Cajón de Sastre

Rufino Soriano Tena

Ganar más costando menos

Contado que les he ya a vuesarcedes, en mi chirigota anterior, cuáles son algunas de mis múltiples dolencias. Si no las recuerdan, se las enumero ahora de nuevo. Recuerden: amnesia, síndrome de Diógenes, pérdida habitual de anotaciones y ´scribopatía´. Como digo, estos achaques son algunos -que no todos- los que mi señoría tiene o padece. Pero no perdamos el hilo de esta parla. Además, quiero aclarar que la ´scribopatía´, no debe confundirse nunca con la grafomanía por la sencilla razón de que ésta se refiere solo a la necesidad de escribir, mientras que la otra, la ´scribopatía´, implica también el hecho de que lo que se escribe se publique o se divulgue. Es decir: es igual pero no es lo mismo, que decimos los partidarios de cuestiones antagónicas y de otros enseres cuyos planteamientos chocan. O sea, que si un enser se enfrenta a otro enser mi señoría es partidario de… de lo que sea, por la sencilla razón de que uno ha los criterios éticos necesarios para dictaminar quién tenga derecho a esto o a lo otro, sin intervención de más altos y severos organismos. No tiene, pues, que emitir o ratificar mi juicio ni el CGPJ (Consejo General del Poder Judicial), que además está obsoletísimo por una cuestión política. Nada, que informa la prensa que el PP ha dicho que ´no es no´, y cualquiera les apea del burro. Pero mi señoría es aun más radical, como ya lo he manifestado en otras ocasiones. Mi respuesta a eso de que ´no es no´ es lo de que ´tampoco es tampoco´. Nada, nada: es lo que hay.

Más dejando al lado de allá lo que antecede, en la jornada de hoy quiero someter al juicio de vuesarcedes el presunto atajo para crear puestos de trabajo, que inventó mi señoría en su momento, lo dio a conocer a expertos y el rechazo fue tan unánime que decidí echarlo en el cajón del olvido. Pero eso ocurrió en un tiempo pasado. ¿Y quién me dice a mí que cosas que no gustaron antes no puedan constituir o ser hoy día un manjar de exquisito paladar?, me pregunto.  Y si así acontece, es decir, en el caso hipotético de que vuesarcedes le atribuyeran su ok!, mi señoría, como quién no quiere la cosa -pero queriéndola- se pondría en contacto con el Asesor del Gobierno que corresponda, para que él, o ellos si son muchos como me temo, lo conozcan y se lo hagan llegar a quien proceda para que no haya lío. Es decir, si primero lo debe conocer alguna ministra o ministro del Gobierno de España, pues… que lo conozca. Y si superado este trámite, la idea ha de llegar al actual -y no sabemos hasta cuándo- Presidente del Consejo de Ministras y Ministros, doctor don Pedro, sea. Además, si este recorrido, por cualquier cosa, no se viera o viese coronado por el éxito, a mí no me importaría hacérselo llegar al Jefe de la oposición, señor Núñez Feijóo, que igual en las próximas elecciones generales se erige en el mayordomo o caporal del Ejecutivo. ¡Quién sabe! Claro que en este caso habría que localizar al Asesor que corresponda, porque mi señoría piensa que también él tendrá de estos, porque si no… Hombre, es que uno no cree que la oposición vaya a seguir al tren del Gobierno en cuanto a la dimensión de las entidades que dependan de él, porque entonces no podrá pagar las deudas que tenga España cuando la oposición se haga con los mandos del país. Tendrá que ahorrar para ir disminuyendo esas deudas, porque no sé si conforme a los datos reales es así, pero para mí tengo que cuando hay un gobierno de izquierdas crecen las deudas del país, y cuando viene la derecha, disminuyen… aunque no demasiado, eso es cierto. Claro, es que si se da tanto como da el actual Ejecutivo, que si bono cultural a los ciudadanos que cumplen dieciocho añitos, que si esto gratis para quien sea, que si aquello de balde para otros, etc., etc., o sea, que con tanta solidaridad, que equivale a ´solo-dar-y-dar´… En fin, a lo nuestro.

Supuesto laboral.

La empresa Z las está pasando canutas y se ve obligada a despedir al trabajador X que estaba ganando 1.000 €/mes. Dicho trabajador X, por acceder al amplio colectivo del paro español, empieza a percibir 800 €/mes a costa del gobierno, es decir, de los contribuyentes. Esta circunstancia, dentro de que le molesta a X, sin embargo, le pete, porque no hay duda de que lo de no tener que ir a trabajar es placentero, pero bueno  En esta situación, aparece un emprendedor, Y, el cual está dispuesto a coger para su empresa al trabajador X pero solo le puede pagar 500 €/mes. No obstante, X va a acabar ganando 100 € más al mes porque el gobierno, es decir, los contribuyentes le vamos a dar sólo 600 €/mes y el emprendedor citado, 500 €/mes. En total, pues, X va a cobrar 600+ 500 = 1.100 €/mes que son 100 €/mes más de lo que ganaba en la empresa Z que le despidió. Claro que esto acontece si X quiere trabajar, pero, ¿no es eso lo que quieren todos los que están en el paro? (¡Tararí que te vi…!)

Ahí están los cálculos que, grosso modo, ha hecho mi señoría para llegar a los resultados y conclusiones que he llegado. He de reconocer que tal vez utilizando datos más reales -con Seguridad Social y demás requisitos legales que procedan- se obtengan resultados que induzcan a otras reflexiones que pueden no parecerse en nada a las que aquí se han obtenido, pero esos cálculos que sin duda podrán realizarlos algunos de vuesarcedes que sepan de esto, si se los hacen llegar a mi señoría, uno se compromete a difundirlos aquí para general conocimiento de todos (y todas, que añadiría inútilmente un socialista), informándoles además de  quiénes sean sus autores. Y si ratificaran o ratificasen mi tesis habríamos llegado a la conclusión de que el trabajador X de nuestro caso ganaría más costando menos. ¿O no?

 

16-11-2022.

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Autor

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

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