Más información
La baja autoestima conlleva una percepción negativa sobre uno mismo, y es un factor que nos puede limitar mucho en nuestra vida diaria.
Lo cierto es que, en muchas ocasiones, los pacientes no saben identificar que sufren una autoestima baja.
¿Por qué?
1. Los problemas de autoestima… ¿Hasta qué punto pueden condicionar mi vida?
Los problemas de autoestima condicionan tu vida por completo. La autoestima juega un papel fundamental en la calidad de tu vida emocional, regulando directamente – en positivo o en negativo – el nivel de satisfacción con el que realizas cada actividad, cada día. La autoestima va contigo allá donde vayas y es la base desde la cual te relacionas con los demás. La seguridad o la inseguridad con respecto a ti mismo, esa que hace que te muevas con más o menos aplomo en cada contexto en el que te hayas de mover, dependerá de cuánto te valores, de cuán capaz te sientas de afrontar retos novedosos u obstáculos imprevistos, de la actitud con la que te relaciones con el mundo y del modelo de pensamiento desde el cual interpretas todo lo que sucede a tu alrededor. Todo ello se torna en un auténtico tormento o en un mar de inseguridades cuando partes de una baja autoestima, de una infravaloración o un pobre concepto de ti mismo.
2. ¿En qué medida una persona ve afectada su autoestima por no sentirse a gusto con su cuerpo?
La autoestima y la percepción del propio cuerpo guardan una relación muy estrecha. Si la autoestima hace referencia, en términos generales, a la forma en la que uno se percibe y se valora a sí mismo, no es de extrañar que la imagen corporal tenga un peso considerable en esa valoración global. Lo queramos o no, el cuerpo es en cierta medida una carta de presentación que por supuesto no nos define por completo pero sí forma parte de nosotros de firma inexorable. La no aceptación de una parte del propio cuerpo implica una mala valoración de uno mismo, que no es nada infrecuente que llegue hasta el rechazo. Por desgracia, muy a menudo vemos en las consultas de psicología cómo hay personas valiosísimas que focalizan su atención en una pequeña parte de sí mismas, esa que llegan incluso a despreciar, y olvidan el resto de cualidades que las hacen genuinas. Lo físico es algo que fácilmente sobredimensionamos en una sociedad de consumo en la que muchas estrategas de marketing y algunos valores sociales nos empujan en exceso a la superficialidad. Si bien este no suele ser un motivo de consulta explícito, lo cierto es que se evalúan numerosos problemas de este tipo en mujeres (y también en hombres) con baja autoestima.
Lo físico es algo que fácilmente sobredimensionamos en una sociedad de consumo en la que muchas estrategas de marketing y algunos valores sociales nos empujan en exceso a la superficialidad.
3. ¿Es la baja autoestima un problema más de mujeres que de hombres?
Rotundamente no. La autoestima se va conformando desde nuestras experiencias más tempranas y tanto hombres como mujeres somos igual de vulnerables (o de invulnerables) en este sentido. Estamos expuestos ante las mismas fuentes de peligro en el proceso de construcción de nuestra autoestima: privaciones de afecto, experiencias difíciles o desafortunadas, modelos de referencia con ciertas carencias emocionales, falta de reforzadores, juicios externos hirientes, falta de motivación, comparaciones indeseables, diferencias personales con respecto a los estándares sociales…
4. Y las personas que tienen una autoestima muy alta… ¿También tienen un problema?
Una autoestima inflada resulta también problemática en tanto en cuanto perjudica igualmente nuestra capacidad de adaptación social. La constante sensación de superioridad frente al otro nos hace creernos con derecho a todo, nos vuelve déspotas y descuidados, nos impide aceptar las dificultades (tanto las propias como las ajenas) y, algo fundamental, nos lleva a carecer de empatía. El narcisista con un elevadísimo y nada justificado concepto de sí mismo es una persona con enormes dificultades para acercarse a los demás y para construir auténticas relaciones afectivas basadas en la reciprocidad y la igualdad.