ortega Cano cuando conducía y eso es lo que hace todo el mundo cuando sufre un accidente. ¿Sabes? Mi primo está muerto, los que lo queríamos estamos rotos, tenemos que ver su coche todos los días en la televisión, el estado en el que quedó pero todos nos mantenemos callados, la familia se mantiene callada.
«NO TE PUEDES IMAGINAR LA RABIA Y EL ODIO QUE TENGO»
El familiar del fallecido continúa de manera más agresiva asegurando que:
No te puedes imaginar la rabia y el odio que tengo por dentro. El día del accidente nos tuvieron tres horas a un kilómetro del accidente sin dejar que ningún familiar se acercara y le informara. Tres horas en la cuneta de una carretera con la única información de los coches a los que les dieron paso la Guardia Civil. ¿Sabes cómo me enteré de que mi primo había muerto? Porque me lo dijo un amigo que estaba parado a pocos metros y se acercó hasta el siniestro. Pero los familiares no podíamos, imagínate cómo nos sentíamos en ese momento.
Si hubiera sido mi primo el que ocasiona el accidente y Ortega Cano el que muere, me puedo imaginar los calificativos que se hubieran utilizado. Pero claro, es mi primo el que ha muerto, un hombre sencillo y no famoso y nosotros no tenemos derecho a dudar de Ortega Cano, de cómo conducía, dudar de si había bebido, de la velocidad, el motor del coche de mi primo saltó tres coches hacia la parte de atrás y esa fuerza de impacto no ocurre circulando a 90 km o 100 km.
Pero bueno, seguro que al final de todo esto es mi primo el culpable por pasar a esa hora por ese punto de la carretera. Mi primo está muerto, no le deseo nada malo a Ortega Cano pero no me importa cómo se encuentre.
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