Toda una lección y viral.
Un padre llega a casa con una sorpresa para su hijo. El pequeño ve el objeto y no le gusta, lo tira contra el suelo mientras empieza a llorar y a chillar desconsolado y el progenitor no sabe qué hacer.
Como relata ‘ABC’, intenta que obedezca contándole que no todos los niños pueden tener lo que él tiene y hablándole sobre la importancia de ser agradecido en la vida… Pero no hay forma de que atienda a razones. ¿Te resulta familiar esta situación?
Algo similar le ocurrió a Haley Hassell, una mujer de Pensacola, ciudad portuaria situada en Estados Unidos, que publicó hace poco en Facebook la lección sobre gratitud que dio a su hija Presleigh en un caso similar. Un post que se ha vuelto viral.
Hassell relató que estaba comprando material escolar para la vuelta al cole de su hija de seis años, que comenzó el primer curso hace solo unos días. Presleigh había estado pidiendo insistentemente una caja de lápices de colores de la marca LOL a su madre, y ésta buscó sin cesar en diferentes tiendas hasta conseguir dar con ella.
Pero lo que esta mujer no esperaba fue la reacción de la niña cuando pronunció unas palabras que suelen ir seguidas de una sonrisa y muestras de agradecimiento:
«Tengo una sorpresa para ti».
Contra todo pronóstico, y al ver el objeto que su progenitora sujetaba con emoción, la niña lo cogió y lo tiró a la basura para marcharse a su cuarto gritando que ya no lo quería mientras daba un sonoro portazo.
«Pensaba que había enseñado a mi hija a ser agradecida y a comprender lo afortunada que era, ¡pero aparentemente necesitaba una llamada de atención!».
Eso escribió Hassell junto a las tres imágenes de lo que había ocurrido esa misma tarde.
?WARNING LONG MOM RANT POST!!! ?Presleigh learned a tough love lesson today… I went to 3 different stores to get that…
Publicada por Haley Hassell en Martes, 13 de agosto de 2019
Entonces, antes de enfadarse y perder los papeles con la pequeña, la llamó y le dijo que iba a buscar el estuche que iba a utilizar desde el siguiente día.
Al regresar, la mujer traía entre sus manos una bolsa de plástico con un cierre hermético y la reacción de Presleigh fue instantánea: gritos, lloros, pataleos y una búsqueda de la anterior opción ofertada, que de repente sí que le parecía lo suficientemente buena.
Pero ya era demasiado tarde.
«Le dije que sacara el estuche de LOL de la basura y que encontraríamos un niño para dárselo mañana… Uno cuya madre y padre no tuvieran dinero para comprar útiles escolares o alguien que ni siquiera tuviera mamá o papá».
Tras explicar a su hija que no tenía derecho a nada especial y que daba por sentado lo afortunada que era, la niña entró en razón y aceptó lo que su progenitora había decidido.
Tras asegurar que quizás a veces reacciona de forma exagerada, Hassell confesó que habría hecho cualquier cosa cuando era una niña por tener todo lo que su hija tiene ahora.
Concluyó el texto reflexionando sobre la importancia de la gratitud y sobre cómo ser agradecido puede cambiar gran cantidad de situaciones en la vida.
Por su parte, reveló que el estuche de la pequeña Presleigh sería enviado a una familia sin recursos y a un niño al que, seguro, hará muy feliz.