Estamos –vuesarcedes han de reconocerlo– en un país, en el que si a la ciudadanía le da por acabar con un político, ese pobre va arreglado. Tomemos si no, como ejemplo, el caso del actual -y no sabemos hasta cuándo– Presidente del Gobierno, don Pedro Sánchez.  Acerca de él mi señoría decía en la chirigota o cuchufleta anterior  que “si triunfa en las elecciones generales, él seguirá arreglando el mundo como lo viene haciendo tiempo ha”. Mas eso es si triunfa, pero si no… Claro, es que puede no ganarlas. Y si no las gana, ¿qué? ¿Sería capaz la ciudadanía de olvidarse de que este señor fue el que formó la coalición de Gobierno social-comunista que durante los tres últimos años tanto bien nos ha deparado? ¿Y qué Gobierno si no el suyo ha aprobado las leyes de la Eutanasia, la de la Educación que elimina la LOMCE,  las reiteradas subidas anuales de las  pensiones desde que está en el Gobierno, el aumento del Salario Mínimo Interprofesional a 900 €, la creación del Ingreso Mínimo Vital para eliminar la pobreza y la exclusión social, la aprobación de los PGE para los sucesivos años de la legislatura,  el impulso de la ley del Cambio Climático y Transición Energética. . . Ah,  y la reformulación del Consejo de Ministras y Ministros con una más actual estructura y consiguientes nombramientos que incluyen el de la Vicepresidencia con competencias económicas. Tampoco se puede olvidar entre estas gestas la famosa implantación de la ley de “solo el sí es sí”, que mi señoría no sabe si no la plagiarán en la Gran Bretaña, llamándola ´only yes is yes¨.

Después de lo dicho y de lo que se podría decir más aún del Gobierno socio-comunista o comunista-social, ¿qué quieren vuesarcedes, que se vayan estos señores  -bueno, y señoras, porque haberlas ´haylas´ y en mayor cuantía que los caballeros. Y que no venga ahora la ´derechona´ a decir que va a denunciar al Ejecutivo por que el número de damas es mayor que el de varones, y eso ocurre hasta en el Ministerio de Igualdad, que ya es el colmo o recochineo. ¿El colmo o recochineo de qué? Peor, mucho peor es la corrupción, y todo el mundo sabe que eso es la derecha: la malversación de fondos públicos o privados, el desfalco común, la vulgar estafa casposa de especímenes de políticos corruptos, o sea, mala gente. Muy mala. La izquierda, sin embargo, tan buenos, tan formales. . .  Es verdad que en ocasiones también la izquierda  provoca algún que otro follón, como el que ocurrió ayer, en la sede la Presidenta de la Autonomía con el caso Bolaños, y al decir Bolaños adviertan que lo hago utilizando no una b inicial minúscula sino una mayúscula como una casa, para poner de manifiesto que no me estoy refiriendo a una “ bola o pelota de  piedra que disparaban las bombardas y pedreros”, que es lo que dice textualmente el diccionario de la RAE sobre el vocablo bolaño. Pero por si alguno de vuesarcedes fuera o fuese catalán, que haya estado sometido a la correspondiente inmersión lingüística y no alcanzara a saber qué es una lombarda o qué un pedrero, no se preocupen que para eso está aquí mi señoría y para eso me pagan, aunque solo sea con cariño. Miren, una lombarda, en este caso, es “un cañón antiguo de gran calibre”; y un pedrero es también un “tipo de cañón antiguo, especialmente destinado a disparar bolas”.

Y tras estas aclaraciones semánticas acerca de material bélico, mi señoría continúa, aunque como Alférez de Artillería que soy podría elucubrar lo mío al respecto. Mas prosigo no para quitarle hierro al acto, o mejor dicho, a los actos que ocurrieron ayer, fiesta del 2 de mayo, en el Km. 0 de España. En efecto, fue el día de esta Comunidad de Madrid y con tan fausto motivo la Presidenta  de la Autonomía, señora Ayuso, que lo es por mayoría absoluta en las urnas, organizó el jolgorio correspondiente, al cual invitó a las autoridades y al personal que procedía según el protocolo, y a sus amigos, supone mi señoría. Mas he aquí que al señor Ministro de la Presidencia no se le ocurrió convocarle, pero éste, aunque no le habían cursado invitación, se decidió acudir al acto, pensando -cree mi señoría– que los organizadores le agradecerían su presencia y le invitarían a formar parte de la presidencia del acto, pero la encargada del protocolo de la fiesta no se lo permitió, provocándo un incidente de narices, por no decir nasal. Que la susodicha Jefa de Protocolo hizo bien o hizo mal, yo qué sé. Pero el ´ni forgoten do peluco´ de ella, que es como decimos en sanscrito el ´ni hablar del peluquín´ parece que fue lo que prevaleció. Y ni qué decir tiene que hoy la prensa de Madrid se divierte dándole la razón a la izquierda y quitándosela a la de derechas o lo contrario: dándosela a la de derechas y quitándosela a la izquierda. Es decir, lo de siempre. O sea, que unos ponen a caer de un burro a los otros, y los otros, por el contrario, dicen que los unos son los que han de descender del asno, pollino o borrico. Lo de siempre. ¿O no?

03-05-2023.