Apuntes psicológicos

Bertrand Regader

El comportamiento del inversor en momentos de crisis

El comportamiento del inversor en momentos de crisis

Una de las principales características del mercado es su volatilidad, y ésta se acentúa cuando la economía experimenta situaciones de incertidumbre como la ocurrida en la crisis la del petróleo en el año 1973, en la burbuja de las punto com en el año 2000, o en la crisis financiera del 2007.

En este conocido gráfico que elaboró la empresa Credit Suisse se puede observar cómo evoluciona el estado emocional de los inversores durante un ciclo económico. 

Es realmente interesante ver cómo las emociones influyen en las decisiones de inversión de tantas personas, y este gráfico muestra a la perfección la evolución del estado de ánimo del inversor emocional.

Para entender por qué el inversor emocional pierde de forma constante en bolsa, es conveniente analizar desde un punto de vista psicológico los impulsos que le llevan a comprar acciones en un momento de mercado determinado. 

Las 5 fases emocionales del inversor en bolsa son una forma excelente de entender la influencia de la psicología en las decisiones de inversión de muchas personas, las cuales les llevan a perder dinero de forma recurrente en el mercado.

Las 5 fases emocionales del inversor en bolsa

A continuación, analizaremos las 5 fases emocionales del inversor en bolsa, para entender el caos emocional que puede llegar a experimentar cualquier persona que invierta en bolsa en base a sus emociones y sentimientos.

Fase 1. Confianza

La primera fase emocional del inversor suele coincidir con una importante subida en las bolsas, momento en el que índices como el Ibex35, el Eurostoxx, el Nasdaq y el SP500 ocupan las portadas de periódicos, telediarios y páginas web especializadas.

En esta fase, el inversor ve la oportunidad de poner su dinero en bolsa para ganar una buena rentabilidad en pocos meses dado que el mercado lleva tiempo subiendo. Amigos, familiares, compañeros de trabajo, y los propios medios de comunicación han influido en esta decisión, él no quiere ser el único en perderse la fiesta.

El mercado sigue subiendo, la euforia en las bolsas es máxima, y el inversor sigue recomprando acciones, aumentando su posición cuando el mercado experimenta pequeñas correcciones. Las expectativas económicas son buenas, y parece que la bolsa puede seguir subiendo varios años más. No hay de qué preocuparse.

Fase 2. Miedo

Pero de repente… Una mala noticia golpea fuertemente a las bolsas y durante varios días los mercados bajan con fuerza. El inversor, un poco confuso ante la situación de incertidumbre que plantea el mercado, sigue comprando acciones con un importante descuento. 

Las expectativas económicas eran positivas hace unas semanas, y las acciones ofrecen un buen descuento, así que el mercado no puede caer mucho más y el inversor espera un rebote inminente que le permita volver a ver los números verdes en su cuenta.

Pero nada de lo esperado sucede, el precio de las acciones sigue bajando progresivamente y las expectativas de crecimiento positivas de hacía unas semanas, se convierten en dudas, contradicciones e incertidumbre sobre el futuro de la economía. Puede que no sólo sea una corrección.

Fase 3. Pánico y Ansiedad

El mercado sigue cayendo en vertical, y lo que parecía una corrección en las bolsas semanas atrás, se convierte en una tendencia bajista consolidada, como consecuencia de una muy probable recesión económica que va a llevar a la bolsas a cotizar en mínimos de los últimos años.

El inversor entra en pánico. Tiene un gran capital invertido y está experimentando pérdidas muy importantes por culpa de sus inversiones. El desgaste emocional es muy grande, pues las perspectivas económicas se vuelven negativas y nada parece indicar que la situación mejore. La ansiedad sube.

Las bolsas pueden bajar todavía más y el inversor no puede permitirse perder todavía más dinero. La situación económica también le está afectando a nivel particular, y necesita tener efectivo para hacer frente a los gastos diarios. Por miedo a perder más dinero, decide vender todas sus acciones, asumiendo grandes pérdidas.

Llegados a este punto, el inversor emocional se dice a sí mismo: ‘’No voy a volver a invertir nunca más en bolsa’’.

Fase 4. Frustración

Durante las semanas posteriores, el mercado sigue bajando marcando nuevos mínimos y el inversor se siente aliviado por haberlo vendido todo semanas atrás, pese a las pérdidas.

Pero de repente, el mercado empieza a subir con fuerza. Los grandes fondos de inversión y los bancos se disponen a comprar acciones de aquellas empresas que más han caído a lo largo de la crisis, para poder afrontar el nuevo ciclo económico con empresas de gran calidad a precio de descuento en su cartera de acciones.

A lo largo de las semanas siguientes, los inversores institucionales y los pequeños inversores están comprando con más fuerza que nunca, haciendo que el precio de las acciones crezca con fuerza y elevando las cotizaciones hasta los precios anteriores a la crisis. 

El inversor emocional se siente profundamente frustrado, si no hubiera vendido en mínimos no hubiera perdido la mitad de su inversión.

Fase 5. Confianza

En esta última fase es cuando el ciclo del inversor emocional se repite y todo vuelve al mismo punto de partida. El inversor emocional ha tenido que asumir cuantiosas pérdidas ‘’por culpa’’ de la crisis, y quiere volver a invertir en bolsa para recuperar todo lo perdido. El asunto con la bolsa se convierte en algo personal.

El mercado vuelve a situarse a los mismo niveles en los que compró años atrás, pero ‘’está vez será diferente’’. El inversor emocional vuelve a invertir en bolsa para que el mercado le devuelva todo lo que le había quitado en la crisis anterior.

Las bolsas siguen subiendo durante los años posteriores y sigue recomprando más acciones para aumentar su posición en las empresas que cuentan con una mayor recomendación de los analistas que salen por televisión.

El inversor emocional está eufórico. Está a punto de recuperar todo lo perdido en aquella dichosa crisis, y todos los expertos indican que el mercado puede seguir batiendo nuevos máximos.

Pero de repente… Una mala noticia golpea fuertemente a las bolsas y durante varios días los mercados bajan notablemente. Lamentablemente, la realidad vuelve a golpear al inversor emocional, experimentando grandes pérdidas otra vez más.

Referencias bibliográficas

  • Massé, Pierre (1963). La elección de las inversiones. Sagitario.
  • Renta 4. «Riesgos de los fondos de inversión». Renta 4.
  • Análisis macroeconómico, E. Shapiro, Ediciones ICE, ISBN 84-7085-095-4
  • Principios de economía, N Gregory Mankiw, ISBN 84-481-1422-1

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Bertrand Regader

Bertrand Regader (Barcelona, 1989) es psicólogo educativo. Escritor por vocación y divulgador por oficio, Regader es director de psicologiaymente.net, un portal dedicado a la psicología y las neurociencias.

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