Desconfío de las fotos de los medios y de las intenciones de los grandes periódicos. ¿Cuántos bebés muertos y ahogados ha habido en las aguas del Mediterráneo en meses anteriores? ¿Por qué esta campaña con el niñito muerto en las playas turcas justo en este momento? ¿Por qué tanta crudeza al mostrarnos esas fotografías,y tanto esconder la realidad horrible de los refugiados por las guerras de África, de la persecución de los cristianos, de tantos bebés sufrientes hasta ahora? ¿Qué pretenden movilizar los medios y por qué?
Puede que la intención sea buena, pero lo dudo. Crisis humanitarias las ha habido a cientos. Cuando los medios se movilizan unánimes con alguna, es porque alguien quiere esa movilización. En Sudán, la tragedia fue espantosa durante años y la prensa pareció ignorarlo todo, hasta que Colin Powell decidió poner fin al problema antes de dejar el gobierno.
Hace meses que cientos de miles de desesperados esperaban la oportunidad de entrar en Europa desde hace años. Las avalanchas por mar, las tragedias, todo se ha tratado en los medios, pero no con la intensidad y la movilización actual. La opinión pública solo se conmueve con aquello que los periodistas deciden que se conmueva.
Cuando los Estados Unidos abandonaron Vietnam, cientos de miles de vietnamitas –los boat people- emprendieron una terrible odisea de huida por el mar hacia un futuro mejor. Huían de un espantoso régimen comunista. Miles murieron en el mar, abandonados a su terrible suerte, ahogados, asesinados, o de hambre y sed. La tragedia conmocionó a Occidente, pero casi nadie hizo nada. A los USA llegaron miles de emigrantes vietnamitas. Otros llegaron a Francia. Todos se integraron sin problemas, porque amaban la democracia y la libertad. No parece el caso de los nuevos refugiados. Al menos, no de la totalidad de ellos. La cuestión es el porcentaje de radicales que se nos están colando y el por qué de esta campaña.
Las guerras que hoy asolan Oriente Medio y el norte de África las han montado los americanos, los árabes saudíes y los franceses. Así de listos han sido. ¿O alguien se creía que unos cuantos activistas con un ordenador podían movilizar a unas poblaciones analfabetas, que seguro que no disponen de ordenador y que son partidarias en un 90% de la implantación de la sharía en sus países? Estoy hablando de la mal llamada “primavera árabe”. ¿Cómo pudieron creerse algunos periodistas inteligentes que esos movimientos eran espontáneos y pro democráticos? En Túnez, sí claro. Son ganas de no conocer Túnez. Siempre fue la excepción, en su calidad de perla de la colonización francesa.
En este mismo blog yo escribí un post sobre la violación de la periodista norteamericana en plena plaza de Tahrir. Era evidente ya en esos días que algo no cuadraba con la idílica percepción de la revolución que nos ofrecían los periodistas occidentales.
Con el tiempo y una caña, se han sabido cosas. Se ha sabido de los acuerdos bajo manga de Obama, de los que ningún periodista habla, con Arabia Saudí. Curiosamente, Obama consigue encontrar a Osama y matarlo. Estaba en Pakistán tan pichi. También se vio la extraña sucesión del poder en Qatar. Y se ha hablado insistentemente sobre la financiación del Estado Islámico. Se ha visto la actitud de Turquía, la incompetencia de Arabia Saudi, el hecho de que todo el mundo ha acatado la vuelta a la dictadura militar en Egipto sin decir ni pío, la guerra de Libia etc… (Por cierto, el dictador Gadafi estaba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU cuando fue derrocado) Francia tiene grandes intereses económicos –minas- en el norte de África. USA le ayuda a derrocar a Gadafi -a causa del petróleo-, a cambio del apoyo del país europeo a sus políticas en Oriente Medio. USA quiere permitir que Arabia Saudi controle la región a cambio de terminar con su apoyo al terrorismo de Al Qaeda y de conseguir una supuesta buena relación con el Islam.
Pero la incompetencia de los saudíes se revela inconmensurable. Todo fracasa en todas partes, y el follón que se monta es aprovechado por los islamistas de Turquía y los oscuros poderes de Qatar y otros lobbys islámicos para armar un ejército de locos radicales, peores que los de Al Qaeda, y no controlados por Arabia Saudi. Lo que ha pasado después en Oriente Medio se conoce más o menos. Lo que está pasando en África no tanto, porque para la izquierda bien pensante, no vale lo mismo un negro cristiano que un sirio musulmán.
La marea de refugiados era inevitable. Y pasa como con la primavera árabe: pacíficos y estupendos habrá… pero no sabemos el porcentaje. Y no lo vamos a saber hasta dentro de un tiempo. Y lo que queda por llegar, porque la estabilidad en Oriente Medio y en África, con las atolondradas nuevas iniciativas de europeos y americanos, cada día está más difícil. Pérez Maura en ABC hace un excelente análisis de la cuestión.
En Europa, todos los tontos compiten a ver quién puede hacerse pasar por más solidario, a poder ser con la pasta ajena y para sacar provecho electoral o de lo que sea. Merkel intenta apagar un incendio que no ha hecho más que empezar y que está absolutamente descontrolado. Putin espera relamiéndose y sin mover ficha, con paciencia de depredador.El futuro está por escribir, pero va a hacer falta mucha más coherencia, inteligencia y capacidad para resolver este enorme reto al que nos enfrentamos. Una Europa vieja, sumida en la estupidez de género, dominada por lobbys financieros e ideológicos tan malos como incompetentes, y vapuleada por los populismos… no parece que vaya a resistir el envite.
La pregunta es hoy a quién le conviene que millones de refugiados de Oriente Medio acaben en Europa, que se desarrolle una campaña de movilización para que los europeos nos rindamos ante la tragedia y que en Oriente Medio la situación siga tan convulsa como hasta ahora. Es una pregunta interesante, ante la que no tengo respuesta. Pero llegará, siempre llega. Espero que no llegue vestida de jinete del Apocalipsis, y que no me deje opción para escribir un blog en el que pueda decir: hace tiempo me preguntaba en este mismo blog…