Pues enterado me he de que el ministerio cuya presidencia solicitaba ayer mi señoría no es simplemente de sanidad, no. El ámbito de mi poder si pillo esa cartera es, además de la sanidad, el consumo y bienestar social. Ahí es nada la pomada. Es decir, uno sería el que partiría el bacalao en un montón de cosas. Ah, y sería el caporal en todo eso del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitaria con su equipo de expertos con elevada ´expertitud´ y todo. No, eso puede ser el “líquido blanco que segregan las mamas de las hembras de los mamíferos para alimento de sus crías”, es decir, la leche. A mi señoría le molaría cantidad. Sepa, señor Presidente del Gobierno que de verdad estoy muy interesado por el puesto. O sea que interés todo.

Otra cosa que se requiere en estos documentos es, por supuesto, manifestar la edad del aspirante. Mi señoría, sin embargo, está exento de aportar ese dato, porque es algo que el empleador (me refiero al Doctor Sánchez, Primer Ministro él del Gobierno) a través de alguno de sus esclavos puede averiguar consultando alguna de mis biografías, mirando a Google.es o preguntando en el Registro Civil. Pero en fin, como hay esclavos de esos – y por vuesarcedes también- que no saben qué es una biografía, ni Google.es, ni el Registro Civil se les dice directamente la edad para que no sufran, que en mi caso es de ochenta y trece tacos (de almanaque) y así no perdemos el tiempo.

Luego, quienes quieren emplear a una persona, incluso quienes desean nombrar a un ministro, siempre preguntan en qué se ha trabajado antes, porque desean saber qué experiencia laboral se tiene y si se puede estar cansado por haber trabajado antes en exceso. En este caso, sin embargo, en el que se pretende contratar a un señor como ministro, lo de haber trabajado antes no tiene tanta importancia porque experiencia laboral no hace falta para nada y si está uno cansado porque haya trabajado en exceso, no importa, ya que podrá descansar cuando sea ministro. Por eso, en casos así se valora más el conocer a qué partido político es más aficionado el aspirante. Mas esto con el Gobierno actual, como es de izquierdas, es decir, de los buenos da igual. Si fuese para ser ministro con un Gobierno de derechas la cosa cambiaría, claro. El único inconveniente es que si antes se hubiese dedicado el aspirante en cuestión  a no dar golpe casi mejor, porque de lo contrario, es decir, si hubiera o hubiese dado golpe habría que determinar si ese golpe, en el sentido de golpear, no podría considerarse como violencia doméstica, actitud ésta que, a la sazón, está ahora como muy perseguida. Y entonces habría de intervenir el ministerio de Igualdad y mientras él no diera o diese su veredicto favorable sería difícil que se nombrara ministro a alguien.

Y, de momento, pongo punto final a la parla o chirigota de hoy, porque advierto que algunos de vuesarcedes empiezan a tener síntomas de somnolencia. ¿O no?

P. d.: Dada la sorprendente interrupción final de la chirigota precedente, si desean conocer más desopilantes detalles de mi biografía, ´pinchen´ aquí y lean. Y, por favor, comenten.

7-01-2021.