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Gobierno de Sánchez: corrupción, sexo de pago y mensajes de WhatsApp

El Ejecutivo de Pedro Sánchez afronta un terremoto político tras la filtración de audios y revelaciones sobre corrupción, sexo de pago y tramas de espionaje vinculadas al entorno presidencial

En 24×7 de este lunes 10 de junio, Alfonso Rojo analiza con el economista Lorenzo Bernaldo de Quirós y Josué Cárdenas, las novedades relacionadas con los innumerables casos de corrupción que acechan al Gobierno. Además, el economista Bernaldo de Quirós explicará cómo España pierde todos los años 70.000 millones de euros por culpa del exceso de leyes.

En cuanto a la corrupción, la política española no descansa ni en verano. En los últimos días, Pedro Sánchez y su equipo han visto cómo el fuego cruzado de escándalos judiciales y mediáticos se intensifica. El PSOE intenta capear un temporal donde se mezclan casos de corrupción, grabaciones secretas en saunas, mensajes comprometedores y hasta supuestas redes de sexo de pago con implicaciones políticas. Todo ello, aderezado con una oposición crecida que pide la dimisión del presidente casi a diario.

Las palabras clave en boca de todos: caso Koldo, Begoña Gómez, saunas madrileñas, audios de José Manuel Villarejo y una colección de mensajes de WhatsApp que prometen más giros que una telenovela venezolana. La situación es tan rocambolesca que Madrid parece más el plató de una serie de suspense que la capital política del país.

Los casos judiciales: Koldo, Begoña Gómez y el círculo presidencial

El año 2025 arrancó con el Gobierno socialista asediado por varios procesos judiciales. Destaca el llamado caso Koldo, donde el exministro José Luis Ábalos —hombre fuerte del PSOE hasta hace no tanto— está siendo investigado por organización criminal, tráfico de influencias y malversación durante la pandemia. El juez del Supremo considera que hay “indicios cualificados” para pensar que Ábalos utilizó su cargo para adjudicar contratos públicos a cambio de beneficios personales, todo ello bajo la atenta mirada —y preocupación— del propio Sánchez.

A esta tormenta se suma la investigación sobre Begoña Gómez, esposa del presidente, por su supuesto papel en tramas empresariales vinculadas a contratos públicos. No es la única persona cercana al jefe del Ejecutivo en el punto de mira: el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y hasta un hermano del presidente están siendo objeto de pesquisas. La agenda judicial amenaza con condicionar el día a día del Gobierno durante los próximos meses.

Sexo, saunas y espionaje: los audios malditos

Si la corrupción ya era suficiente para inquietar al Palacio de la Moncloa, las últimas filtraciones han dado un giro inesperado. El excomisario Villarejo ha entregado al PSOE una batería de audios que salpican directamente a la familia política del presidente. Según las grabaciones, durante décadas los Gómez regentaron varias saunas gay en Madrid —como la famosa Adán— e incluso un prostíbulo, donde se habrían instalado cámaras ocultas para grabar encuentros íntimos de personalidades políticas, empresariales y mediáticas.

En uno de los episodios más delirantes, se habla de operaciones clandestinas de extorsión sexual orquestadas desde estos locales. Los audios también insinúan una guerra interna dentro del PSOE: parte del material habría sido recopilado y entregado por figuras cercanas al partido para proteger o chantajear a distintos actores políticos según soplase el viento en Ferraz.

Además, han salido a la luz conversaciones comprometedoras entre Ábalos y Sánchez vía WhatsApp, filtradas presuntamente por el propio exministro como aviso a navegantes ante el riesgo de cargar él solo con toda la culpa penal y mediática.

El relato oficialista y las grietas internas

Frente a estas revelaciones explosivas, la reacción socialista ha sido doble: denunciar una supuesta operación orquestada por “las cloacas” policiales heredadas del PP mientras intentan controlar daños desde dentro. Sin embargo, las propias filtraciones desmienten en parte este relato; Villarejo asegura que fue el suegro de Sánchez quien promovió reuniones con mandos policiales poco después del ascenso socialista para proteger sus intereses familiares.

El PSOE ha intentado reactivar en los tribunales las investigaciones sobre estos audios e incluso ha pedido acceso íntegro al material almacenado en sumarios judiciales relacionados con las “cloacas del Estado”. No obstante, parte importante del aparato socialista reconoce internamente estar agotado ante una crisis que no da tregua —algunos cargos ya hablan abiertamente en medios sobre la imposibilidad de seguir soportando esta presión interna.

Consecuencias políticas: oposición movilizada y desgaste institucional

La oposición no ha perdido ni un minuto en capitalizar este escándalo múltiple. El PP ha convocado manifestaciones multitudinarias bajo lemas como “mafia o democracia”, reclamando elecciones anticipadas e incluso la dimisión inmediata del presidente. Vox y otros partidos minoritarios exigen que se investigue hasta el último detalle tanto en sede parlamentaria como judicial.

Mientras tanto, Pedro Sánchez guarda silencio ante la prensa desde hace más de 40 días —una ausencia pública muy comentada— dejando que sean otros ministros quienes salgan a dar explicaciones improvisadas. En paralelo, organismos internacionales como la OCDE advierten sobre la hiperregulación española y su impacto negativo en el PIB nacional; un contexto económico nada favorable para un Gobierno ya tocado por los escándalos.

Curiosidades y detalles para gourmets políticos

  • La sauna Adán sigue funcionando hoy bajo alquiler familiar con Muface.
  • El archivo completo filtrado por Villarejo dura casi tres días seguidos si uno tiene tiempo (y estómago) para escucharlo entero.
  • Según Villarejo, algunas grabaciones se usaban como “póliza de seguro” para garantizar lealtades políticas dentro y fuera del PSOE.
  • El término “fontanera” ha pasado a ser tendencia en redes tras revelarse que Leire Díez recopilaba trapos sucios contra miembros incómodos del partido.
  • Las conversaciones entre Ábalos y Sánchez incluyen guiños irónicos sobre fiestas privadas que ahora cobran otra dimensión pública.

El caso sigue abierto —y promete nuevas entregas— mientras España asiste entre atónita e incrédula a una trama digna de serie negra… pero sin guionistas ni final previsto.

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