Lo grave es que todo esto sucede sin que la «reforma Aído» haya entrado aún en vigor
España protagoniza una paradoja inquietante. Mientras la sociedad española envejece a toda velocidad; nuestro país lidera las estadísticas europeas de aborto.
Mientras los datos del INE revelan una alarmante caída de la natalidad con una reducción del cinco por ciento en 2009 respecto al año anterior; el Gobierno pone en marcha la reforma Aído, la del aborto libre incluso para las menores.
El Instituto de Política Familiar (IPF), que preside Eduardo Hertfelder, maneja unos datos estadísticos muy preocupantes.
A falta de las cifras oficiales, que el Ministerio de Sanidad siempre ofrece con 12 o más meses de retraso, 2009 se cerrará con un número de abortos muy similar a los que se realizaron en 2008.
Como explica Domingo Pérez en ABC, en torno a los 116.000 que, sumados a los 492.931 nacimientos que llegaron a buen fin, significa que el año pasado se produjeron en España 608.743 embarazos.
Esto implica que, el 19% de las gestaciones, aproximadamente una de cada cinco, acabaron en un aborto quirúrgico (excluidos los provocados por la «Píldora del Día Después»).
Una sangría inadmisible en una sociedad con un claro déficit de natalidad que sería ya completamente insostenible sin los nacimientos de madres extranjeras que en 2009, pese a la caída, fue de 101.500, casi uno de cada cuatro.
Más apoyo a la familia
Lo grave es que todo esto sucede sin que la «reforma Aído» haya entrado aún en vigor, lo que ocurrirá el próximo 5 de julio, porque cuando suceda el número de abortos se disparará, hasta el punto de que las previsiones siempre ajustadas del IPF calculan que en 2015 se alcanzarán los 150.000 abortos anuales, por encima de Francia o Reino Unido.
Sorprende el empeño del Gobierno en incentivar el aborto hasta convertirlo con la nueva ley en un derecho de la mujer que se sitúa muy por encima, y en contra de la doctrina del Tribunal Constitucional, por encima del derecho a la vida del no nacido.
E indigna en muchos sectores sociales que se promueva el aborto cuando en España en 2009 han nacido 78.087 niños menos que en 1980 (una reducción muy próxima al 14%) a pesar de que la población ha aumentado en casi 9,4 millones de personas.
En este sentido, el presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco solicita al Ejecutivo que «reaccione a tiempo y de marcha atrás a la nueva ley del aborto que provocará una disminución aún mayor a la actual de índice de natalidad».
En esta línea, Blanco propone que lo «razonable en España sería plantear políticas activas de apoyo a la familia y a la natalidad y no más aborto».
Recuerda al respecto que «es ya abrumadora la literatura sociológica, jurídica y psicológica que acredita que la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer abierto a la vida y estable en el tiempo es la solución más sostenible para gran parte de los problemas sociales de nuestra época, también para recuperar el índice de natalidad».
Por ello, más de 60 asociaciones provida se concentrarán el próximo 3 de julio ante el TC para pedirle que dicte sentencia urgente en relación con el recurso presentado por el PP y, mientras, suspenda la entrada en vigor de la nueva ley del aborto.
MADRID
España protagoniza una paradoja inquietante. Mientras la sociedad española envejece a toda velocidad; nuestro país lidera las estadísticas europeas de aborto.
Mientras los datos del INE revelan una alarmante caída de la natalidad con una reducción del cinco por ciento en 2009 respecto al año anterior; el Gobierno pone en marcha la reforma Aído, la del aborto libre incluso para las menores.
El Instituto de Política Familiar (IPF), que preside Eduardo Hertfelder, maneja unos datos estadísticos muy preocupantes.
A falta de las cifras oficiales, que el Ministerio de Sanidad siempre ofrece con 12 o más meses de retraso, 2009 se cerrará con un número de abortos muy similar a los que se realizaron en 2008.
Es decir, en torno a los 116.000 que, sumados a los 492.931 nacimientos que llegaron a buen fin, significa que el año pasado se produjeron en España 608.743 embarazos.
Esto implica que, el 19% de las gestaciones, aproximadamente una de cada cinco, acabaron en un aborto quirúrgico (excluidos los provocados por la «Píldora del Día Después»).
Una sangría inadmisible en una sociedad con un claro déficit de natalidad que sería ya completamente insostenible sin los nacimientos de madres extranjeras que en 2009, pese a la caída, fue de 101.500, casi uno de cada cuatro.
Más apoyo a la familia
Lo grave es que todo esto sucede sin que la «reforma Aído» haya entrado aún en vigor, lo que ocurrirá el próximo 5 de julio, porque cuando suceda el número de abortos se disparará, hasta el punto de que las previsiones siempre ajustadas del IPF calculan que en 2015 se alcanzarán los 150.000 abortos anuales, por encima de Francia o Reino Unido.
Sorprende el empeño del Gobierno en incentivar el aborto hasta convertirlo con la nueva ley en un derecho de la mujer que se sitúa muy por encima, y en contra de la doctrina del Tribunal Constitucional, por encima del derecho a la vida del no nacido.
E indigna en muchos sectores sociales que se promueva el aborto cuando en España en 2009 han nacido 78.087 niños menos que en 1980 (una reducción muy próxima al 14%) a pesar de que la población ha aumentado en casi 9,4 millones de personas.
En este sentido, el presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco solicita al Ejecutivo que «reaccione a tiempo y de marcha atrás a la nueva ley del aborto que provocará una disminución aún mayor a la actual de índice de natalidad».
En esta línea, Blanco propone que lo «razonable en España sería plantear políticas activas de apoyo a la familia y a la natalidad y no más aborto».
Recuerda al respecto que «es ya abrumadora la literatura sociológica, jurídica y psicológica que acredita que la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer abierto a la vida y estable en el tiempo es la solución más sostenible para gran parte de los problemas sociales de nuestra época, también para recuperar el índice de natalidad».
Por ello, más de 60 asociaciones provida se concentrarán el próximo 3 de julio ante el TC para pedirle que dicte sentencia urgente en relación con el recurso presentado por el PP y, mientras, suspenda la entrada en vigor de la nueva ley del aborto.