Menos mal que releído he la anterior chirigota o cuchufleta que edité en este mi blog que es el de vuesarcedes -siempre con la bendición del director de ´Periodista digital´, que es quien manda en esto-. Sí, porque si no, no me habría dado cuenta de que en el título, precisamente en el título de esa chanza metí la pata de una forma inexplicable y utilicé la palabra ´multipicaño´ en lugar de cultipicaño. Y así titulé “¿Es un señor multipicaño / nuestro ministro Bolaños?» No, si hoy ya mi señoría aprestado se ha a efectuar la rectificación, quedando como título correcto el de “¿Es un señor cultipicaño / nuestro ministro Bolaños?” Pero de todas formas mi errada señoría se pregunta cómo alguno de los pocos leedores que tenga este incomprendido autor no ha advertido este lapsus y, o bien a la redacción de PD o a mí mismo no nos ha dicho que qué es eso de la ´multipicañería´ porque no han entendido la duda de que el autor del post no sepa que un ministro, y además de la Presidencia, no puede ser ´multipicaño´, aunque la verdad es que no sabiendo qué es eso, tampoco se podría asegurar que eso fuera o fuese cierto o incierto. ¿A que no? De todas formas, si en el futuro mi señoría introdujera o introdujese su pata (pie o pierna de los animales -racionales, como es el caso-) hasta el corvejón, díganmelo, please, con un e-mail a [email protected]. Para evitar posible protestas acerca de qué es el corvejón, se lo digo a los distraidillos de vuesarcedes que siempre hay alguno que está más p´allá que p´acá. Sepan éstos -los distraidillos- que el corvejón es para el diccionario de la Real Academia Española: «1. m. Zool. Articulación situada entre la parte inferior de la pierna y superior de la caña, y a la cual se deben los principales movimientos de flexión y extensión de las extremidades posteriores en los cuadrúpedos”. Mi señoría no es cuadrúpedo, pero da igual.
Y casualmente del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática que, como queda dicho, no es ´multipicaño´ sino “cultipicaño”, hoy me he enterado que el sábado último le practicaron una operación quirúrgica de vesícula. Y que su dolencia, al parecer, estaba diagnosticada desde el 29 de abril, es decir, tres días antes del que tuvo lugar el choque con la responsable de los representantes de Protocolo de la Comunidad de Madrid, hecho del que se habló mucho y aun hoy se sigue hablando. Por ejemplo, Juan Manuel de Prada, en esta fecha, en su columna EL ÁNGULO OSCURO, de ABC, titulada “Croquetas y cólico biliar” va y escribe: “¿Será Bolaños uno de esos gorrones que se cuelan en saraos y demás conciliábulos del papeo gratuito?”. Y luego añade: ”¿Habrán sido las croquetas y canapés de aquella fiesta de la Comunidad de Madrid los causantes del cólico biliar?”. Y no: mi señoría puede responder a esa pregunta en el sentido de que al menos las croquetas y el consiguiente cólico biliar que ha propiciado la intervención quirúrgica a la que ha sido sometido el ministro de referencia no tienen su origen en la ingesta de viandas que se repartieron en el festejo del 2 de Mayo por la sencilla razón de que el diagnóstico de la dolencia en cuestión se hizo el 29 de abril, tres días ante de que tuviera o tuviese lugar la ´guchipanda´ de marras. Y mi señoría dice esto en respuesta a la segunda pregunta que he citado del señor De Prada. Esté tranquilo, pues, don Juan Manuel.
Y habiendo respondido ya a ese interrogante y sabiendo que esta parleta de hoy está alcanzando ya un tamaño mayor de lo prudente para vuesarcedes, lo mejor es callarse de momento. ¡Chitón! ¿O no?
08-05-2023.
