Por fin… Sí, me van a perdonar vuesarcedes que empiece esta crónica endilgándoles un memorial de agravios contra mis corresponsales, señores J. A. y F. J. Al primero, don J. A., porque hasta hace dos días no me había dicho nada, pese a mi requerimiento. Y es que al tardar tanto en tener respuesta referida a mi chirigota publicada, yo me dirigí a él, preocupado mi señoría de que no fuera a estar de nuevo deteriorado en su salud como lo estuvo el pasado verano, pero mi buen amigo limitado se ha a escribirme un e-mail que dice ´ad pedem literae´: “Todo sigue su curso debidamente. Gracias por tu recuerdo, dilecto Herr Professor”. A la vista de esto, ciertamente mi señoría no se atreve a asegurar nada, porque… Eso don J. A. Y don F. J., es cierto que me ha mandado hace cinco o seis días algo, pero dado el ´acarajotamiento´ que uno padece, no oso valorar ni como bueno, ni como malo sino, eso sí, como confuso. Así es que para evitar eventuales interpretaciones voy a transcribir lo que él nos dice: “Uno ha de confesar que está muy de acuerdo con lo de recibir fondos a casco y (sobre todo) porros de la UE, aunque para el caso también me valdría la EU, la CEE, la CECA, la OCDE y hasta la POUM.                                   

No obstante, servidor, ´adiadehoy´ aun no ha visto un solo euro de los llamados fondos europeos. He aquí otro nuevo ejemplo económico, el de la ilusión monetaria: nadie ha visto el dinero pero confiamos en que en algún sitio estará. Y además ya lo gestionará el gobierno por nosotros, que nos empeñamos en malgastarlo (yo, al menos). Por último, entiendo perfectamente su confusión con la honorable profesión de sexador de pollos. Siguiendo las indicaciones del Ministerio de Igualdad habría que sustituir sexo por género, por lo que el nombre de la profesión sería el generador de pollos. Lo cual tiene que ver con el sexo en sentido literal: hasta donde llegan mis magros conocimientos en biología, el único generador de pollos posibles es el gallo. Y uno tampoco quería calumniar a un humilde trabajador del sector avícola.

Por cierto, me he limitado a las primeras acepciones de pollo en el diccionario de la RAE; tomando la quinta se llegaría a una fabulosa equivalencia: un sexador de pollos es un generador de líos (y escándalos). Ahí le dejamos una nueva cruzada al Ministerio de igualdad para que resuelva este acuciante problema de los españoles/as/os/is/us.

Un abrazo.       

Interesantes declaraciones estas, sobre todo en la teoría mendeliana de los sexadores de pollos. Pasan, según él, a ser los gallos. Y como ´gallo que no canta algo tiene en la garganta´, si ese fuera el caso habría que recurrir a un veterinario para que haciendo uso de sus conocimientos profesionales nos manifestara cuál sería la etiología del mal en cuestión y la terapia correspondiente para su cura.                                                                                                                                                                                                                                                            Así están las cosas. Si recuerdan vuesarcedes, casi al final de mi chirigota anterior, uno, como ya no se fía ni de sí mismo  (vean la chanza o cuchufleta pinchando aquí, si gustan) allí apuntaba yo: “Es verdad que la culpa puede ser de mi señoría por no haber expuesto la pretendida estrategia de este trabajo”. Y a continuación, traté de dársela -la estrategia-, como habrán comprobado si han releído el link que les acabo de dar. Se trata, insisto, de si una vez corregido mi artículo anterior, se dedujera de él (haciendo las cosas, es decir, los cálculos como la administración actual ´sociocomunista´ manda); se dedujera de él, repito, que eso de ´Ganar más costando menos´ era una tontería que se le había ocurrido a este ´matusalénico´ vejestorio que es mi señoría, porque con ello no iba a costar menos nuestra producción en general, ni los autónomos iban a conseguir lo de ganar pasta, no como ahora que la están perdiendo, etc. Si eso era una tontería, estaríamos perdiendo y, por ende, necesitando pasta que es una ocasión nefasta. ¿O no?

En otras palabras, en cuanto dispongamos de un estudio hecho en serio, como habrá carencias a porrón, a la UE (o EU que da lo mismo) diciéndoles: esto es lo que necesitamos, su coste lo estimamos en tantos euros y por eso le manifestamos a los ciudadanos europeos que ahora tienen la ocasión de darnos los cientos de miles de millones que necesitemos para que ellos reciban más de lo que nos dan, o sea, ellos recibirían… igual cientos de miles de trillones. Sí, es un decir, pero más de los cientos de miles de millones que le pidiésemos, seguro. ¿O no?