EN EL FESTIVAL DE VENECIA

La última memez de Pedro Almodóvar termina en una lluvia de zascas muy merecida

El director de cine ha asegurado que su nueva película, 'La habitación de al lado', es una alegoría contra los discursos de odio

La última memez de Pedro Almodóvar termina en una lluvia de zascas muy merecida

Una nueva película, una nueva memez.

Pedro Almodóvar suele hacer buenas películas pero malas declaraciones, en especial cuando se mete en temas políticos en los que además de repetir el ideario de la izquierda, tira de ese buenismo cansón que busca resolver temas complicados con declaraciones maniqueas y sin propuestas reales. Y en esta ocasión, lo ha vuelto a hacer.

En una rueda de prensa en el marco del Festival de Venecia para presentar ‘La habitación de al lado’, su primera película en inglés, el director de cine se ha referido sobre uno de los temas candentes del momento: la inmigración ilegal.

En este sentido, dijo que su nuevo film, una adaptación de la novela ‘¿Cuál es tu tormento?’, de Sigrid Nunez, trata sobre “sobre la empatía y la generosidad. Sobre la amistad, sobre la ayuda, pero mi película es también la respuesta a los discursos de odio que estamos oyendo cada día en España y en el mundo”.

Por su puesto, ese “discurso de odio” solo viene desde la derecha y extrema derecha, porque la izquierda es incapaz de hablar, pensar o actuar mal. De esta forma, aseguró que la ultraderecha española pretende convertir a los niños sin acompañamiento en invasores y con un mensaje de buenismo absoluto, invitó a abrir los brazos a la inmigración ilegal y descontrolada.

Por supuesto, como suele ser en estos casos, estas personas que viven en un mundo paralelo, lleno de lujos y sin preocupaciones, ni piensan en lo que implica ni mucho menos proponen un un plan de acogida y reinserción, ni inciden en cómo se pagarían los costos -que siempre van a cargo público- ni todo lo que implica recibir a cientos de miles de personas que no pueden trabajar ni aportar inmediatamente en muchos casos porque ni siquiera hablan el idioma.

“Igual que el personaje de Ingrid abre los brazos, hagámoslo a esos niños sin acompañamiento que luchan por llegar a nuestras fronteras y para los que la ultraderecha española quiere que el Gobierno mande a la marina para impedirles que entren. Quieren convertirlos en invasores. Es delirante, es estúpido y tan injusto… Yo lo que propongo es lo contrario, que si podemos hacer algo en este mundo tan complejo y tan llenos de peligros, lo hagamos”.

La película cuenta la historia de una mujer que le pide a una amiga que la acompañe en sus últimos días de vida, ya que se encuentra enferma de cáncer. Sin embargo, y profundizando en su discurso de panfleto político de izquierda, asocia esta premisa con el cambio climático. Asegura que el planeta está agonizando, por lo que hay que pronunciarse contra el negacionismo y sus manifestaciones. Porque todo lo que no sea opinar como él (y ellos), es negacionista.

“No es una broma, esta película es sobre una mujer que agoniza en un mundo que esta agonizando, y la única solución, aunque peque de pretencioso, es que cada uno, desde su lugar, se manifieste en contra del negacionismo, y lo haga en sus ámbitos propios, ya sea la casa, el trabajo o la calle. Tenemos que parar este tipo de manifestaciones negacionistas, porque estamos en peligro”.

Ante las memeces de Almodóvar, las redes sociales estallaron contra el director de cine, recordándole su yate, su vida de lujos, sus negocios offshore sacados en los Panamá Papers, y demás incongruencias.

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