Sus padres denunciaron el 3 de octubre la desaparición de la niña en la Comisaría de Chamartín. Tampoco extrañó a los agentes. No era la primera denuncia. Una escapada más, debieron de pensar
No podemos publicar su nombre, ni su cara. Ni siquiera su dirección en Madrid o el colegio al que iba. Pero conocemos una parte de su estremecedora historia. La que cuentan los ex compañeros de colegio de esa desventurada niña madrileña de 14 años, que huyó de casa con un ‘novio‘ rumano y durante tres meses fue forzada a prostituirse cada noche, a 30 euros la sesión, con vecinos de un pueblo de Badajoz llamado Arroyo de San Serván.
Los periodistas Carlota Formiyana y Fernando Rojo publican un largo y detallado reportaje en ABC -«La escapada que la llevó al infierno«-, del que reproducimos por su indudable inte´res algunos de los fragmentos más relevantes.
No era la primera vez que la niña se fugaba de casa. Desde principios de 2009, cuando apenas tenía 12 años, sus escapadas habían sido constantes.
«Pasaba las noches en casa de alguna amiga y a veces se subía a dormir a la azotea de su edificio», relata un compañero de su colegio de aquella época.
Se trata de un centro privado del barrio madrileño de Prosperidad, del que la sacaron para llevarla a un instituto.
En junio de 2010 asistió, como una más, a la puesta de largo de una compañera en un lujoso hotel madrileño. En julio, se hizo una foto con el móvil, la colgó en Tuenti y puso la siguiente dedicatoria:
«Para ti nada más, mi amor».
Probablemente, el mensaje ya fuera dirigido al joven rumano con el que se iba a fugar apenas semanas después.
A principios de septiembre de 2010, dejó los últimos mensajes a sus amigos. Y entonces se perdió todo rastro sobre ella. Sus padres denunciaron el 3 de octubre la desaparición de la niña en la Comisaría de Chamartín. Tampoco extrañó a los agentes. No era la primera denuncia. Una escapada más, debieron de pensar.
Pero el resto de las veces, la muchacha aparecía a los pocos días. En esta ocasión, la aventura iba a ser larga -más de tres meses- y absolutamente infernal.
Semanas antes, se había enamorado de un joven rumano ocho años mayor que ella, «de complexión atlética y guapete», aseguran quienes le han visto. La relación fue a más y finalmente él le propuso fugarse juntos a un pueblo de Badajoz, de unos 4.000 habitantes, llamado Arroyo de San Serván, que ocupó espacio en los periódicos hace unos meses, ald estinar 700.000 euros del Plan E de Zapatero a construirse un spa municipal de lujo.
EL DESTINO DE LA NIÑA
El destino que le esperaba es lo más alejado de un escenario idílico. Una treintena de rumanos se hacinaban en el viejo caserón que fue su vivienda durante más de tres meses.
Y pronto comenzó lo peor de la tortura: siete rumanos, entre ellos su novio, están acusados de obligarla a prostituirse cada noche en un cobertizo cercano a un vertedero.
Los clientes eran en su mayoría vecinos de la zona que pagaban entre 10 y 60 euros por mantener relaciones sexuales con la menor.
Cinco de ellos han sido detenidos. Uno era un ex concejal de Izquierda Unida, que se terminó suicidando con una escopeta de caza el pasado miércoles tras ser puesto en libertad con cargos. Otro de ellos se ha sabido que era el juez de paz del pueblo. En cuanto fue liberada, la familia acudió a la capital pacense para hacerse cargo de la adolescente. Horas después emprendían viaje de regreso al barrio madrileño de Prosperidad.
Ahora le queda a la familia y a los servicios sociales la dura tarea de restañar las heridas producidas por una tortura de tal magnitud.
DETIENEN AL POLICÍA QUE LIBERÓ A LA NIÑA
El policía local que liberó a la niña en Arroyo de San Serván,, fue detenido el día de Nochebuena y después puesto en libertad con cargos a raíz de una denuncia de la Guardia Civil por un supuesto delito de «infidelidad en custodia de documentos».
En otras palabras: acusado de revelar aspectos de la investigación que están bajo secreto se sumario.
La esposa del ‘héroe’, Antonia Ugalde Cordero, lo ha explicado en una carta que ha enviado al presidente de la Junta extremeña, Guillermo Fernández Vara, y que también ha colgado en el blog ‘Pasión por la dialéctica’ del representante de la formación política Convergencia por Extremadura Javier Caso, tras expresar éste toda su solidaridad con el agente detenido, Pedro Torrado Villa.
Ugalde expresa que «compañía» fue lo que tuvieron ayer, día de Navidad, en su casa, «pero no para celebrar, sino para llorar de impotencia» tras la detención de su marido, aunque especifica que recibieron «numerosas llamadas de apoyo que nos aliviaron la pena».
La mujer del agente reconoce que dio a conocer la detención de su esposo a un medio de comunicación porque «quería que se supiera» y porque «no tenemos nada que ocultar».
Antonia Ugalde explica que el origen de la detención viene a raíz de una denuncia interpuesta por la Guardia Civil y aclara que «nunca y en ningún momento» su marido ha revelado información que esté bajo secreto de sumario.
A su juicio, Pedro Torrado «se ha limitado a efectuar las declaraciones que tienen grabadas los medios, que le han estado acosando durante varios días, nada más», y «no se responsabiliza de lo publicado en prensa».
Ugalde muestra su confianza plena en la Justicia, pero se pregunta «por qué quieren dañar la imagen de Pedro» y especifica que no quiere nombrar a nadie. Tras asumir como su mujer la responsabilidad de estos comentarios, manifiesta a Vara que «ahora es cuando yo quiero ver dónde están todos sus amigos».
Tras la liberación de la niña por parte del policía local, la Guardia Civil procedió a la detención de 12 personas, cinco de ellas rumanos por la retención ilícita de la menor, cuya desaparición había sido denunciada en Madrid semanas antes, y siete vecinos del municipio pacense por mantener relaciones sexuales con ella a cambio de dinero, uno de los cuales -un ex concejal de IU- se suicidó.