No hay por donde cogerlos.
Son una panda de ineptos y llevan España a la ruina, pero Pedro Sánchez y sus ministros lo quieren hacer, además, amargándole la vida al personal.
En su desmedido afán intervencionista, el Ministerio de Sanidad ha propuesto en Consejo Interterritorial de Salud la recomendación de que se excluya el alcohol -vino o cerveza-en los menús de los restaurantes y no se fume en los domicilios particulares, dentro de la nueva Estrategia en Salud Cardoviascular. Propone colaborar con bares y restaurantes «para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable, sin incluir en ella el consumo de alcohol».
Vamos a ver: con independencia de que la recomendación de Sanidad se produce en paralelo a la promoción por parte del Ministerio de Agricultura del vino español-a ver si se aclaran-, considerado como complemente ideal para una alimentación saludable, lo grave del asunto no está, por supuesto, en que el Ministerio establezca una serie de «recomendaciones de hábitos» beneficiosos para la salud, sino en el permanente afán del Gobierno por condicionar la vida de los españoles.
Eso es realmente lo preocupante: que este Gobierno tiene una peligrosa tendencia a invadir el ámbito de la libertad individual, dirigiéndonos la vida con una contumacia cansina. Detrás de la recomendación del Ministerio de Sanidad se esconde un intento, nada velado, por cierto, de condicionar hasta los actos más nimios de la gente, arrogándose la capacidad de marcarnos machaconamente la existencia.
No debemos beber en las comidas; no debemos comer carne en exceso; no debemos fumar en casa, no debemos comprar un disfraz de superhéroe a nuestros hijos ni un disfraz de princesa a nuestras hijas; debemos poner la lavadora y planchar de noche. A este paso sólo falta que el Gobierno nos vigile en el interior de nuestras casas. Hay mucho de hipocresía en las recomendaciones del Gobierno socialcomunista, porque mientras nos recomienda no beber alcohol y aboga por promover los «hogares libres de humo» se forra con los impuestos al alcohol y el tabaco. Peligro: Sánchez quiere dirigirnos la vida.
LA NEGATIVA DE GARZON
El Ministerio de Sanidad ha negado que vaya a obligar a bares y restaurantes a eliminar el vino o la cerveza de sus menús, en el marco de la aprobación este miércoles de la nueva Estrategia de Salud Cardiovascular en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS).
«Desde el Ministerio de Sanidad reiteramos que es una información falsa que se vaya a obligar a bares y restaurantes a no dar vino o cervezas en sus menús».
En su lugar, Sanidad explica que la Estrategia establece «recomendaciones de hábitos saludables y no contempla prohibiciones de ningún tipo».
«Por tanto, es falso que se vaya a eliminar de los menús del día bebidas como el vino o la cerveza».
Asimismo, el Ministerio ha cargado contra algunas informaciones que no dejaban claro si se trataba de una recomendación o de una normativa.
«La difusión de informaciones no veraces de este tipo perjudica la difusión de mensajes relacionados con la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud».
La nueva Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV) tiene como objetivo «conseguir mejorar la salud cardiovascular de la población y promover la adopción de hábitos de vida saludable».
La estrategia contiene diversas líneas de actuación, como la mejora de los resultados en salud cardiovascular y la calidad de vida, la sensibilización y capacitación de la población en salud cardiovascular, la optimización del abordaje multidisciplinar, la promoción de estilos de vida saludables y prevención en salud cardiovascular, la implementación de la continuidad asistencial y abordaje de comorbilidades, y la capacitación y formación de los profesionales implicados, entre otras.
Asimismo, apuesta por la reducción del tabaquismo, la promoción de actividad física y la alimentación saludable, el empoderamiento de la ciudadanía en salud cardiovascular y la mejora del control de la hipertensión arterial. También incluye propuestas de mejora en diagnóstico precoz, atención sanitaria en red, unidades multidisciplinares y de rehabilitación cardiaca.
El documento se ha aprobado por unanimidad del Comité Institucional formado por representantes de todas las CCAA y ciudades autónomas, y también del Comité Científico, del que forman parte diversas sociedades científicas.
Sin embargo, algunas como la Sociedad Española de Cardiología (SEC) se han mostrado escépticas con la Estrategia y pidieron en febrero que no se quede en «papel mojado»: «Es muy ambiciosa, pero no queremos que pase como con el Plan de Cardiopatía Isquémica, del que solo una mínima parte se llevó a cabo. Por esto, la SEC se pone a disposición del Ministerio de Sanidad para ayudar a que se lleve a cabo».
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en España, con 119.853 fallecimientos en 2020 según el Instituto Nacional de Estadística (INE), así como una de las principales causas de ingreso hospitalario. Tanto el consumo de cerveza como de vino, en cualquier grado, está relacionado con un aumento del riesgo de sufrir problemas del corazón.