Las secuencias de ADN más antiguas provienen anteriormente de entornos de permafrost donde el ADN se conserva mucho mejor

Científicos logran secuenciar el genoma del oso de la cavernas usando un hueso de hace 360.000 años

Los osos de las cavernas, que crecían más que los osos pardos y pesaban hasta una tonelada, se extendieron por Eurasia durante el Pleistoceno

Científicos logran secuenciar el genoma del oso de la cavernas usando un hueso de hace 360.000 años
Oso de las cavernas PD

Un importante avance científico permite viajar en el tiempo y conseguir la secuencia del genoma del oso de las cavernas.

Los científicos han secuenciado con éxito el genoma de un oso de las cavernas extinto utilizando un hueso de 360.000 años, el genoma más antiguo de cualquier organismo de un entorno sin permafrost.

El trabajo, que involucra a la Universidad de Nottingham Trent y la Universidad de Potsdam en Alemania, ha revelado una nueva historia evolutiva para el oso gigante de las cavernas, que se extinguió hace unos 25.000 años.

Como parte del estudio, el equipo descubrió que los osos de las cavernas y sus parientes vivos, el oso pardo y el oso polar, se separaron de un ancestro común hace aproximadamente 1,5 millones de años.

También encontraron que muchos eventos importantes en la evolución de los osos pueden haber sido impulsados por un gran cambio climático global hace aproximadamente un millón de años, cuando las fases frías, o edades de hielo, se volvieron más largas e intensas y las cálidas mucho más cortas, según un comunicado.

Los osos de las cavernas, que crecían más que los osos pardos y pesaban hasta una tonelada, se extendieron por Eurasia durante el Pleistoceno. Coexistieron con osos pardos y se cruzaron con ellos, y los osos pardos modernos todavía llevan rastros de oso de las cavernas extinto en sus genomas.

La muestra analizada por los investigadores era de un oso de las cavernas que habitaba el sur del Cáucaso, en lo que hoy es Georgia, alrededor del Pleistoceno medio.

Las secuencias de ADN más antiguas provienen anteriormente de entornos de permafrost donde el ADN se conserva mucho mejor.

Sin embargo, para este estudio, los investigadores querían retrasar mucho más el límite de tiempo de la secuenciación del paleogenoma en zonas más cálidas y templadas, que albergaban una gama mucho mayor de especies.

El trabajo consistió en extraer el ADN antiguo de un pequeño trozo de hueso petroso (0,05 g) parte del cráneo que contiene los órganos del oído interno y que se sabe que es resistente a la contaminación de fuentes externas de ADN.

Luego, el ADN se preparó para la secuenciación, produciendo miles de millones de secuencias de ADN cortas individuales que representaban una mezcla de ADN del oso de las cavernas y contaminantes que el hueso había recogido durante cientos de miles de años.

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