Por José María Arévalo
(Inversiones de los Presupuestos del Estado)
El sesgo del gobierno de izquierdas que tenemos a favor de los suyos, que ya conocíamos, ha quedado muy de manifiesto con la distribución de inversiones en los presupuestos generales del Estado, donde increíblemente ha castigado a las autonomías que no gobierna la izquierda para favorecer abiertamente a las suyas y a las de sus socios nacionalistas. A Castilla y León la han castigado con un -4,2%, que ya es castigo. Lo comentaba El Mundo del 7 de octubre, como vamos a ver.
“Las cuentas -titulaba- en la región ascienden a 955,8ME y es la única comunidad, junto a Murcia, con retroceso. Valladolid y León ven recortada su asignación, suben Burgos y Salamanca y la que más pierde es Soria”. Y explicaba: Los terceros presupuestos del Gobierno de coalición PSOE-Podemos castigan a Castilla y León. El proyecto de ley refleja una partida total de 955,8 millones de euros, lo que supone una reducción del 4,2% con respecto al ejercicio anterior, cuando se quedó muy cerca de los 1.000 millones de euros, concretamente 997,2.
Esos 955,8 millones que figuran en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) suponen el resultado de las partidas de los ministerios, los entes públicos empresariales y las regionalizadas de la Seguridad Social, y la consecuencia es un recorte de 41,61 millones de euros. Castilla y León se mantiene como la sexta autonomía que más fondos recibe, por detrás de Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Galicia. La región acapara el 7,1% de las inversiones totales del Estado lo que supone también un descenso significativo de seis décimas, ya que este año era del 7,7%. Junto con Murcia son los únicos territorios de España en los que desciende, mientras el reparto de las Comunidades que se encuentran inmediatamente por encima queda así: Andalucía con 2.318,85 millones, el 17,2%; Cataluña, con 2.308,92 millones, el 17,2%; la Comunidad de Madrid, 1.305,35, el 9,7%; Comunidad Valenciana, con 1.269,46 millones, el 9,4%; y Galicia, con 1.077,88 millones, el 8%.
Hay que reseñar que Castilla y León es la única región del Estado que, junto con Murcia, ha visto descender la inversión. Las cuentas del próximo ejercicio inician así el trámite parlamentario con las distintas enmiendas y aportaciones de los grupos políticos.
“La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, registró ayer en el Congreso de los Diputados los presupuestos, que contemplan inversiones reales totales -no regionalizadas- de 13.443 millones de euros, si bien aumentan hasta los 25.912 millones si se tienen en cuenta otras partidas no territorializadas o inscritas en el extranjero. Para Castilla y León las cuentas suponen, efectivamente, un retroceso superior al 4%, pero la partida fue aún más baja en 2021, cuando se alcanzaron los 847,43 millones de euros. En 2019 y 2020 se prorrogaron las cuentas que en 2018 superaron los 1.000 millones de euros.
Por provincias, el reparto de los 955,8 millones de euros es muy desigual. Las más beneficiadas son Burgos y Salamanca, por encima del 20%, y entre las más perjudicadas se encuentran las provincias más habitadas, como León o Valladolid. Pero el Estado castiga especialmente al territorio más despoblado de la Comunidad, Soria, que ve que su asignación se desploma un 32,6%. La cuarta provincia que también pierde ‘peso específico’ en cuanto a inversiones es Zamora, y la quinta, aunque levemente, es Segovia. Ávila y Palencia se sitúan en el furgón de territorios que ganan en inversiones.
Burgos, más beneficiada porcentualmente
Así las cosas, por orden de crecimiento, Burgos suma 107,4 millones de euros, con un crecimiento del 25,6%. Es el territorio más beneficiado porcentualmente en el reparto, ya que en 2022 tenía una asignación de 107 millones de euros. A continuación se sitúa Salamanca, cuyo incremento en las cuentas es del 20,3%, producto de pasar de los 53,5 millones de este año a los 64,3 previstos para el próximo año 2023. En la tercera posición del ranking se encuentra Palencia, con 150,8 millones de euros, y un incremento de las cuentas cifrado en el 9,9%. En menor medida crece Ávila, un 4%, con 35,2 millones de euros.
Y a partir de aquí llegan los descensos, comandados por la citada Soria, que sufre una sangría: pasa de 146 millones de euros a 98, con el descenso ya reseñado del 32,6%. León sufre un recorte del 11,4%, con 156,2 millones, por los 176 del presente ejercicio. Valladolid, con 174,8 millones, también sufre una caída de 20 millones, que se refleja en una rebaja del 10,2%. Zamora cede un 6,7%, con 95,9 millones de euros (102,8 el presente ejercicio) y la que menos pierde es Segovia, un 0,8%, producto de pasar de un presupuesto de 45,2 millones a 44,8.
En el reparto porcentual de la asignación a Castilla y León por parte del Estado, Valladolid se lleva el 18,3% del total, seguida de León (16,3%), Palencia (15,8%) y Burgos (14,1%). En la última posición del ranking se encuentra Ávila, que apenas recibirá el 3,7% de las inversiones del Estado. Soria se encuentra en el 10,3% del total, Zamora en el 10%, Salamanca en el 6,7 y Segovia con el 4,7.
Un análisis de las inversiones de los ministerios (512,77 millones de euros) indica que dejarán en Valladolid, 116,7 millones de euros, seguida por Zamora, 86,6 millones; Burgos, 76,89; León, 56,8; Soria, 54,9; Segovia, 41,1; Salamanca, 32,9; Ávila, 23,4; y Palencia, 23,2. En cuanto a las empresas públicas (435,94 millones de euros), prevén invertir 127,5 millones en la provincia palentina, seguida por la leonesa, 98,5; la burgalesa, 57,3; la vallisoletana, 55,2; la soriana, 43,4; la salmantina, 28,89; la abulense, 11,8; la zamorana, 9,3; y la segoviana, 3,69.
Inversiones de la Seguridad Social
El reparto de las inversiones territorializadas de la Seguridad Social (3,7 millones) refleja que Valladollid recibirá 2,87 millones; León 407.100 euros; Salamanca, 234.000; y Burgos 184.900. Para finalizar, los consorcios (3,39 millones) dejarán inversiones por 2,27 millones en Salamanca; 574.000 euros en Burgos; 413.000 en León; 40.000 en Palencia y Valladolid, en ambos casos; 36.000 en Segovia; 14.000 en Soria; y 8.000 en Zamora.
El Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda urbana es el más inversor en la Comunidad, con un montante previsto de 381,59 millones de euros, que representan un crecimiento del 2,3% respecto a 2022. Asimismo, el otro ministerio con grandes inversiones es el de transición Ecológica y Reto Demográfico, con 64,18 millones de euros, y una importante subida de fondos del 31,4%. El Ministerio de Interior consigna para la Comunidad en 2023, una partida inversora de 23,8 millones de euros, que dispara los 1,6 millones que destinó a Castilla y León el año pasado.
También crece de forma considerable el presupuesto del Ministerio de Ciencia e Innovación, con 6,2 millones de euros, y un aumento del 264,7%. El resto de ministerios ven reducidas las inversiones para la Comunidad, como el de Justicia, donde desaparecen, cuando el año 2022 gastará 2,5 millones. Asimismo, Hacienda reduce sus inversiones un 22,2%, hasta los 5,6 millones; y Presidencia un 19,9%, con 1,49 millones. El caso del Ministerio de Cultura y Deporte revela un descenso de las partidas inversoras del 6,6%, con 9,86 millones; y el de Defensa las reduce un 0,4%, con una cuantía redonda de 20 millones.
Por lo que se refiere a las empresas públicas, gastarán en inversiones el año que viene en Castilla y León, un total de 435,94 millones de euros, que reflejan una reducción de los fondos del 16,6%.
Carreteras
La eterna A-11 acapara 6 de cada 10 euros en carreteras con partidas clavadas al año anterior. A la también endémica Valladolid-León la despacha el Gobierno con solo dos millones y la Benavente-Zamora recibirá un impulso insuficiente, con 34 ME para una obra de 994. Las cuentas olvidan la tan reclamada pasarela de Boecillo y la aplazan sin fecha.
A paso de tortuga seguirá la eternamente aplazada autovía del Duero, A-11, que acumula más de dos décadas de retraso. Pese a que acapara seis de cada diez euros de la inversión del Estado en las carreteras de la Comunidad (102,6 millones de un total de 162,3), la consignación aún no es suficiente para darle un empujón que pudiera poner fecha a la finalización de la obra. Mucho peor aún le va a la olvidada autovía Valladolid-León, A-60, con la misma demora que la A-11 pero con una ridícula consignación de tan solo dos millones de euros para 2023.
Mientras, las cuentas propuestas por el Gobierno para 2023 olvidan otras infraestructuras muy demandadas como la Pasarela de Boecillo sobre la N-601 que una plataforma local lleva reclamando con movilizaciones desde hace años y cuya inversión, por valor de 768.000 euros, sí había sido aprobada en la Ley de Presupuestos Generales del Estado del año en curso.
También aplazan sin fecha el tramo de la A-11 de Venta Nueva al enlace de Santiuste, de 17 kilómetros, cuyas cuentas desaparecen desde la anualidad 2023 pese a estar presupuestado en 95 millones. También se esfuma de la A-73 (Burgos-Aguilar de Campoo) el tramo Pedrosa de Valdelucio-Bascones de Valdivia, de 11,95 kilómetros, que pasa a dormir el sueño de los justos pese a estar presupuestado en 54 millones de euros.
Volviendo a la faraónica A-11, las consignaciones son prácticamente calcadas al año anterior. El Gobierno continúa el impulso a los principales tramos en obras, el Quintanilla de Arriba-Olivares de Duero, con 8,5 kilómetros de longitud, y el Olivares de Duero-Tudela de Duero, de 19 kilómetros. Consigna al primero 54,6 millones de euros y al segundo 25,45, cantidades idénticas al ejercicio en curso. En las anualidades siguientes las cantidades menguan, con finalización prevista en 2025.
En el caso contrario se encuentra el tramo Fonfría-Alcañices, que recibe solo dos millones de euros de consignación el año que viene, pero en 2024 y 2025 recibiría, si la previsión se cumple, 10 y 12 millones respectivamente. Igual le ocurre a las obras del tramo de la variante de Langa de Duero a variante de Aranda de Duero, de 21,4 kilómetros, con la escuálida consignación de un millón de euros para 2023, y crecientes partidas de 5, 15 y 20 millones para los años siguientes.
Siguiendo con los tramos con mayor consignación, el tercero es el comprendido entre la variante de El Burgo de Osma a San Esteban de Gormaz, de 11,1 kilómetros, que recibe 14 millones. Al total de 162,3 millones destinados a tramos de autovías se suman otros 204,9 para actuaciones de conservación de carreteras y seguridad vial.
Así, la partida total prevista por la Dirección General de Carreteras es de 367,28 millones de euros para 2023, lo que significa un incremento de 4,25 respecto al año anterior (1,17% más). La segunda mayor dotación para autovías de la Comunidad se la lleva la A-66, la Ruta de la Plata, para terminar el tramo de 49 kilómetros entre Benavente y Zamora. Se destinarán a ello 33,87 millones de euros en 2023, si las cuentas consiguen entrar en vigor y el Estado consigue ejecutarlas, y se repetirán consignaciones parecidas en los tres años siguientes. Eso sí, la cosa va para largo, puesto que el presupuesto total de la actuación es de 993,78 millones. A ese ritmo de inversión, la obra se prolongaría unos 29 años.
La Autovía de Navarra o A-15, con 78,6 kilómetros de tramos en servicio y otros 84,8 en proyecto, recibe 4 millones de euros para cinco tramos a su paso por Castilla y León, el mayor de ellos el de Fuensaúco (término de Renieblas) – Villar del Campo, de 15,8 kilómetros. La A-12 Burgos-Logroño recibirá una inversión de 2,5 millones de euros, la A-66 Ávila-Maqueda 249.980, la A-76 Ponferrada-Orense se tendrá que conformar con 1,5 millones y la A-73 Burgos-Aguilar de Campoo con otros escuetos 1,67 millones.
Otro apartado ocupan las obras en rondas de las ciudades. El cierre de la circunvalación de León, una obra con año de inicio en 2007, recibe medio millón de euros el año que viene, y una actuación en la ronda exterior oeste de Valladolid, iniciada en 2008, recibe otro medio millón de euros el año que viene.